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- Su majestad - Llamó uno de los eunucos Byeun -, el secretario Hong regresó de su viaje, por lo que se le reintegró su tutoria con el príncipe heredero.

- Odio al tutor Hong. - Musitó el príncipe.

- Por favor, diríjase a sus clases, su majestad. El tutor Hong, llegó preparado.

- Bien... - Hizo caso, se dirigió a los Hanok.

El tutor Hong, era uno de los más leales y cercanos a su majestad el rey, por lo que se le fue asignado el rango de secretario real del palacio. Él es quien recibe las cartas enviadas por ministros y el pueblo y designa cuales ofertas o propuestas son rechazadas o aceptadas para ser enviadas al rey.

Se encontraba de espaldas, admirando el palacio. Aprovechando esa distracción, JongWoo intentó huir.

- Puedes guiar a un caballo e ir a un arroyo, pero no puedes hacer que beba agua por su propia voluntad..... príncipe heredero.

- Dioses... no se le escapa nada.

- Perdón por ausentarme por tanto tiempo.

- Fueron sólo 72 horas.

- El tiempo es primordial... - Suspiró mirando el cielo - El clima hoy es precioso - Tras decir esto, una brisa fresca saludó a ambos -. ¿Por qué está vestido así?

- ¿Acaso mi vestimenta perjudica mi aprendizaje?

Hong sonrió.

- Siéntese, por favor.

- ¿Por qué volvió tan pronto?

- Sólo debía confirmar algo.

- ¿Qué cosa?

- Si su padre aún no le ha hablado sobre "el tema", yo no soy quién para confesar mis acciones con usted, majestad.

- ¿Qué tema? ¿La maldición de la luna?

Hong se vio sorprendido.

- ¿Cómo sabes usted sobre eso?

- "La verdad siempre sale a la luz".

- Eso es solo una leyenda, una que ha evolucionado con el tiempo.

- ¿Podrías por favor, contármela?

Hong carraspeó, echando un vistazo a su alrededor.

- Cuando la flor del ayer sostenía sobre su cabeza la corona, el dragón de la nación desvió sus ojos a un simple pétalo de loto. Ese pétalo ya pertenecía a un firme tallo, pero el dragón no le importó arrancarlo, lo quería y lo deseaba para él mismo. Ante los rezos del pobre pétalo de loto hacia los cielos de ser liberada, la luna la escuchó y puso en ella su semilla, lo que fue una maldición que daría luz a todos sus pecados, debía deshacerse de esa semilla lunar. Pero en un abrir y cerrar de ojos, el tallo había regresado por su pétalo, y se perdieron en el bosque.

JongWoo escuchaba atento y algo confundido, tratando de interpretar sus palabras.

- La semilla creció, y el dragón no podía simplemente dejar que su maldición se extendiera, así que cuando su primogénito cumplió los 5 años, sopló con fuerza el bosque, alcanzando con sus llamas la maldición, recuperando su preciado tesoro, su pétalo de loto.

- Con... el tesoro... ¿te refieres a la reina? - Preguntó el príncipe.

Hong suspiró.

- Actualmente la maldición de la luna es conocido como el hijo de la luna, se dice que sobrevivió a las llamas del dragón. Dicen que mide más de un metro ochenta, su piel es pálida como el blanco de la luna, y que luce intimidante pero delicado a la vez. La semilla se transformó en una verdadera flor de loto.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora