30- Asesino.

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El aire que se introducía en mi pecho era tan espeso y árido que raspaba mis pulmones. Los ojos de Justin se parecían tanto a los de su padre y aún así, encontré dentro mío la diferencia entre ellos. Todos estaban callados, hasta las moscas tenían miedo de volar. Quería acercarme a Justin, necesitaba sentirme protegida pero no me animaba a mover algún músculo.

__ Creo que mi hijo ha sido demasiado condescendiente contigo, debo tomar cartas en el asunto y hacerte conocer lo que es un verdadero castigo, puesto que estoy seguro que Justin no dejaría que se te declare como un fracaso._ No me moví ni un centímetro, iba a aguantar cualquier cosa que quisiera hacerme, así se le antojara cortarme un brazo, estaba decidida.

__ Padre, podemos hablar de esto._ Justin se puso delante mío, interponiendose entre cualquiera que quisiese acercarse a mí. Entonces sentí su calor y su precencia logrando lo que quería sin moverme, sentirme protegida.

__ No._ Suspiré. No quería ser salvada, aquella vez estaba lista para lo que se avecinaba, aún así, necesitaba a Justn a mi lado; así podría obtener fuerza para superar cualquier castigo que aquel mounstro me proporcionaría.

__ Est..._ Me incomodaban los intentos de Justin por librarme de la situación, aunque se lo agradecía, todos en la cocina sabíamos que esa vez de nada serviría.

__ Dije que no Justin. Si te dejo hablar me convencerás y tu prueba no se merece sus privilegios. Entrégamela._ Inflé mi pecho de aire, audaz y expectante. Estaba lista, era mi momento de demostrarle que sin importar lo que me hiciera, no cedería bajo su poder insulso.

__ No._ El monosílabo pronunciado por Justin me impidió dar el paso adelante que tanto quería. Si antes todo estaba tenso, podía jurar que en ese momento lo único que se oía era el crujir de los dientes de Jeremy.

__ ¿Qué?_ Pattie levantó la cabeza mirando con terror a su hijo, asustada. Era evidente que no por ella, por su pequeño.

__ Dije que no. No quiero que te acerques a Audrey._ Algo en mi se removió inquieto, como un oso panda danzando en mi estómago. No pude evitar sonreir y sentirme segura cuando la mirada del señor Bieber cayó sobre mí.

__ Por lo visto la rebeldía se contagia. Bien, no voy a acercarme a ella, lo harás tú. Golpeala._ Me tensé. Estaba dispuesta a recibir cualquier castigo de Jeremy, incluso podría matarme si se le daba la gana. ¿Pero Justin? No. No estaba lista para tolerar un golpe suyo nuevamente. El ojimiel me tomó del brazo y todos fuimos capaces de ver sus intenciones, iba a llevarme al cuarto.

__ No._ Justin se detuvo y pude sentir como suspiró. Lo conocía, sabía que había pasado lo único que no quería que suceda. >> No creo que le vayas a dar su merecido, hazlo aquí, frente a todos. Como se haría con una prueba ordinaria._ Sentí su mano apretarse alrededor de mi brazo. Mi respiración comenzó a acelerarse. "Por favor, Justin, confío en tí; no lo hagas." Rogué en mi interior sintiendo mi pecho contraerse de los nervios, crucé mi mirada con Barclay y entonces supo que era verdad, pude verlo en sus ojos. Supo que hacía mucho Justin no me maltrataba. Noté su pena, miró a su hermano y pude sentir la empatía, como si estuviese a punto de hacer algo horrible. No vacilé en confiar en él.

Justin se volteó quedando frente a mí, fue inútil intentar encontrar su mirada, me esquivaba y aunque mi intuición no falló; pues no perdía la esperanza, mi cerebro intentaba preparar a mi corazón para lo que iba a suceder. Fueron los segundos más eternos que pude contar, mi pecho subía y bajaba con pesadez. Vi a Justin levantar su mano y en ese mismo instante, impacto con mi rostro. Las lágrimas se deslizaron en mis mejillas inmediatamente, no fue el dolor, no fue la vergüenza, fue la decepción. Supe que no había terminado cuando su padre se acomodó en la silla y Justin, con su mirada hacia el suelo, movió su rostro hacia la izquierda. Cuando se movió, sin llegar a levantar la mano, no lo soporté.

Atrapada. JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora