Los días pasaron rápidamente para el par, asistiendo a clases y cumpliendo sus responsabilidades diarias hasta que finalmente; el famoso viernes llegó. El mismo día, luego de que cada una se encargara de sus exámenes o cosas pendientes, ordenaron el departamento y compraron algunas cosas para la cita de su amiga, preparándolas con antelación.
A pesar de que a la castaña no le gustara del todo la idea debido a la presencia del ojiazul en su propio hogar junto a Emily, sabía que ya se había comprometido con su amiga, y no podía dar un paso atrás cuando faltaban sólo un par de horas. Además, la idea de volver a su trabajo donde estaría el idiota de su jefe, le amargaba su ánimo.
La rubia salió de su habitación ya arreglada luciendo lo mejor que podía, usando unos pantalones de vestir de color negro junto a una blusa con transparencias, además de un sutil maquillaje que resaltaba sus facciones a su favor. Maddison sonrió ampliamente al ver a su amiga; Emily era realmente hermosa.
—Dios, mírate —la halagó la castaña, haciendo reír a su amiga— Te ves maravillosa.
—¿Tú crees? —dudó, girando sobre sus talones— ¿No será mucho para una cita aquí?
—Para nada —negó la joven de ojos verdes, sonriéndole afirmativa— Quedará con la boca abierta al verte, Em. Te lo aseguro.
Dentro de si, a pesar de aún tener en sus pensamientos al castaño de ojos azules, no podía dejar con el nerviosismo a su amiga. Sabía que debía apoyarla, ya que realmente lo necesitaba; Emily podía verse como una chica segura y confiada de si misma, pero a veces caía en algunas objeciones sobre su apariencia.
Y quien siempre la hacía entrar en razón; era Maddison.
—Eso espero —deseó la rubia.
—Tú relájate ¿si? —le pidió tomándola de los hombros, sonriéndole dulcemente— Ahora que estás lista iré a cambiarme, el departamento está precioso, dejé algunos tragos listos y algunas botellas por si quieren algo más simple —explicó, haciendo asentir a su amiga— Todo saldrá bien, ricitos.
Emily sonrió ampliamente por el apodo cariñoso de su amiga; calmando sus nervios considerablemente.
—No sabes lo agradecida que estoy, linda —le agradeció la rubia, haciéndola sonreír cortamente.
—No tienes porque agradecer nada —le dijo sonriendo— Aún así me debes una, Green —la apuntó sonriendo burlona— O más bien dos.
—¡Ya te dije que lo enmendaré! —comentó mientras la castaña se dirigía a su habitación, rodando los ojos mientras reía por los dichos de su amiga.
Honestamente no sabía si realmente lo enmendaría.
Se dio una corta ducha rápidamente y se cambió a un atuendo casual; unos jeans color negro pegados al cuerpo junto una blusa negra de encaje, acompañado de su abrigo que se pondría al salir. A pesar de que simplemente lo usaría para ir camino al trabajo, quería lucir al menos sus prendas para sentirse bien consigo misma. Al estar lista, se maquillo un poco con algo ligero para no demostrar el cansancio en su rostro y resaltar sus facciones.
Además de las pocas ganas que tenía de volver a su trabajo.
Cuando estuvo completamente lista frente al espejo, salió de la habitación sacando su abrigo de color negro, viendo a su amiga a la distancia que mantenía su teléfono entre sus manos, claramente nerviosa. Dejó su abrigo sobre el sofá, mirándola con algo de compasión.
—¿Es él? —preguntó la castaña, haciendo que Emily levantara su mirada asintiendo rápidamente.
—Sí, me avisará cuando esté por llegar —habló ansiosa, mientras la ojiverde asentía a sus palabras— Maddie, estoy muy nerviosa...

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just him | sebastian stan
Fanfictionoh, oh, luxury... donde sebastian creía que el dinero compraba la felicidad, hasta que la conoció a ella. ❝―no vas a comprarme con dinero y juegos sucios, señor stan❞ sebastian stan x fem!oc © tylersticker. publicada: 14/01/22