39- Híjα.

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__ Tienes que estar bromeando._ Los ojos azules de Chelsea se clavaron en mí como dagas. Albergaba tristeza en mi pecho, corría dentro mío la desesperación por quitarla, por hacerla desaparecer, sin embargo, no pasaría eso hasta que Justin no pusiera de su parte para que las cosas funcionaran.

__ No lo estoy, él solo la volvió a defender naturalmente._ Me encogí de hombros intentando convencerme de que no me afectaba, aunque no podía engañar a mi corazón, el hecho de que Justin defendiera a otra mujer que no sea yo me dolía. Me ponía celosa.

__ Conway ha hecho un comentario anoche sobre que su padre había felicitado a Barclay por la buena adaptación que tenía su prueba, pero él cree, aunque está de acuerdo con lo que dijo, que fue solo para molestar a Justin. Piensa que es una maniobra para que se compliquen las cosas contigo. Todos sabemos que entre Justin y Barclay siempre ha habido cierta competencia cuando se trata de su padre._ Asentí aún con la mente eclipsada por los recuerdos de la noche anterior. Me mecí en la silla de escritorio antes de acercarme a teclear en la computadora, revisábamos las cámaras de las últimas misiones y realizábamos informes para los archivos Bieber.

__ Creo que con todo lo que ha pasado, Justin ya no tiene intenciones de ser el mejor frente a su padre, no creo que quiera competir con nadie._ Antes de que Chelsea pudiera contestar, la puerta de la oficina se abrió y por allí entró Diez. Se sentó a un lado de mí en los escritorios y miró unos segundos, incómodos cabe aclarar, las pantallas.

__ Hola, Barclay me dijo que estaban aquí, dice que las pruebas solemos juntarnos o algo así._ Suspiré, lo único que me faltaba era que me obligaran a pasar tiempo con ella solo porque así lo quería Barclay, estaba confundido si pensaba que tomaría el lugar de Bryony.

__ Sí hacemos eso, con quienes nos caen bien y yo a ti no te conozco, así que si vas a quedarte aquí hazlo callada._ Vi a Chelsea sonreír por el rabillo del ojo, mi humor era de perros. Seguí tecleando en la computadora mientras aquella chica nos observaba, tenía ojos celestes y su cabello rubio caía un poco más debajo de sus hombros. Su nariz era algo puntiaguda, pero lo que me generaba rechazo era su mirada, esa mirada que pretendía ser la de una chica perfecta y buena que no me creía ni en sueños.

__ Le diré a Barclay lo que dijiste._ Frené el movimiento de los dedos conteniéndome de partirle el teclado en la cabeza, Chelsea la miró con el entrecejo fruncido sin poder creer que fuese tan maldita. Por lo que sabía, las pruebas no solían pelear entre ellas.

__ Dile, me da lo mismo. Será mejor si eso te lleva lejos de aquí._ Contesté secamente sin mirarla. Sin embargo no se movió, se quedó allí sentada mirándome como si estuviese arruinándole su fiesta de cumpleaños.

__ Solo quiero que seamos amigas._ No había oído nada tan falso luego de los buenos días de Jeremy por la mañana, su voz sonó forzada, estrangulada. Estaba más que claro que no era real, solo esperaba que mi amiga se hubiese dado cuenta también y no me trate de loca, porque podría mandarla a volar junto a los pájaros si volvía a usar ese tono conmigo.

__ Pues yo no, ve a fingir perfección a otro lado, yo no te creo nada._ Seguí escribiendo sin despegar mi mirada de la pantalla, ella quería atención y eso era justo lo que yo no le daría. La haría reventar en su propio enojo. Tragó grueso y el chirrido de sus dientes se había escuchado a un kilómetro de distancia, eso la había hecho enojar pero me sorprendió la forma en la que supo disimularlo.

__ Tú no puedes decirle lo que hacer a ella._ Protestó intentando mantener su voz angelical, aunque pude notar que estaba por perder los estribos. Se refería a Chelsea, que me pareció tonto el hecho de que buscara apoyo en mi amiga, sabiendo que éramos cercanas.

__ No lo hace._ Sonreí, sabía que ella me apoyaría sin importar si había notado lo que estaba haciendo. Diez simplemente se levantó y caminó fuera del remolque que se encontraba en medio de las hectáreas de los Bieber.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora