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Euge


Necesito hablar contigo.

Tiago
Por?
Son las 9 de la mañana Eugenia

Cómo "¿por?" Este vive en una nube, sino no se explica.


Voy a tu casa en un rato.

Tiago
Ok

Tengo nervios como para repartir. Ya repasé 10 veces todo lo que le quiero decir, pero seguro me termino olvidando de algo.
Agarré las llaves y los auriculares y salí a su casa. Si lo pienso mucho no lo hago.
Cuando estaba a una cuadra de distancia le mandé un mensaje para que me abriera.

-Hola, pasá- seguía en pijama y con el pelo despeinado. -¿de qué querías hablar?

-Te la voy a hacer corta, Tiago. Terminala. Basta de decirme que me extrañas, que me queres y no se que cosa. Ya está. Siempre me decis esas cosas cuando estás con un pedo tremendo, como para no acordarte de lo que haces y a vos te chupa un huevo. Me pongo nerviosa, pero veo que estoy gastando aire porque nunca me vas a escuchar, así que deja de gastar mi tiempo en esto y deja de hacerme sentir mal. Déjame en paz.-

Me miró extrañado de que reaccionara así.

-pero te extraño de verdad.- 

-No me extrañas. Extrañas tenerme ahí al lado, sabiendo que iba a estar sin importar nada, pero ya está. Se terminó. Ahora que estoy con alguien más, de repente me venís a decir todo lo que no me dijiste en meses.
Ahora que te estoy tratando de superar, venís y haces que no pasó nada. ¿Quién te pensas que sos?- pausé.- No tenes derecho a venir ahora, como si nada, y volver a confundir todo. No te lo voy a permitir.-

Seguía sin decir nada. 

-¿En serio te vas a quedar así? 

-No se que decirte-

-no puede ser…no puede ser que cada vez que peleamos yo quedo como la loca y vos estas tan tranquilo- me senté y apoyé la cabeza entre mis manos.- ¿Por qué decis esto ahora? ¿Qué pasó entre la pelea y ahora para que cambiaras de opinión? no entiendo.

-te pido perdón- se pasó la mano por la cara- No tengo ganas de pelear de nuevo, Meu.

-No me pidas perdon, no quiero que me pidas perdón ahora.- dije seca.- lo único que quería antes era que estuviéramos bien, pero a vos no te podría importar menos alguien que se preocupaba tanto por vos.-se me escaparon un par de lágrimas- no quiero tu perdón ni que trates de ser simpático ahora. Quiero volver a ser la que era antes. Antes de que me rompieras el corazón y me dejaras pensando todas las noches que mierda hice mal para que vos no estuvieras.-

Tiago me miraba pero ya no me miraba con cara de pena, me miraba enojado, como con ganas de discutir.

-Discúlpame por haberte roto el corazón, nunca me enteré de nada, porque nunca dijiste nada. Ahora te estás comportando como una nena que no consiguió lo que quería y te la estás agarrando conmigo, cuando no tengo nada que ver.- 

Dios como se puede ser tan imbécil.

-No me digas nena, no me trates como una nena porque ya estoy grande como para que me boludeen.-

-No parece.- 

-Sos vos el que parece un nene, nunca queriendo hablar las cosas y encerrándote en vos mismo. Siempre soy yo la que te anda atrás, tratando de arreglar las cosas que vos rompes.- lloré un poco más, pero esta vez de bronca.- Ya estoy cansada. Te enojas conmigo por algo, nos peleamos, me pedís perdón, yo como una cornuda hago que no pasa nada, y a los dos días te volves a enojar por otra cosa. Es un círculo. Todo el tiempo es lo mismo y no lo aguanto más.

-¿Te pensas que a mí no me molesta estar todo el tiempo mal con vos? ¿Qué soy un pelotudo que no se da cuenta de las cosas?

-Si no lo sos, actuas muy bien-

-Córtala, Eugenia- me cortó en seco- Para vos nunca puedo hacer las cosas bien por más que trate. No sabes cómo duelen tus palabras.- me miró- Dale, decime de vuelta que soy el malo y que nunca te escucho. Decime que queres que me alejé y no te diga más nada, y lo hago. Pero sé que van a ser todas mentiras, así que seguime mintiendo.- dijo cínicamente. 

-Te odio- 

-seguis mintiendo- suspiré.

-Nunca entendí qué pasó- dije sincera y más calmada. Si íbamos a hablar necesitaba no querer matarlo cada dos palabras. Él me miraba con una cara que me hacía sentir más chiquita de lo que soy- Contame la verdad y decime el por qué. ¿Cómo fue que te deje de importar de un día al otro?- 

-Nunca me dejaste de importar, ya te lo dije- 

-Dejá de contestarme solo lo que queres, Tiago. Decime la verdad. ¿Qué pasó entre nosotros dos?-

-No se… supongo que algo se rompió.- se encogió de hombros.

-Decis que me extrañas y después me dejas ahí sin respuestas.- suspiré.

-¿Por qué tenes que hacer todo tan complicado?

-¿Yo soy la que hace las cosas complicadas? Boludo, te volviste una persona diferente, no solo conmigo, con todos los demás. Te tratas de hacer el copado y sos un pelotudo.-

-Genial.- me sostuvo el pulgar hacia arriba, haciendo como si le importara.- ¿sabes que? al final de cuentas, estás haciendo lo mismo que yo con Melisa.- wtf- Estás con otra persona y me haces los planteos a mi, como hacía yo contigo. Replanteate eso. Igualita a mi sos- se rió.-

-No. No me compares, porque yo nunca me trataría tan para la mierda. Dios, me hiciste odiar todo. Eras de lo más importante para mi y me hiciste estar tan triste.

Me levanté dispuesta a irme pero recordé algo.

-¿Aquella noche, a qué te referías cuando me dijiste que Melisa tenía razón?- 

-¿qué?- preguntó sin entender.

-La noche del beso, antes de irte me dijiste "al final Melisa tenía razón" ¿a que te referías?-

Pensó antes de responderme- Me dijo que la iba a dejar a ella para estar contigo, y que no iba a funcionar porque me ibas a lastimar.- miró hacia otro lado- Y al final tuvo razón- 

-¿Por qué nunca me dijiste nada?- me enojé.

-¿Y vos?- retrucó.- ¿Por qué siempre yo soy el culpable de todo? Vos también te mandaste tus cagadas, pero para todos yo soy el único que la cagó porque te encargaste de poner a todos de tu lado. No pensé que fueras así, eh. Y yo sigo acá sintiéndome mal, cuando la mala sos vos.- me señalo- Te quiero lejos, pero seguis ahí.-

nada más negué con la cabeza y vi como se paraba y abría la puerta.

-Espero no verte más-

Salí de la casa y no pude hacer más que caminar a mi casa mientras lloraba. Fue la charla más larga que tuvimos y fue una mierda. Ya se fue todo al carajo.
No hay chance de que este día pueda empeorar.
Terminé de pensar eso, y se puso a llover. ¿Todo me va a salir mal en este día del orto? 
Llegué a mi casa y me largué a llorar peor. Apagué el celular y me tiré a la cama. 
Tenía ganas de dormir, por lo menos así se terminaba más rápido todo.


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Capitulo larguito, más de lo habitual. Tenía ganas de escribir el ~conflicto~ jsjsjsja.
Espero que les guste y capten todas las referencias.
Comenten que piensan que me re gusta leerl@s.
Espero que anden bien, l@s quiero.

-Mica<3

𝗯𝗮𝗰𝗸 𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 | 𝗧𝗶𝗮𝗴𝗼 𝗣𝘇𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora