3

2.3K 114 0
                                    

-Dale, pelotudas. Vamos a llegar re tarde- gritaba Pau desde abajo, apurando a sus amigas.

Ya habían pasado unos meses y estaban todas en la casa de Paula, aprontándose. Y como siempre, ella era la primera en estar lista y apurar a las impuntuales de sus amigas.

-Ahí voy, loca. Dejá de gritar - gritó Maga bajando la escalera.-

-¿Y Meu?- preguntó la morocha, que ya estaba harta de esperar.-

-Estaba guardando las cosas porque te dejó todo tirado. Encima se cambió como tres veces porque nada le convencía, pero me dijo que ya bajaba.- explicó la rubia.- Está re nerviosa.

-¿Por?-

-Porque seguramente esté Tiago en el cumpleaños, y no se ven hace siglos-

Euge

-Ya te dije que no estoy nerviosa, Magalí- dije refunfuñando y bajando la escalera de mala gana- ya fue ese tema. ¿Estoy bien así vestida? Díganme la verdad- ya tenía un mal humor tremendo y no había nada que me viniera bien.

-Hermosa estas, vámonos porque no llegamos más y Pri nos va a matar.- dijo Pau.

-Ni me miraste, rata.- dije peleándola, logrando que me mirara detenidamente el outfit.

-Me encanta como estás. Hermosa como siempre.- dijo mirándome enternecida- y sacate los nervios porque te los saco de una patada en el culo sino. Te amo- y me dio un beso en el cachete.

_

-menos mal que les dije que vinieran temprano- dijo Pri fijándose la hora- media hora tarde, para la próxima les digo que vengan a las 3 de la tarde y por ahí vienen en hora.-

-Perdón, tuve una crisis- dije honesta, mirando a los alrededores- igual no llegó nadie todavía.-

-Y no, a los demás les dije que vinieran a las 9, ustedes venían más temprano para estar conmigo y chusmear… encima ni me dijeron feliz cumpleaños todavía.-

-AY SOMOS LAS PEORES- gritó Maga cuando se dio cuenta- vengan, abrazo grupal.-

Las tres la abrazamos y le dijimos feliz cumpleaños al unísono.

-¿hasta qué hora nos vamos a quedar?- pregunté rompiendo el abrazo- preciso saber para avisarle a mamá.

-Ni idea, amiga. La idea es hacer algo tranqui entre todos ¿Quieren quedarse a dormir? Así nos quedamos más tiempo juntas.

-si, de una.-

Los invitados fueron llegando de a poco y se acomodaron en los asientos que había acomodado Gabi, la madre de Pri.
Me había sentado con mis amigos, menos Pri que andaba revoloteando entre los demás y recibiendo regalitos de cumpleaños.

Estábamos sentadas con los Mauros, riéndonos de algo que estaban contando cuando vieron a un chico que creían que conocían.

-Eu ¿ese no es Nico?- preguntó Mauro, cortando totalmente la conversación que teníamos.

-¿Qué Nico?- dije, tratando de ver hacia donde estaban mirando.

-¿El de basket?- preguntó Lomba, a lo que Mauro asintió.- Creo que sí.-

-NICO- gritó mi amigo, logrando que este se girara.

-¿qué hacen acá, loco?- dijo el tal Nico acercándose a nosotros con una sonrisa enorme y abrazando a estos dos.

-Somos amigos de Pri ¿Vos que haces acá?- dijo Mauro también sonriendo.

-Vamos a inglés juntos, me cambié este año y nos tocó en la misma clase… Uy  perdón soy re maleducado, soy Nicolás.- nos saludó a Pau, Maga y a mí.-

-Un gusto, yo soy Magalí, ella es Paula y ella María Eugenia.- dijo mi amiga sonriendo.

Se quedó el resto de la noche con nosotros.
Me cayó bien, es re gracioso y simpático.

-¿Alguien quiere ir a buscar unos hielos? Ta re caliente esto- preguntó Mauro mirando a su vaso.

-YO NO- gritaron todos, menos yo, así que tuve que ir a buscarlos.

Cuando volví no presté mucha atención a donde estaban sentados mis amigos, pero si noté que había alguien que no estaba antes. La puta madre.

¿Lo saludo?- le pregunté en silencio y a distancia a mis amigas. Ambas respondieron con una mueca rara. Ya fue, lo saludo.

-Traje el hielo- dije mostrándolo.

-Bien ahí- 

-Hola ¿todo bien?- me agaché para saludarlo con un beso en el cachete.

-hola- lo quedé mirando y él a mí, no porque me impresionara su respuesta, sino porque estaba sentado en mi asiento y no había otra silla libre en la casa.

-Vení, María Eugenia. Sentate conmigo si querés- dijo Nico haciéndome un lugar en su silloncito.

Gracias Dios.

-Gracias- dije sonriéndole- Me podés decir Euge si querés, o Meu. Como te guste más- 

-Bueno, Meu- dijo también sonriéndome- ¿Con él está todo mal, no?- me preguntó bajito.-

-Después te cuento- contesté de igual manera.

𝗯𝗮𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora