22

1.1K 53 2
                                    

Tiago

 

-No sean estúpidos, en serio les digo. ¿Qué piensan? ¿Qué son más machos por pelearse como dos tarados? Que bronca que me dan- se alejó- matense si quieren.- 

Nicolás la miró, y antes de irse atrás de ella soltó un "esto no va a quedar así", a lo que le respondí riéndome. Que pibe pelotudo.

Cuando vi que estaban los dos juntos me di media vuelta y volví a lo de Lomba.

-que rápido que volviste- dijo Mauro cuando me vio en la puerta.

-si…- no valía la pena contarle que casi nos peleamos. Después les cuento.

Comimos pero yo estaba en otra. Cada tanto miraba el celular para ver si Euge me había escrito algo, pero nada. 

-Eu ¿vienen mañana y hacemos algo entre los tres?- dijo Lomba sentándose entre Mauro y yo. 

-De uuuuna- Mauro le chocó la mano- ¿Te paso a buscar y venimos?- me preguntó

-Tengo que hacer un par de cosas. Si querés vení vos, y yo vengo cuando esté pronto- Mentira, no tenía que hacer nada. Quería aprovechar a dormir, y se que si vengo con Mauro, caemos dos horas antes a todos lados.

A las 3 dijimos de irnos y me fui caminando con Mau hasta mi casa, él siguió y yo me metí a mi casa a dormir. 

Ahora si, voy a dormir como hijo de puta.
_

Eran las 11 y ya estaba despierto.
Menos mal que iba a dormir, la puta madre.

Me quedé un rato mirando el celu y no se cuando me volví a dormir.

Me desperté porque sentía que vibraba el celular. 

-¿Hola?- dije con voz ronca.

-Que hijo de puta que sos. Yo sabía que no tenías que hacer nada, vago del orto.- me puteaba Mau del otro lado.- en un rato paso por tu casa- cortó. 

Que paja, yo quería ir más tarde.

Me senté en la cama y me fijé la hora.
Las 2 de la tarde. 

Ordené un poco así mamá no me puteaba cuando venía, y busqué ropa para cambiarme. Dos minutos después sonó el timbre.

-Que mentiroso que sos, gato.- 

-Fue una mentira piadosa, tenía ganas de dormir- me reí- me tengo que bañar. ¿me bancas o te vas solo a lo de Lomba?- 

-Te espero- se tiró en mi cama.

-Dale, Mauro. Recién ordené y ya desordenas todo- dije fastidioso. 

-Jodete- me saco el dedo del medio- anda a bañarte dale.-
_

-que calor que hace, la concha de la lora- Mauro se quejaba cada dos pasos. 

-ya queda poco, ahora le pedimos al Lomba que prenda un ventilador o algo-

-creo que me bajo la presión- se tocaba la frente.

-No seas dramático, quedan 2 cuadras-

Caminamos esas dos cuadras, que al rayo del sol parecían 10, y cuando llegamos nos abrió Lomba.
Entramos, dejamos las cosas en su cuarto y cuando salí vi a Nico sentado en un sillón mirando su celular. Mauro se dio cuenta de mi cara y me preguntó si estaba todo bien y le tuve que decir que si. 

Hablamos entre Mauro y yo un rato, pero estaba todo tenso. No entre nosotros, sino el ambiente.

-¿Que tenías que hacer al final?- me preguntó Lombardo tratando de cambiar el tema.

-Robarle la novia a alguien de seguro- 

-Qué pesado que sos, hermano- dije mirándolo- no te iba a decir nada porque venía con la mejor, pero deja de romperme los huevos.-

-¿O que?- 

-Tiago ¿me acompañas a buscar agua a la cocina?- Lomba se levantaba del sillón y me quería llevar con él.

-No, anda vos- me acerqué a Nico y Lomba siguió para la cocina.- No quiero pelear contigo, pero me la estas haciendo muy difícil.

-¿qué pasa? ¿Como no está Euge no tenes que hacerte el lindo?- me empujó suave.

Mauro nos miraba quieto en el lugar.

-No me hago el lindo, pelotudo ¿que decis?- le hice montoncito con la mano- la estás flasheando una banda me parece.- le devolví el empujón, más fuerte. 

Nos empezamos a empujar, y cuando me di cuenta estábamos a las piñas. 

Mauro nos gritaba que nos soltaramos y nos trataba de separar pero no podía. Como pudo agarró a Nico y lo sacó de la casa.
Yo quedé en el suelo respirando y cuando Mauro volvió me ayudó a levantarme.

-¿Qué pasó qué echaste a Nico?- Lomba hablaba a mis espaldas, me di vuelta para mirarlo y cuando me vio se desvaneció.

A la mierda.

Mauro, que estaba con su celular, escuchó el ruido y miró- uy la puta madre, ayúdame a sentarlo.-

-¿qué le pasó?- pregunté asustado.- Estaba bien y de la nada…-

-El gordo no puede ver sangre porque se desmaya- yo seguía sin entender.- Pajero, te está sangrando la nariz hace una banda, pensé que te habías dado cuenta- me dijo señalándome la remera, que estaba toda roja. 

Dejé a Mauro levantando a Lombardo y me toqué la nariz, tenía todo rojo.
Creo que me voy a desmayar.
Me tuve que sentar.

-¿Qué hicieron?- Meu nos miraba con los ojos bien abiertos. 

Joya.

𝗯𝗮𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora