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Ninguno de los dos dijo nada. Se saludaron y el morocho siguió hacia el fondo de la casa, mientras ella cerraba la puerta. 

¿por qué no le habían avisado que él iba?

Antes de volver con los demás sintió el timbre sonar otra vez. Ahora si era Priscila.

Euge

-Nos vino a abrir el mismísimo Grinch- le comentó Pri a Nicolás cuando me vio. - ¿qué pasó, amichi? ¿Todo bien?

-si, después hablamos- no quería hacer todo incómodo, y menos cuando recién llegaban.

-Hola, Euge- miré al chico que me sonreía al lado de mi amiga esperando a saludarme.

-Hola ¿todo bien? Pasen, estamos en el fondo.- Ahora sí cerré. No esperaba a nadie más.

Ya se que les había dicho que no me molestaba que se juntaran con Tiago, pero estaba hablando de ellos.

A sí me molesta.

Cuando llegamos al fondo de la casa vi al que me obligó a abrir la puerta con cara de "perdón, no sabía qué era él", la cual ignoré, y me senté a hablar con Pau y Maga.

-¿ustedes sabían que venía?- les pregunté por lo bajo.

-no, sino te hubiera dicho- contestó Maga. Paula se quedó en silencio

-Soltalo- le dije mirándola

-me enteré cuando llegamos, me dijo Mau. Te quise decir pero no pude.- confesó la culpable.

-¿de qué hablan?- Dijo Pri uniéndose a nuestra reunión clandestina.

-De que Paula sabía que venía y no le dijo nada a Meu- resumió Maga

-Pero me haces quedar como el culo si lo decís así, Magalí- se quejó Paula.

-Tampoco sé peleen- 

-Ya fue, tratemos de tener la noche más tranquila posible.- dije 

-Eso mismo- me apoyó Pri- hace como que no vino y listo. Vos podes amiga, se fuerte- me sacudió el hombro.

De repente se convirtió en una clase de autoayuda. 


-Meuchu ¿me cambias un rato? Me está matando la espalda- se quejaba Pri.

Asentí.

-Nico, a mí también me duele la espalda- dijo Mauro, que estaba sentado al lado de Pri, mirándome.  ¿¿¿Qué hace???

-¿Bueno…?-

-Le podrías cambiar de lugar- acotó Pri

-Ah, sí. Obvio- El castaño se levantó de su asiento y se vino a sentar a mi lado. 

-Otra vez juntos- le dije una vez que se sentó

-Sí, es el destino- bromeó. Creo.

Empezamos a hablar de las cosas que habíamos hecho hoy y nos pintó el hambre.
¿Qué íbamos a comer? Fácil, pizza. Pau ya había llamado a la pizzería (siempre llama ella) y estaba por llegar en cualquier momento.

Los chicos nos contaban que en estos días tenían el último partido y nos invitaron a verlos. Pri nos dijo que la clase de hoy había estado cansadora. Y Pau contaba algo de una serie que Tiago también había visto, y se pusieron a hablar de eso.

-¿nos vas a ir a ver?- preguntó una voz a mi costado.

-¿qué?- 

-Al partido, si nos vas a ir a ver- repitió.

-Ah. Si me dejan sí, obvio- reí- más les vale ganar, sino no voy más.- lo codee despacito.-

-Olvidate, los reyes del basket nos dicen- 

-Se agrandó Chacarita- se rió.

Hablaba con Nicolás y sentí una mirada que me quemaba. Ya sabía de dónde venía, pero igualmente miré.
Tiago y contacto visual, que divertido y para nada incómodo, pensé.
Que ganas de preguntarle qué mira. 
Corrí la mirada y volví a la conversación.

_

-¿Alguien puede ir a buscar la comida mientras arreglamos la mesa?- preguntó Maga.

-Yo voy- dije ofreciéndome. Que servicial estaba últimamente.

-¿te acompaño?- me preguntó Nico.

-Dale-

Le pagamos al señor, le dimos la propina y Nicolás cerró la puerta y frenó a mitad de camino.

-¿Te puedo preguntar algo?- 

-sip-

-¿Le caigo mal a Tiago? Cada vez que lo miro me está mirando mal.- Mi vida, que inocente.

-La verdad que ni idea. No nos hablamos-

-Ah, perdón. No sabía- le incomodó mi respuesta.- Y... qué onda ¿Estás bien?

-¿Por la pelea decís?- asintió- Sí, supongo. Trato de no darle mucha importancia- 

-Bueno, si algún día querés hablar o algo, yo estoy- 

-Gracias, Nico- le sonreí.

-Daleeee, hace media hora están ahí con la pizza. ¿Por qué tardan tanto?- gritaba Mauro.

-Vamos porque nos van a asesinar-

𝗯𝗮𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora