CAPITULO 4

785 34 0
                                    

Salgo del instituto, no me importa ni la conserje que me esta echando la bronca, es mas, salgo sin dejarla terminar de hablar, tampoco me importan los tíos de ahí afuera, ni si quiera me importo yo. Camino decidida por delante de los idiotas esos, entro al bar más próximo y pido una caña, no se por que, pero la pido y me la sirven, estoy cabreada, si, muy cabreada y, por si fuera poco acaban de entrar por la puerta los 'guays' no se ni como se llaman, tal vez si, pero solo el líder, el resto no importan sólo son sus secuaces. Recuerdo cuando eramos pequeños y se presentó delante mio, recuerdo que dijo Raúl, como ha cambiado el tiempo joder. Me vuelvo a perder en mis pensamientos a lo que Raúl aprovecha para quitarme la mochila, cuando me doy cuenta ya es tarde, acabo de entrar en su juego; se la van pasando entre ellos y yo, que soy gilipollas, la sigo, aun sabiendo que no la voy a poder coger. Uno de los mendrugos me pone la zancadilla y acabo en los brazos de Raúl, éste, que tenia la mochila la suelta rápidamente y me coge antes de caer, aprovecho para picarle.
-Soy una zorra, una guarra y me quitas la mochila, pero no te importa tirarte en plancha para cogerme eh que pena das -le digo y le suelto con asco-
-Ni un gracias puta, para la próxima te caes.
-Ya veras como no, no soportarías verme en el suelo.
Raúl se acerca lentamente y me agarra por la cintura, me sorprende, y por lo visto a los secuaces también.

La vida de Jess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora