Capítulo 24

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—Ropa negra para llamar lo menos posible la atención: listo

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—Ropa negra para llamar lo menos posible la atención: listo. Máscara para tapar mi rostro por si alguien me ve: listo. Guantes para no dejar huellas: listo. Zapatos cómodos con los que poder salir corriendo fácilmente: listo. Teléfono móvil para llamar a emerge... No, eso no, no quiero que me rastree cierto duende.

Eran las cinco y media de la mañana, apenas se veía un alma por las calles, era el momento perfecto para adentrarse en el bosque. Siempre sería peligroso ir allí, pero hacerlo a plena luz del día y a muchas horas de distancia del anochecer lo hacía un poco menos suicida. Además, tenía la esperanza de que mi jugada maestra me protegiera.

Conforme iba caminando el bosque se hacía más frondoso. Los troncos de los árboles parecían ser más oscuros y robustos que los de la otra parte de la arboleda más cercana al pueblo y las copas de estos eran tan altas que incluso siendo de día dejaban pasar poca luz a través de ellas.

—Creo que es por aquí... —hablar conmigo misma en voz alta me tranquilizaba, y esta era una ocasión para estar naturalmente nerviosa pero no deber estarlo.

Ante todo quería mantener la calma, había llegado al sitio adecuado: la zona más peligrosa del bosque. ¿Qué evitaría que Slenderman apareciera ahora mismo y me matara?

Una sensación de estar siendo vigilada invadía mi cuerpo. Mi instinto de supervivencia me gritaba que diera media vuelta y regresara a casa, que esto era más un suicidio que un intento por descubrir la verdad.

Pero ellos ya habían entrado en mi territorio un montón de veces, ya era hora de que yo hiciera lo mismo.

La sensación de peligro se intensificaba por momentos, tanto que podía empezar a sentir una presencia a mis espaldas.

—¿Janna? —su voz era firme, masculina y familiar. Mi as en la manga había llegado, ya solo me quedaba jugar bien mis cartas.

—¡Hoodie! ¡Cuánto tiempo, viejo amigo! —dije con gran alegría mientras me abrazaba a él. Al principio se quedó confuso sin devolverme el abrazo, pero al cabo de unos segundos lo hizo, aunque con algo de frialdad.

—¿Cómo estás? ¿Dónde has estado tanto tiempo? Cuánto han pasado... ¿Nueve años? Sí, nueve años desde que desapareciste por completo sin dejar rastro —tras decir eso se alejó unos centímetros de mí. Comprendía que estuviera enfadado, desde que me quité la máscara y entré al cuerpo de policía no había vuelto a saber de mí, tenía que manejar bien la situación ahora...

—Te lo contaré todo, creo que mereces una explicación...

—Sí, la merezco, pero no aquí, mejor vayámonos a mi cabaña.

Me sorprendió esa propuesta, lo cierto es que me servía bastante saber dónde se localizaban, pero no esperaba descubrirlo con tanta facilidad. También estaba preocupada, ¿y si me veía algún Creepypasta más? No, no, no tenía que preocuparme por eso, Hoodie era el único que me había visto con la dichosa máscara.

Descansad en paz (Mundo Creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora