Capítulo 26

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"Te quiero"

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"Te quiero".

—¿Qué…? —pregunté estupefacta, ¿Carl me acaba de decir "te quiero"? ¿Así de la nada?

—Em… d-digo… o-o sea… Tenny… —Carl tartamudeaba tanto que parecía Billy de It al pronunciar el nombre de su hermano asesinado— N-no es lo que parece… n-no te quiero, o-o sí… o sea… —a Carl le iba a dar una taquicardia, tres paros cardíacos más el estrés, el ataque de nervios y la ansiedad que debía estar sufriendo en ese momento, solo le faltaba cinco ataques epilépticos con párkinson y convulsionar.
De repente se abrió la puerta, por el sonido de los pasos un hombre se aproximaba a nosotros.

—Vuestra comida —dijo Toby abriendo la puerta y poniendo una bandeja con los típicos palitos de pescado y agua tibia con gas, miré al castaño por unos segundos, esperando que me dijera que fuera con él, pero fue en vano, ya que ni siquiera me había prestado atención.

—T-Toby… —le llamé, no respondió, pero giró su cabeza para mirarme— perdona… ¿sabes dónde está Jeff? —negó con la cabeza y vio el bol de cereales afuera de la celda— ¿Podrías alcanzármelo? —lo deslizó por el suelo, llegando al centro de la celda y la cerró con llave, yéndose.

—¿Tu príncipe azul no vino a rescatarte?
—comentó Brian de forma burlona, solté un suspiro y le di el bol de cereales a Carl, ya que no había ni siquiera desayunado. Él me sonrió levemente y comenzó a comerlos mientras sus tripas sonaban, ahora que lo veía bien, Carl había adelgazado bastante (cosa que es bastante normal, estando secuestrados sin apenas acceso a luz solar y comida decente, sin contar la cama y la higiene…), y eso que antes de todo esto estaba bastante flaco.

Pasaron las horas, estaba oscureciendo, eso podíamos notar por la pequeña ventana que estaba arriba casi rozando el techo de nuestra prisión, apenas había luz y ni rastro de Jeff, ¿le habrá pasado algo?
Volvió a sonar la puerta, subí la mirada esperando ver una capucha blanca, pero lo que vi me horrorizó por completo.

—Amiga de Locke, ven conmigo —dijo lentamente con voz ronca y una hilera de dientes afilados el payaso de dos metros que había matado a mi amigo arrancándole el brazo como si nada.
¿Qué debería hacer? Si me opongo, me mata, si voy, puede que me mate también. Ay, Locke…

—Amiga… de… Locke… —volvió a repetir aún más lentamente, arrastrando las palabras.

—¿A-a dónde v-vamos? —pregunté como pude desconfiada.

—Iremos a dar un paseo —dijo simplemente mientras abría la celda, miré a Carl, quien no sabía qué hacer y me miraba con miedo, si actuaba como Locke iba a morir, debía ser más inteligente y no tan impulsiva, no caer en el miedo.

—¿Tan tarde? —pregunté mientras me acercaba a él, saliendo y alejándome de mis amigos.

—Nunca es tarde para un paseo, ¿no crees?

Descansad en paz (Mundo Creepypasta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora