—¿Estás segura de que es lo correcto? —me preguntó Damian caminando de un lado a otro.
—Sí, créeme que es lo mejor. A parte, Carl está de acuerdo y Precespyata estará a nuestro favor. Es la única manera de contar con verdadero apoyo y que no nos crean locos. No van a tachar a un pueblo entero de dementes…
—¿Oniontown? ¿Jonestown? —se cruzó de brazos— Si solo nos tacharan de locos sería un milagro.
—¡Pero sus casos son conocidos! Algo es algo… supongo —rodé los ojos—. Vamos, Damian, ya casi es la hora.
Soltó un suspiro y Carl llegó a nuestro despacho ya duchado. Había vuelto a hacer ejercicio, ya iba recuperando su rutina a pesar de su herida.
—Cuando queráis —nos dijo, iba vestido con una camiseta blanca y pantalones negros y había peinado su cabello hacia atrás.
—Te ves muy bien, Carl —sonreí y él me devolvió la sonrisa con un "gracias".
Salimos de la comisaría los tres. Cuando subimos al automóvil, se podía palpar en el ambiente la tensión. Liu tenía televisión, por lo que podría ver las noticias y casualmente verme en la rueda de prensa. Así que, para no correr riesgos, me vestí con uniforme de policía para pasar desapercibida ante las cámaras.
Cuando llegamos, ya había personas alrededor, algunas estaban sentadas y otras de pie. Estaríamos al aire libre, justo al lado del bosque.
Damian y yo bajamos primero y después Carl. Pronto llegaron más policías, compañeros nuestros, periodistas y familias y ciudadanos de Precespyata.
En media hora, todo el pueblo se encontraba frente al podio. Me coloqué detrás de algunos policías y peiné mi cabello de manera que tapase un poco mi cara.
Damian subió al micrófono junto a una intérprete de lenguaje de signos y Carl estaba a un lado, desde mi posición podía notar su nerviosismo.
—Buenos días a todos. Soy Damian Dimills, comisario de nuestra ciudad. Muchos me conoceréis por mi padre, el ex comisario Philipo Damiano Dimills. He convocado esta rueda de prensa por el siguiente motivo: el caso de “los Elegidos”.
Comenzaron los murmullos.
—Esta desgracia se ha cobrado nada menos que seis vidas. Seis vidas de unos adolescentes que empezaban a vivir, estaban comenzando su etapa de adultez, y no solo eso. Sus padres, los señores Driesatdpo, el señor Prasadiad, los Sanadesio y los Plagaunado, vecinos nuestros han caído por las manos de estos secuestradores —habló con voz firme, apoyando ambas manos en el podio—. La policía de Precespyata hemos hecho todo lo que hemos podido, si fuera por nosotros habríamos salvado más vidas, pero no ha podido ser así gracias a la Policía de Casos Especiales, quienes cortaron todos nuestros hilos y autorización en el caso.
La multitud empezó a alzar la voz, su disgusto, su ira, su impotencia… Lo estábamos consiguiendo, pero ahora vendría la parte difícil.
—¡Señor Dimills! ¡Señor Dimills! —exclamó una reportera pelirroja y Damian le dio la palabra— Se rumorea que los secuestradores son unas leyendas de terror que circulan en internet. Estos son llamados Creepypastas. ¿Puede desmentir o afirmar este rumor?
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Descansad en paz (Mundo Creepypasta)
Mystery / ThrillerLeyendas. Siempre hemos oído hablar de ellas. De boca en boca, miles de historias han sido narradas sobre estas. ¿Pero qué ocurre con los que realmente han llegado a verlas? Las más antiguas, parecen historias de viejos. Las más nuevas, de ingenuos...