14 - Anιмal

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__ Audrey, despierta._ La imponente voz de Justin me despertó de mi sueño, ese día por la mañana temprano.
>> Despierta ya Audrey, no tengo tiempo para esto._ Sentenció parado frente a la cama.

__ Buen día._ Saludé con el entrecejo fruncido. Me restregué la cara con las manos, aún somnolienta y cansada.

__ Dime exactamente lo que pasó ayer en el cementerio, despacio y con lujo de detalles._ Cuando se sentó frente a mí en la cama, una chica de cabellos rojos y ojos verdes entró por la puerta de la habitación para dejar mi desayuno y salir. Sentí su mirada en mí pero no le presté atención, estaba demasiado concentrada en Justin como para pensar en algo más.

__ Cuando entré al bosque me tropecé con una tapa grande y negra, la abrí para saber que era. Me encontré con una escalera y la seguí, llegué a un sótano, estaba lleno de polvo y cosas viejas. Miré algunas de esas cosas y sentí voces, al principio me asusté pero luego escuché esas voces. Iba a salir corriendo, hasta que entendí de lo que estaban hablando y fui donde estabas para avisarte._ Le conté tomando algo de té, no había tocado la comida que había en la bandeja y sin pensarlo la dejé a un lado.

__ ¿No escuchaste nombres?_ Cuestionó con sus cejas fruncidas, su mirada miel, intensa y frívola, no dejaba mis ojos. Me sentí intimidada y estúpida.

__ No, lo siento._ Me removí incómoda en mi lugar, esperando a que dejara de mirarme como si me estuviese analizando.

__ ¿Te vieron?_ Insistió, presionandome, lo que me puso aún más nerviosa. Mis manos comenzaron a sudar y tragué una bola de nervios que sin darme cuenta, contenía en mi garganta.

__ No._ Negué, bajé mi vista a mis manos y comencé a jugar con mis pulgares. Sentí de pronto ganas de llorar e intenté contener las lágrimas.

__ ¿Estas segura Audrey? Si te vieron debo saberlo._ Volví a negar con la cabeza y suspiró.
>> ¿Qué había en aquel sótano?_ Preguntó quitándose la campera negra que llevaba puesta, miré sus brazos tatuados y por un segundo anhelé su calor.

__ Cosas viejas sin importancia._ Conteste encogiéndome de hombros. >> Un piano, bolsas negras, vasijas y muchos adornos mas; libros que no entendí porque estaban en otro idioma._ Continúe contándole con la mirada en mis manos.

__ ¿Qué idioma?_ Miré instintivamente a sus ojos pero rápidamente bajé mi mirada a sus labios entre abiertos. Suspiré y volví a mirar sus ojos mieles.

__ No lo sé, creo que era ruso._ Murmuré perdida, sus preguntas me mareaban y me estaba sintiendo incómoda a su lado, de todas formas, no podía dejar de apreciar su belleza.

Me enojé conmigo misma, me sentí estúpida. Estaba frente al hombre que me había golpeado varias veces, que me tenía en contra de mi voluntad encerrada en su casa. Un hombre que me trataba como si fuese un objeto y al que no le importaba en lo más mínimo. Sin embargo, me gustaba. Sus ojos mieles, su cabello claro, sus labios rosados; su cuerpo. Me gustaba la forma en la que me había abrazado aquellas noches, en la que me besaba y, aunque tuviese esa frialdad que tanto me asustaba, me gustaba la forma en que me miraba. A pesar de que no podía descifrar sus sentimientos, de que ni sus gestos ni sus ojos me hablaban, yo me perdía en su mirada. Sentía que me estaba traicionando a mí misma, me daba asco el hecho de que me gustaba alguien que me hacía tanto daño y me odié. Me odié por no poder hacer algo por mí, por ser débil. Me odié porque nadie me quería, porque estaba sola y eso me mataba. Me odié sin límite ni medida, sin pensarlo dos veces ni poder evitarlo.

__ ¡Carajo!_ Justin se levantó de la cama gritando y se revolvió el cabello con las manos. Me sobre salté y abrí grandes los ojos, mirándolo.

__ ¿Qué sucede Justin?_ Me atreví a susurrar, con miedo de lo que podía hacerme si daba un paso en falso. Me sorprendí cuando lo vi golpear la pared con su puño, estaba verdaderamente enojado.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora