Cuando se perdió de nuestra vista me dirigí hacia Violett. Seguía temblando y las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas de forma silenciosa, levanté su rostro con delicadeza. Le dije: -Perdóname, enserio, fue mi culpa lo que pasó. Perdón... Te protegeré- me diriji a Spence y Luka -Nadie más le hará daño, a nadie... - le sequé las lágrimas de las mejillas y me incorporé antes de que las mías fueran demasiado evidentes, comencé a guardar las que eran las provisiones de Rachel en sus mochilas. Las lágrimas resbalaban por mis mejillas una por una, terminando en un torrente. No pude evitar soltar un grito de frustración, mis manos comenzaban a temblar. Sentía las miradas consternadas de Spencer y Luka, se preguntaban mutuamente que me sucedía, el peso de mis pensamientos, la manera en la que me atacaban. Cómo sentía el tiempo distorsionarse, mis palmas sudar, mis brazos contraerse, caí sobre mis rodillas llorando. La desesperación se apoderaba de mi ser
-¡Vamos, no ahora!- pensaba. Intentaba tranquilizarme pero, no lo conseguía. Confiaba en Rachel, no entendía porque nos había traicionado y mucho menos tan pronto. Sentía un bochorno intenso. Mi cuerpo se había empapado de sudor en cuestión de segundos. Mi ritmo cardíaco estaba por las nubes, sentía cada latido en mis ojos, una desesperación auténtica. Sabía lo que ocurría, un ataque de ansiedad es muy fácil de identificar pero, aunque pienses y pienses cómo puedes salir de él. En el momento, ninguna alternativa funciona.
Spencer y Luka me llamaban, escuchaba sus voces lejanas. A pesar de que se encontraban a medio metro de distancia. Violett se levantó como pudo, quitando lo que fuera que detuviera sus pensamientos y se hincó frente a mi. Levantó mi rostro y me miró profundamente, de esa forma me dijo que estaríamos bien, mientras estuviéramos juntos, no pude evitar saltar hacia ella y darle un abrazo pidiéndole perdón
-Está bien, B- me dijo al oído mientras tomaba mi cabello -Esta no es tu culpa, del todo. Estamos vivos, tenemos que enfocarnos en eso ahora- Sentí poco a poco como la presión en mis hombros se iba disipando. Retomaba el control de mi cuerpo. Cuando Violett me vio más tranquilo intentó incorporarse, pero sus golpes no se lo permitieron.
-¡Violett!- dije tratando de sostenerla
-¡Viot! Estás muy herida- replicó Spence
-No es... Aggg, nada- respondió mientras la colocaba de nuevo en su sitio original
-Te quitaré la chamarra, necesito revisarte- le dije, acto seguido le quite la chaqueta. por suerte el corte no era del todo profundo
-Ahhg, debo admitir que esa perra golpeaba bien para ser una anciana-
-No es gracioso Viot. Pudiste morir- respondió Spence mientras intercalaba una mirada pensativa entre Violett seguida de mí.-¿En qué piensas?- le dije
-No podemos seguir con ella en este estado- respondió
-Tampoco podemos quedarnos aquí arriba, genio. ¿Qué propones?- respondió Violett
-Podríamos buscar un auto- comencé a decir
-¿Ahora somos ladrones de autos?- dijo Viot -Eso es poco original hasta para ti, Beast-
-Además, las calles están repletas. Esas porquerías solo nos harán una trampa mortal en el auto- replicó Spence. Las ideas comenzaban a ser debatidas entre los 3. Mientras que Luka solo nos observaba. Intentaba hablar pero ninguno de nosotros lo dejaba, pasaban los minutos hasta que tomó aire y gritó:-¡Basta!- sonó tan bestial su rugido que los 3 enmudecidos en el acto, ese era el Luka de los entrenamientos que conocíamos -Tengo una idea- se limitó a decir
-¿Cuál es tu idea, grandulón?- pregunté
-Confíen en mí. B, traza una ruta para llegar 4 calles al este. Yo iré al frente...- una vez tracé la ruta, tomamos nuestras pertenencias. Pero Luka se dirigió a la chica: -Violett, ¿Te importa si te cargo?-
-Claro que no, grandote. Adelante- cuando él la levantó en sus brazos y ella se tomó de su cuello, sentí algo removerse en mi interior, algo extraño, un empujón leve con el hombro de parte de Spence me sacó de mi trance-¿Vienes?- dijo arqueando una ceja
-Claro, cierto. Voy enseguida- decidí concentrarme en el objetivo. 4 cuadras al este. Era en ruta a la terminal. ¿Qué pretendía Big L?
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Entre la muerte
General FictionBeast y sus amigos se verán enfrascados en una emergencia la cual pondrá al límite su juicio, su moral e incluso su amistad. Enmedio de una muerte abundante... ¿Podrán sobrevivir?