02

249 42 1
                                    

Al llegar al palacio, fue recibido por los eunucos, quienes se amontonaron al rededor del carro.

- Mi señor, su madre estaba buscándolo.... - Anunciaron.

Silencio, nadie salió del carro.

- ¿Mi señor?

Los eunucos se amontonaron por un lado del carro, quien estaba dentro aprovechó para salir por el otro lado y correr, tras de él iba su guardia.

- ¡Mi señor! ¿Por qué siempre evita a su madre? - Preguntó el guardia.

- ¡No me gusta oír sus quejas sobre la reina! ¡Me pide una y otra vez que cuando sea rey la ejecute! ¡Y no quiero eso!

- ¡Pues dígale que no quiere y ya!

El chico se detuvo.

- Claro.... soy el príncipe.... el príncipe heredero... y mi madre... ¡Ya no es reina desde hace años! ¡Por supuesto que puedo imponer mi poder en ella! - Frunció el ceño y se fue decidido a la habitación de su madre.

Cayó de rodillas cuando un plato rozó sus cabellos.

- ¡¿Cómo te atreves a alzarme la voz de esa manera, mocoso irrespetuoso?! ¡¿Se te olvida que soy tu madre?!

- Perdón.... sólo estaba jugando.... - Murmuró el príncipe.

- ¡¿Jugando?! ¡Ten un poco más de respeto!

El príncipe trató de sonreír.

- De todas formas.... ¿Para qué me buscabas?

- Si... sobre eso.... ¿No has pensado en casarte? Ya tienes 19 años.... aprovecha que estás joven y eres lindo...

- No me interesa aún el matrimonio....

- ¿Sabes que yo me case con el rey a mis 15 años?.... - Suspiró - A pesar de todo eso, este idiota se atrevió a reemplazarme con una cualquiera....

El príncipe suspiró frustrado.

- Sabes que ella fue obligada, ¿no?

- ¡¿Obligada?! - Lanzó una carcajada - ¡¿Quién se sentiría obligada a ser una reina?! ¡¡Es un honor!! ¡Si no le gusta, que me lo devuelva!

El príncipe se volteó.

- ¡Espera, JongWoo! - Lo vio suspirar de nuevo - Invité a una princesa.... ella ya llegó y está en el jardín.... ¿Podrías ir a saludarla? Quizás terminen enamorándose.

- Bien, mamá.... - Salió de los aposentos de su madre.

El príncipe caminó sin ganas, casi arrastrando sus pies mientras se dirigía al jardín, pronto sus dos eunucos se hicieron presentes, eran mellizos, uno era muy serio y el otro sonreía en grande.

- ¡S-Señor! - Tartamudeo el alegre - Hay una dulce señorita esperando por usted.

- Lo sé, a eso voy.

- ¿Tendrán una propuesta? - Preguntó el más serio.

- No. Quédense lejos mientras la saludo....

- ¡T-Tengalo por hecho!

Ambos se dispersaron y JongWoo bajó las escaleras y se asomaron las rosas y diversas flores del jardín. Al centro, al lado de una hermosa fuente, pudo ver la espalda de la princesa, vestía telas blancas y finas, su cabello era sujetado por trenzas que se unían entre ellas tras su nuca y cabellos sueltos, adornaba su cabeza algunas joyas en forma de flores.

Al sentir la presencia del príncipe, la princesa se volteó, dejando ver su rostro, algunos mechones de su cabello caían por cada lado de su cara, sus rasgos eran tan finos y delicados, JongWoo no pudo evitar mirar sus redondos ojos negros.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora