29- Perderte.

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__ ¡Mierda!_ La puerta del cuarto se había abierto con tanta fuerza, que el estruendoso golpe hizo temblar las ventanas. Me quedé tiesa en mi lugar junto al escritorio que había añadido frente a la ventana, dejando el dibujo por la mitad.

Miré a Justin sentarse en la punta de la cama, con sus codos en las rodillas y su rostro sumergido entre sus manos. Frustrado. Suspiró y tiró de las puntas de su cabello, susurrando algo luego que sólo él pudo oír. Fruncí el entrecejo y lo observé, los músculos de sus brazos se contraían por la fuerza que hacía, algo lo molestó y no fui yo. Insegura, tonta y cautelosa, me removí en mi lugar; tenía el casi incontrolable impulso de acercarme a él, acariciarlo y preguntarle que había pasado. De todas maneras, mi cuerpo permanecía allí clavado a la silla, incapaz de dejarse llevar por los despotricantes mondatos de mi alma sin uso del sentido común. Me detuve, entonces, a esperar alguna otra reacción o movimiento que me indicase en que posición estaba dentro de aquella quejumbrosa escena.

__ Ven aquí, Audrey._ Sentenció con rudeza, tosco. Sin pensarlo dos veces, caminé hasta la cama como si mi alma volase fuera de mi cuerpo, impulsada por aquellos trastornados y estúpidos sentimientos aridos. Me senté a su lado, un tanto más cerca de la cabecera de la cama, aún sintiendo que debía ser precavida. Él no me miró, sólo se tiró hacia atrás apoyándose en mis piernas, mirando el blanco techo que tantas veces me había abrumado.

__ ¿Qué sucedio?_ Pregunté susurrando mientras acariciaba su cabello. No me miraba aunque estuviese casi arriba de su rostro, su expresión lúgubre y su mirada fría, no hacía más que refutar mis pensamientos.

__ Russed, como previmos, no trabajaba solo. Era sólo un peón de Colworm. Nunca antes habíamos estado detrás de él, puesto que no nos había hecho nada directamente, Russed era la cara de todo eso. No nos había pasado nunca Audrey, jamás alguien había estado a un paso delante nuestro._ Su voz dejaba relucir todo sentimiento de frustración. Podía notar lo desorientado que se encontraba, como si alguien escupiese en sus zapatos y lo ofendiese de tal manera que él no podía soportarlo.

__ Entonces debemos encontrar algo en su contra que nos ponga delante._ Mi voz, aunque cautelosa, aterciopelada; intentaba calmar todo sentimiento de malestar en él. Lo prefería relajado, a pesar de que pocas eran las sonrisas que me dedicaba, cuando estaba relajado incluso podía besarlo sin pensar en algún cambio brusco de intenciones. Enojado o estresado, Justin era inestable.

__ Yo lo haré, no tú. Yo. Junto a mi hermanos, pero tú quedas fuera de esto por completo._ Se levantó de la cama con la velocidad de un rayo, con su entrecejo aún más fruncido. Una alarma se encendió dentro mío.

__ ¿De qué estás hablando?_ Pregunté confundida, intentando prever que era lo que pensaba, antes de que en su ataque de furia dijera algo que me llevara a reaccionar de tal modo, que, lo pusiera peor.

__ De que ya no formarás parte de ninguna misión, nunca más. La última vez casi te pierdo, aún no olvido lo que viví cuando te secuestraron, no volveremos a arriesgarnos así._ Sentí mi estómago doblarse a tal punto que los nervios me harían vomitar. Después de todo lo que había pasado en mi vida, el ser parte de aquello era lo único que me había devuelto las ganas de respirar.

__ ¡No puedes estar hablando en serio!_ Bramé saltando de la cama enfurecida. Mi rostro se transformó cuando las emociones de paz y tranquilidad fueron turbadas por la indignación y rabia.
>> ¿Quién lo dice?_ Continué dando un paso adelante, segura de defender mi puesto, fuere cual fuere, y el nuevo propósito que dejaba a mis días lejos de ser un peso en mi espalda.

__ ¡Yo lo digo! ¡Soy quien toma las decisiones aquí!_ Su voz, aunque no estaba gritando, salía más fuerte que la mía. Me estremecí de ira. ¿Qué era lo que pensaba cuando me dejaba fuera de aquello, sabiendo todo lo que me había costado entrar? Madrugadas de largas corridas, ejercicios y luchas bajo la lluvia. Estresates pruebas como la vez que Blake había estado bajo la falsa masa. No estaba lista para recibir un golpe tan bajo como quedar fuera de algo tan importante.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora