Capítulo 4

19 6 0
                                    

No puede ser que quien tenga delante sea Nick. Es imposible, o eso me gustaría pensar, pero su sonrisa contagiosa y ese pelo rubio, siempre despeinado, son inconfundibles. Él y Cassiel están jugando con un balón o por lo menos lo intentan, porque cuando pasa el balón al lado del pelinegro, este le lanza una mirada asesina a lo que el rubio le sonríe con más ganas. Nick está zambullido completamente en el agua mientras que Cassiel le lanza la pelota desde prácticamente la orilla con más fuerza de lo debido, solo sus piernas están metidas. Me fijo que Cassiel tiene una camiseta abierta por delante.

Pestañeo un par de veces sin creerme realmente lo que está pasando.

—¿Qué hace Nick aquí?

Laylah se baja las gafas de sol y lanza una lenta mirada hacia su hermano y a su amigo, quienes han captado las miradas de hombres y mujeres que pasan a sus lados.

—Habrá venido de vacaciones—dice tan tranquila, a pesar de mi desconcierto.

—Pero...no entiendo.

Laylah vuelve a lo suyo. Frunco el ceño cuando todo se hace más raro. Si pensaba que ver a Nick era algo extraño, el ver a Darcel caminando junto a una chica por la orilla de la playa me hace pensar que realmente me estoy volviendo loca o que estoy en una realidad alternativa.

La chica que le acompaña es rubia, alta y delgada. Pero lo que hace que no puedas quitarle los ojos de encima es esa calidez y alegría que irradia por todo su cuerpo. De pronto, su sonrisa se me hace conocida y miro a Nick. Me doy cuenta de que no es solo eso lo único en lo que tienen en común. Su pelo rubio, al igual que Nick, está recogido en una coleta alta donde unas gafas negras reposan. Algunos mechones se le han salido otorgándole una sensación más infantil, pero resaltando sus altos pómulos. Es un poco más baja que Darcel, pero comparándola con otra chica, fácilmente podría sacarle dos cabezas. No distingo el color de sus ojos pero si la pequeña sonrisa de Darcel. Espera, un momento, ¿Darcel está sonriendo?

Volteo hacía Laylah, que ha vuelto a cerrar los ojos disfrutando de la calidez del sol ajena a la escena tan extraña que está ocurriendo.

—¿Esa chica es la mujer de Darcel?

Eso parece despertar la curiosidad de Laylah que abruptamente se levanta. Por poco se cae de la hamaca, pero eso no parece importarle mientras recorre con la vista a la mujer. Sus cejas se levantan al ver a quien me refiero.

—¿Te refieres a Olivia?

—Eh... Creo que sí.

—Es la hermana mayor de Nick y no, no es la mujer de Darcel.

Si mal no recuerdo, Darcel está casada por un contrato matrimonial con una chica de Nueva York. No sé por qué pensaba que esa tal Olivia sería su pareja, pero sin duda tienen bastante química.

—Es la hermana de Nick—repite Laylah inclinándose, como si me hubiera leído la mente—. Ella y Darcel tienen la misma edad y desde pequeños han sido amigos, como Nick y Cassiel.

—¿Es la hermana de Nick?—pretendo que sea una afirmación, pero sale más como una pregunta—. Recuerdo que la mencionastéis una vez, pero no tenía ni idea de que tuviera esa relación con Darcel.

—Son solo amigos—espeta Laylah sin darle importancia, como si no se diera cuenta de la química que comparten—. Siempre se han llevado bien.

—Yo diría que demasiado bien—suelto sin pensarlo, en voz alta.

El comentario parece no gustar a Laylah, que rápidamente deja las gafas en su hamaca y me presta toda su atención cruzándose de brazos.

—Mi hermano está casado. Si no sabes diferenciar una amistad de una relación no deberías opinar.

La Promesa Consumida-2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora