16- Vαmpírσ

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Allí estaba, mirando la gran bandeja frente a mi y evitando la insistente mirada de Justin. Me pregunté que harían con la comida que no tocaba, si la tiraban o la guardaban.

__ Vamos Audrey, un poco más._ La voz de Justin me sacó de mis pensamientos, negué lentamente pero fue en vano, ya que él levantó el tenedor y lo acercó a mi boca. >> Pareces un maldito bebé Audrey, come por favor._ Fruncí el entrecejo y mordí la verdura, sin dejar de mirarlo. Sonrío.

>> No me mires así._ Alcé las cejas y luego de tragar la verdura, le mostré la lengua en señal de burla. Su carcajada me hizo sonreír inevitablemente, me gustaba verlo así de relajado.

__ Ya es suficiente, no quiero más._ Lo vi asentir y quitó la bandeja de la cama para ponerse a mi lado. Su brazo pasó por detrás de mí cuello y suspiré al sentir su calor, cerrando los ojos.

__ Vas a estar mejor Audrey, lo prometo._ Escondí mi rostro en su cuello y fue emocionante para mí sentir que alguien me abrazaba después de tanto tiempo.
>> ¿Puedo hacerte una pregunta?_
Con cautela e indecisión, pase lentamente mi brazo por sobre su estómago, hundiéndome en su abrazo.

__ Dime._ Murmuré enseguecida por la forma en que sus brazos se envolvían a mi alrededor, inhalé su perfume y por un segundo, sentí paz.

__ ¿Por qué tapaste el espejo del baño?_ Me tensé. Los recuerdos de las horas anteriores vinieron a mí, inundando mi cabeza y devolviéndome ese malestar.

Caminé hacia el baño, con mis pies descalzos y mi boca seca. Una vez dentro de el, mis ojos se posaron en aquella chica reflejada en el espejo. Horrible. Había subido de peso y de eso estaba segura, necesitaba encontrar una balanza. Con todo lo que había pasado, los médicos y las dietas que Justin me estaba haciendo seguir, estaba más que claro que no podría tener una cerca. Salí del baño al borde de las lágrimas, impaciente. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no noté cuando Alexia entró en el cuarto, con una bandeja de comida.

__ Justin me dijo que comieras al menos un cuarto de lo que hay en el plato._ Sus ojos me miraban despectivamente y su expresión delataba el rencor que me tenía.

__ Bien._ Murmuré sin mirarla, volviendo a la cama donde estaba mi almuerzo. Pinché un poco de carne y la mastiqué sin ganas, bajo su atenta mirada. Alcé las cejas en su dirección, interrogativa.
>> ¿Algo más?_ Cuestioné.

__ Nada. Solo estoy esperando a que falles y te vayas, así Justin volverá a la normalidad. Es demasiado para alguien como tú._ Giré los ojos en su dirección y me concentré en la carne nuevamente.

__ Pues espera del otro lado de la puerta, porque ésta es mi habitación y no te quiero aquí._ Musité sin mirarla, la murmurar incoherencias y después salir del cuarto, dejándome al fin en paz.

"Es demasiado para alguien como tú", su frase se repetía en mi cabeza una y otra vez. Mis ojos estaban fijos en la puerta del baño, indecisa y débil, me levanté de la cama dejando la comida a un lado para ir hasta allí. Parada frente a aquel espejo, las lágrimas se acumularon en mis ojos y mis cejas se fruncieron. ¿Por qué yo? ¿Por qué, de todas las personas en el mundo, yo estaba allí? Sentía como se revolvía mi estómago de lo fea que me veía. Jamás podría ser un éxito, aunque lo quisiera, porque para ser un éxito debías ser alguien y yo no me asemejaba ni a algo.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora