Capítulo 91

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Abrí los ojos

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Abrí los ojos. No podía seguir durmiendo. Otra vez esta maldita sensación. Bajé la mirada y ahí estaba de nuevo.

La puerta estaba entreabierta, las luces apagadas y en plena oscuridad, y aún así, conseguía ver ese maldito rostro deformado mirándome fijamente, esperando la oportunidad para atacarme. Lo olía, le huelo, la huelo… Nina.

Notaba sus pequeños ojos posados en los míos, su mano apoyada en el marco de la puerta, asomando su cara deformada por ahí.

Miré a mi costado y Jeff dormía como un tronco. ¿Cómo podía dormir tan tranquilo? ¿Acaso no notaba que lo observaban en plena noche?

Volví a mirar a Nina, seguía allí, claro. No podía perderla de vista, no podía dejar que me siguiera dejando como una loca delante de Liu y Jeff. Solo porque ellos no la viesen no significaba que estuviera loca.

Me acerqué muy lentamente a Jeff para no despertarlo, ya que sería inútil.

“Oh, vamos, Tenny. Si Nina entrase tanto Liu como yo nos enteraríamos, somos asesinos profesionales”, eran sus palabras.

Me estiré cuidadosamente lo más que pude y agarré su cuchillo de la mesa de noche, Jeff se movió un poco, pero no despertó.

Si Nina me hacía daño, Liu o Jeff me curarían y serviría para incriminarla, estoy harta de que me miren por debajo del hombro.

«Si muero, no tengo nada que perd… Claro, claro que tengo algo que perder, idiota. Mi familia, si yo muero, ellos lo hacen».

Suspiré hondo y pensé, agarré el mango del cuchillo con fuerza, podía escuchar la respiración de Nina, se estaba empezando a agitar. Abrió un poco la puerta y me sonrió desde la distancia.

Levantó un poco su mano y me hizo un ademán con el dedo índice para que viniera. Le saqué el dedo del medio y señalé a Jeff, amenazándola con despertarlo.

Ella sacó su cuchillo y lo puso en su cuello y simuló que se degollaba para luego señalarme a mí, dándome a entender de que podía silenciarme antes de que pudiese mover un solo músculo.

“Escoria” gesticulé con mis labios sin decirlo, sin estar segura de si me vería.

Solo se veían nuestras siluetas, pero no necesitaba luz para ponerle rostro a la figura y saber que se burlaba de mí.

De pronto, escuchamos pasos, Liu se había levantado. Nina, alertada, caminó sin hacer el mínimo ruido, alejándose de la puerta. Liu encendió las luces y se asomó al cuarto de Jeff, viéndome sentada y con el cuchillo de su hermano en mi mano.

Sin perder tiempo, aprovechando que tenía a una defensa, me levanté y caminé rápido a la sala. La busqué por todas partes, pero otra vez había desaparecido, sin dejar una ventana o puerta abierta.

—Está bien que Nina sea fea por sus quemaduras de tercer grado, la lejía y la sonrisa, pero en serio, solo es un trauma que tienes, es imposible que ella entre aquí y no nos demos cuenta —susurró Liu serio mirando la sala—. Ella no es un fantasma, es una humana.

Descansad en paz (Mundo Creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora