18- Rαpunzєl

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__ ¿Qué está haciendo aquí?_ Me voltee hacia Justin, quien me miró con las cejas fruncidas sin saber que responderme. Una chispa se encendió entro mío, derramándose por todo mi cuerpo con velocidad. Pocas veces experimentaba esa sensación, sentir como mis manos tiemblan mientras la ira recorre mis venas.

__ No lo sé._ Musitó Justin. Quizá, esa noche pude notar una chispa de desesperación en sus ojos mieles, que rápidamente se desvaneció. Sin embargo, no tuve la certeza.

__ ¿Qué carajo vienes a hacer aquí?_ Exclame furiosa en su dirección, pensar que ella podía ver a Justin cuando desaparecía de la habitación me enloqueció.

__ Vine a ver como está Justin._ Contestó firme, con sus ojos verdes clavados en él y en su abdomen descubierto. La ira aumentó.

__ Pues a ti no te importa una mierda como está Justin, vete._ Ordené sintiéndome poderosa. La furia me hacía sentir grande, algo que no me pasaba hacía tiempo. Sentí la mirada de Justin sobre mí pero lo ignoré, concentrandome en Alexia.

__ ¿Tú no tienes que estar encerrada en tu habitación, Rapunzel?_ Mis manos picaron al sentir tanta ira acumulada dentro mío. Sus palabras, burlonas, me dieron aún más coraje.

__ ¿Y tú no tienes que estar limpiando, Cenicienta?_ Replique escuchando como Justin intentaba moverse por el ruido de las cadenas, aún así, no me volteé. Estaba demasiado concentrada en la arpía y sus intenciones.

__ Cenicienta se queda con el príncipe._ Su sonrisa, soberbia, no hizo más que aumentar el enojo que cargaba en ese momento. Ella venía para acercarse a Justin y si no hubiese estado allí, algo podría haber pasado.

__ Justin no es un príncipe de cuento, es más bien como el chico malo de un libro y es mío._ Sentencié. Sentí como él se movía nuevamente, pegó su frente a mi cabeza, dejando su boca junto a mi oído.

__ No vale la pena, princesa._ Susurró, aunque supe por su expresión, que ella también había escuchado. Sonreí. >> Tú eres la única para mí desde que aceptaste venir conmigo aquella noche. No quiero a nadie más._ Sus últimas palabras quedaron rondando por mi cabeza. Barclay apareció por las escaleras, cuando elevó la mirada viendo primero a Alexia y luego a nosotros, alzó las cejas.

__ Tu si que estás jodido, hermano._ Negó con la cabeza terminando de bajar los ultimos peldaños. Paso sin voltear a verla si quiera, caminando hacia mí. >> Vamos cuatro, te devolvere antes de que explotes mi casa o algo parecido._ Sus ojos verdes no eran como los de Alexia, los de ella eran horribles.

__ No me voy a ir de aquí mientras ella se pueda acercar a Justin._ Afirme sin duda alguna, con la esperanza de que si él estaba presente, Barclay no podría golpearme. Suspiró.

__ Tu prueba pone toda mi paciencia al límite, Justin._ Murmuró presionando sus dedos en el puente de su nariz, intentando controlarse. El ojimiel soltó una risita, se podía notar a simple vista que le dolían los brazos, por la manera en que los movía o las muecas que hacía.

__ Ve cariño, espérame en la cama. Sabes cómo me gusta que duermas._ Me sorprendió que me trate así delante de su hermano, pero supe que lo hacía porque ella estaba viendo. Sonreí.

__ En verdad, si lo sé._ Sonreí tomando su rostro entre mis manos y juntando nuestros labios en pequeños besos. Lo sentí sonreír sobre mi boca.

__ Quiero que ella se vaya de aquí y que me asegures que no volverá a entrar._ Me dirigí a Barclay, quien me miró alzando las cejas. >> Entonces podremos ir en paz._ Llevó la mirada a su hermano con una expresión de sorpresa.

__ Hermano._ Justin arrastro la palabra, como si se lo estuviese pidiendo y éste, giró sus ojos. Suspiró y miró en mi dirección, asintiendo.

__ Bien, vámonos._ Cedió comenzando a caminar hacia las escaleras, aún así, Alexia no se movió de su lugar.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora