Hacía una hora o dos que Liu se había ido, y yo no podía dormir pensando en que me había encariñado con alguien así.
Intentaba dormir, pero no paraba de dar vueltas en la cama. Su rostro, su voz, sus ojos… No se iban de mi mente. Me maldecía, me maldecía a mí misma por querer estar cerca de él.
Terminé por levantarme de la cama y comencé a dar vueltas por la habitación, esperando cansarme lo suficiente para que me entrara sueño. Sin embargo, y a diferencia de mis expectativas, lo único que conseguía era acordarme de momentos que solo hacían esta situación más difícil.
Mi reloj marca las 2:39 de la madrugada, y estoy escuchando unos ruidos extraños en el pasillo. Me levanto extrañada y con algo de miedo de mi cama, solo iluminada por la luz de la luna que pasa por la ventana de mi habitación. Intento encender la luz, pero parece que ha habido un apagón «seguramente papá y mamá se hayan levantado para subir los plomos… Sí, será eso». Con ese pensamiento en mente, vuelvo a la cama, pero los ruidos se hacen cada vez más evidentes. «Espera… ¿Por qué irían ahora a por los plomos si es de noche y durmiendo no necesitamos la luz? Si quisieran ir al baño con una simple linterna bastaría… ¿Por qué molestarse tanto sabiendo que pueden desvelarse y no coger el sueño de nuevo?». Mi respiración se agita por momentos, siento que algo no va bien. Decido volver a incorporarme de la cama y abro ligeramente mi puerta.
La habitación de mis padres está en frente de la mía, al final de un largo pasillo, por lo que puedo verla perfectamente. Su puerta está cerrada, y antes de que pueda dar un paso para acercarme veo como una mano aparece entre la oscuridad y toca la puerta.
—¿Cariño? —mi padre la abre ligeramente, en su infinita inocencia y esperanza de que fuese yo. Entonces, aquella mano blanca lo agarra por la camiseta de tirantes y otra lo apuñala en la garganta, empezando a gorgojear. Me quedo completamente inmóvil.
«¿Qué…? ¿Qué acaba de pasar? ¿Papá…?»
Un grito ahogado se escucha, es mi madre, que también ha presenciado la escena. La mano blanca deja ver el resto de su cuerpo, y una figura de pelo oscuro y desaliñado con ropa sucia entra con rapidez en la habitación. Los gritos cesan, y solo se empieza a escuchar una macabra risa de chico, cada vez más y más fuerte.
Mi instinto primitivo de supervivencia me obliga a entrar en mi habitación. Agarro un bate de béisbol de una esquina y me meto debajo de la cama, sollozando. «Estoy soñando… Estoy soñando… Esto es una pesadilla… Es una pesadilla… Despierta… Despierta…»
Escucho unos pasos aproximarse, de inmediato hago mis sollozos nulos, aunque siguen bajando lágrimas por mi rostro. La respiración del chico es pesada, camina alrededor de mi cuarto buscándome, abre el armario, nada, patea un baúl, tampoco… Entonces, para mi desgracia, se posa delante de mi cama, sus convers apuntan hacia mí. Hinca una rodilla, luego la otra, su mano se posa en el suelo y luego asoma su… Rostro.
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Descansad en paz (Mundo Creepypasta)
Mystery / ThrillerLeyendas. Siempre hemos oído hablar de ellas. De boca en boca, miles de historias han sido narradas sobre estas. ¿Pero qué ocurre con los que realmente han llegado a verlas? Las más antiguas, parecen historias de viejos. Las más nuevas, de ingenuos...