Mientras los nervios lentamente comenzaban a comer su mente, la castaña sentía como la brisa de la tarde rodeaba sus brazos y el ambiente a su alrededor; consistido en el exterior de la universidad, con estudiantes a su alrededor sentados en mesas igual que ella. Pero a diferencia de ellos, que estudiaban o hacían vida social entre risas, sintiendo las vibras de día viernes en el ambiente, Maddison mantenía su mirada fija en su mesa perdida en sus pensamientos.
No podía dejar de pensar en lo casi ocurrido la noche anterior; ahora sin que el alcohol nublara su mente por su actuar. Con pensar en la distancia en la que tenía al castaño, y que, si no fuera por su amiga, lo hubiera besado sin chistar; la hacía pesar la consciencia y revivir el nerviosismo que había sentido en ese momento. No había hecho nada malo, o eso intentaba convencerse todo ese tiempo, pero aún así sentía que era indebido por respeto a su amiga.
Su amigo, finalmente llegando a la mesa donde Maddison lo estaba esperando, mientras maniobraba con los dos cafés que la castaña había prometido la noche anterior, suspiró satisfecho al llegar a su destino.
—Dos cafés... —los dejó sobre la mesa, extendiéndole uno a su acompañante— Y por mi parte compré esto —puso un especie de pastel sobre la mesa, mirándolo con extrañez— No sé que es, pero quise probarlo.
Al notar como su amiga no había despegado su mirada de la mesa, sin generar su risa ni curiosidad como acostumbraba hacer, frunció el ceño confuso junto a una corta risa sarcástica.
—¿Tan mala fue tú cita? —bromeó mientras tomaba asiento, haciendo que la castaña le dirigiera la mirada, afligida— Tienes cara de haber visto un muerto.
Maddison se mantuvo en silencio unos segundos.
—No, al contrario —negó bajando su mirada.
Matthew frunció el ceño; claramente confuso. Su expresión y actitud que había mantenido hasta el momento demostraba totalmente lo contrario.
—¿Entonces? —interrogó, dirigiéndole la mirada mientras esperaba su respuesta— ¿Qué pasó?
Suspiró pesadamente sin el valor para decirlo, temía que su amigo la juzgara por su actuar o por lo ocurrido; aunque claramente, eso no ocurriría. Lo conocía lo suficiente para saber que la apoyaría hasta para enterrar un cadáver; Matthew era la persona más leal que podía conocer. Finalmente, levantando su mirada a su amigo, se mantuvo en silencio unos segundos mientras el castaño se mantenía interrogante a su pregunta.
—Anoche casi nos besamos con Sebastian —le murmuró.
El castaño, que tomaba su café creyendo que no era la gran noticia; la miró incrédulo haciéndolo toser por el impacto, generando que Maddison suspirara pesadamente por su reacción. Claramente, su amigo no era nada disimulado.
—¿¡Qué!? —cuestionó en voz alta al recomponerse; ganándose un par de miradas de las personas que estaban a su alrededor con algo de extrañez. Maddison llevó la mano a su rostro, algo avergonzada— ¿Ustedes...?
—¿Puedes no gritarlo por favor? —lo regañó de mala forma, a lo que Matthew guardó silencio, cayendo en cuenta que la gente a su alrededor los estaban observando— Sí... casi nos besamos.
Matthew la observó unos segundos planteándose que podría tratarse de una broma, esperando el remate de su amiga. Pero al mantenerse en silencio; cayó en cuenta que no era una broma, generando su preocupación.
—¿Pero... cómo pasó? —la interrogó acomodándose en su asiento; atento a sus palabras.
—No lo sé —sinceró, apoyando sus brazos sobre la mesa— Quería enseñarme algo, pero volteé y él estaba muy cerca —recordaba con detalle— Tomó mi rostro y se acercó mucho más, estábamos ahí... —enmudeció, dejando caer sus manos sobre su regazo, rendida— Pero no pasó.
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just him | sebastian stan
Fanfictionoh, oh, luxury... donde sebastian creía que el dinero compraba la felicidad, hasta que la conoció a ella. ❝―no vas a comprarme con dinero y juegos sucios, señor stan❞ sebastian stan x fem!oc © tylersticker. publicada: 14/01/22