CAPÍTULO 17

214 13 0
                                    

SÁBADO

Sheryl

-Señorita Sheryl un joven llamado Nathan la está buscando. _Dice el recepcionista del edificio_ ¿Lo dejo subir?

-Sí August dígale que suba.

Arreglo un poco mi cabello y me pongo un poco de perfume en mi ropa.

Está tocando la puerta. Tengo que abrirle.

-Hola Sheryl_ Besa mi mejilla_ Espero no incomodarte.

-Hola Nathan, ¡no! Tranquilo pasa.

-Lindo tu departamento ¿Vives sola?

-Sí, mis padres ya regresaron a California.

-Qué bien no me habías dicho que ellos vivían en California.

-Sí lo había olvidado_ Digo un poco avergonzada.

-Bueno, vamos a estudiar _Sonríe tímidamente, este chico tiene unos ojos preciosos.

Hemos pasado horas leyendo y estudiando no me caben dudas de lo inteligente que es, gracias a él ya entiendo las clases.

-Terminamos _dice Nathan__ Espero que con todo lo que hemos estudiado salgamos bien en el examen.

-Estoy muy agradecida contigo Nathan, acabo de entender todas las clases. Creo que deberíamos reunirnos para cada examen.

-No tienes nada que agradecerme y me parece buenísima la idea. Para mí es un placer poder estudiar contigo.

-Sí y dime ¿estás preparado para tu cumple?

-No, desde hace 4 años que no festejo mi cumpleaños, por lo tanto, nunca estoy preparado _responde mientras yo miro sus ojos_ Perdí al amor de mi vida el mismo día que cumplía 16 fue el peor momento que he pasado en mi vida.

- ¿Crees que a ella le hubiese gustado verte todos estos años así?

-Tal vez no, pero es imposible no sentirse mal después de haber perdido a la mujer que amas. Pero ahora estoy comenzando desde cero.

-Tienes razón. Y me alegro muchísimo, estoy segura que desde algún lugar ella está mirándote, y se debe sentir orgullosa de ti.

Pasamos horas conversando, riéndonos y empieza a anochecer. Hablamos de nuestros padres y sobre los proyectos de trabajos que tenemos.

-Tengo hambre_ Dice Nathan sonriendo y mirándome fijamente, los ojos de él no son como el mar y el cielo son diferentes tienen un azulado potente, que te dejan hipnotizada_ ¿Tu no?

- Yo también_ Sonrío un poco nerviosa_ Déjame preparar algo.

- Claro que no, qué te parece si pedimos una pizza.

-Bueno, mientras la esperamos podemos jugar un poco, tengo algunos juegos de mesa.

-Me parece excelente, aunque soy un poco torpe.

-Yo te enseño, a fin de cuentas, has hecho mucho por mí.

-Claro que no_ Ríe burlón_ Es un placer para mi poder ayudarte, y fue muy fácil, entendiste todo desde en el primer momento en que practicábamos.

-Cómo tú digas señor inteligente. Yo soy muy aplicada cuando me lo propongo.

-Sheryl eres una de las mejores estudiantes, sin proponerte lo haces, ya es parte de ti.

Mientras la pizza llega jugamos una y otra vez, Nathan es muy divertido, hemos estados riendo y cantando al ritmo de Bruno Mars, no puedo creer que haya estado todo el día con él. Es como si fuésemos grandes amigos.

-Hace mucho que no me divertía como hoy.

-Gracias por todo Nathan espero se repita.

-Te aseguro que así será. Y no me agradezcas.

Disfrutamos de la pizza la cual es deliciosa, y en medio de tantas risas llega la despedida, sus padres están preocupados porque no llega a casa.

-Tengo que irme, gracias por compartir este día conmigo y no aburrirte de mí.

-Yo me la pasé genial, cuídate señor inteligente.

-Tú también miss inteligente_ Estrecha su mano con la mía y me susurra al oído _ no faltes o mi fiesta no tendrá sentido.

Sonríe y sale de mi departamento, llego hasta mi ventana y veo como acelera su precioso auto. Nathan es un chico muy caballeroso siento mucho que haya perdido a su novia.

Espero que llegue el lunes estoy segura que será un éxito el cumpleaños de Nath. Haré que Lili vuelva a hablar con él. Ellos eran mejores amigos y me encantaría que volvieran a serlo.


Espero les haya gustado este capítulo, en el próximo verán lo que dice en la carta, abrazos psicológicos y bendiciones a todos.

Comenten por favor y voten no les costará mucho se los prometo.

No se pierdan el próximo capítulo.

*No es el tiempo el que cura las heridas......

Eres tú quien se cura a sí mismo a través del tiempo.*

R.P

Otra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora