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—¿¡Qué te ha dicho qué!?

Maddison ahogó una carcajada al grito al cielo proveniente del par frente suyo, los cuales permanecían incrédulos a sus palabras, dejando las bebidas que mantenían entre sus manos al instante. Igual de sorprendidos como si hubiesen visto a un mismísimo fantasma frente a sus ojos. Estaba haciendo un gran esfuerzo por no echarse a reír al ver sus expresiones. 

—Lo que oyeron —la castaña no se limitó a sonreír ampliamente al recordarlo— Me ha dicho que me quiere. Que me quiere en serio.

La sorpresa en sus rostros incrementó tras sus palabras, viéndose más boquiabiertos —si es que podían estarlo— que instantes atrás. Realmente no podía distinguir cual de sus dos amigos estaba más sorprendido que el otro.

—¿Y tú qué le respondiste? —interrogó el castaño al instante, sin ocultar toda la curiosidad que se impregnaba en su rostro.

Su ardua batalla interna por no echarse a reír era cada vez más difícil debido a sus reacciones.

—¿Tú que crees, Matthew? —le reprochó la rubia a su lado, claramente de forma irónica— ¿Crees que se ha ido después de decirle eso?

—¡Sólo he preguntando! —se defendió.

—De hecho —la castaña los interrumpió antes de que pudiesen seguir discutiendo, haciendo que el par volteara en su dirección al instante— Yo se lo he dicho primero.

Permanecieron estáticos eternos segundos, procesando sus palabras, para finalmente abalanzarse a ella entre risas y gritos de emoción. La verdad, parecía algo surrealista si hablábamos de Maddison. No era una persona que tuviera la "valentía" para sincerarse de esa forma. Hasta ella misma estaba sorprendida, pero la situación estaba dada; y sus sentimientos por el otro eran evidentes para todo el mundo.

—¡No puedo creerlo! —la rubia la observaba con admiración entre risas emocionadas— Tenemos que brindar por esto —se levantó de su asiento al instante, dirigiéndose a uno de los muebles de la sala para sacar un par de copas para ellos junto a una botella de champagne.

Solían guardarlo para ocasiones importante. Esta, claramente era una de esas ocasiones, haciendo que la rubia volviera a tomar asiento con el par.

—Primero, necesitamos saber como fue —la frenó el castaño antes de que pudiese decir palabra, mientras tomaba la botella de las manos de Emily para abrirla.

Si era por ello, no sabía por donde comenzar teniendo en cuenta que simplemente se había dado.

—No fue la gran cosa —sinceró.

"¿No fue la gran cosa?" —juzgó de mala forma. Maddison no evitó verlo de mala forma mientras la rubia lo observaba de forma escéptica— Cariño, se han dicho que se quieren. Claramente ha sido la gran cosa si hablamos de ese hombre.

Emily se echó a reír sin poder evitarlo.

—En vez de tener miedo de chicas que quieran coquetearle, ahora tendrás que tener cuidado con Matt. De seguro querrá robártelo cuando no lo estés mirando.

El par de mujeres explotó en risas mientras el joven de ojos avellana las observaba de mala forma.

—Primero, que mal piensan de mi —el par volvieron a reír a sus palabras— Segundo, no se lo "robaría" sólo por ser uno de mis actores favoritos, genio. Maduren las dos —ahora observó de mala forma a la rubia, que se encogía de hombros entre risas ahogadas— Y tercero, ni siquiera me dirige la mirada. Estoy seguro que me odia.

Ahora la rubia dirigió directamente su mirada en su amiga, consternada.

—¿Sebastian lo odia? —interrogó. En su tono de voz podía evidenciarse su incredulidad.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2022 ⏰

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just him | sebastian stanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora