Hay una puerta trasera

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-Suerte y buena fortuna para ti también, mi amigo-

Corrimos tan fuerte como nuestros corazones y piernas nos lo permitían, evitando contactos con esas aberraciones. La tienda de supervivencia estaba del otro lado del camión, teníamos 2 opciones, o lo atravesabamos, o lo escalabamos. La primera parecía más fácil, Luka pasaría primero, nos liberaría el camino del otro lado, después Spence, el chico podía abrir cerraduras. Si estaba bloqueada, solo había que dejárselo a él, seguido de Rachel, Violett y por último yo, sellaría la puerta del lado por el que subiriamos y bloquearía la puerta de la tienda, fácil. O al menos eso creí

-¡Vaya que está atravesado!- dijo Luka

-¡Te lo dije!- respondí. El se guardó el hacha en cuanto llegó al camión y comenzó a forcejear con la puerta, mientras nosotros manteníamos a raya a más de una docena de esas cosas. Cuando pudo abrirla, pasó enseguida con Spence detrás de él, pasó Rachel pero Violett había sido acorralada por 5 aberraciones, ví con lo que contaba a mi alrededor y solo había una banca.

-¡Violett!- grité

Corrí hacia ella y salté de la banca cayendo justo en la cabeza de uno de ellos y golpeándolo con el bate. Acto seguido comencé a golpearlos a la desesperada, cuando 3 cayeron la tomé del brazo y corrí, la lancé por delante mío en el camión, mientras yo atizaba otro golpe a un infectado. Pero fallé... Mi bate golpeó un árbol al lado, rompiéndolo, dejándome solo con la mitad de un mango roto, se lo lancé en la cara y sentí un tirón de mi ropa hacia el camión, Luka me había sacado de ahí, cerré la puerta lo más rápido posible y la bloquee.

Al volver la vista, la calle parecía estar sola. La concentración de esas porquerías estaba del otro lado de la avenida. Hasta que descubrieran las calles aledañas estábamos bien. Spencer logró abrir la puerta de la tienda y entramos.

-Llegamos tarde- dijo Luka

-No quedan muchas cosas. Saquearon todo lo que pudieron hace unas horas- completó Rachel

-Bueno, solo queda buscar. Lo que sea es útil, por mientras pasaremos aquí la noche, tenemos una salida trasera y una delantera, si algo se complica, nos vamos por detrás-

Todos comenzamos a buscar en cada rincón de la tienda, yo por mi parte, decidí buscar en la parte más recóndita de la misma, Violett apareció al cabo de unos minutos en la puerta de la oficina.

-¿Has encontrado algo?- me dijo

-No, aún no. Solo facturas y facturas- dije mientras revisaba un mueble enmedio de la estancia

-¿Sabes? No eres tan inútil después de todo-

-¿Es tu manera de agradecerme estando molesta?- la miré y sonreí -está bien, lo acepto-

-Vaya id... aggh, eres imposible- Pude jurar que estaba sonrojada

-Si, Viott... Ambos lo somos- abrí el último cajón de la estancia y encontré un par de machetes, debían de ser de un alto valor.

-Oye, mira- le dije -esto es perfecto-

-Pero solo son 2- replicó -genio, somos 5-

-Solo nuestras armas están inservibles- respondí -Luka tiene su hacha, Spence su garrote y Rachel su barra, ellos están bien. Nosotros debemos protegernos- le extendí uno de los machetes

-Más te vale que nos lleves a la maldita central de autobuses- dijo tomándolo de mala gana -si alguno de nosotros muere, yo te mataré a ti-

Me arrepentí de darle el machete enseguida, me aclaré la garganta y salimos de la estancia. Pusimos sobre una manta térmica todo lo que encontramos, contábamos con: tres linternas, unas cuantas baterías, 2 cantinfloras para llenar de agua, 3 mantas térmicas, un cuchillo de caza y 2 juegos de protecciones.

-Muy bien, ahora lo importante. ¿Quién usará qué?- dije

Spencer me miró e intercambió una mirada con los demás

-Tú utiliza uno de los juegos de protecciones-

-¿Por qué yo?- dije

-Pues, porque...- comenzó a decir Spence

-Porque estás pirado y es más probable que te infrinjas daño físico- dijo Violett sin siquiera mirarme a los ojos mientras mordía una barrita alimentaria

-En ese caso ¿Por qué no tú usas la otra? Tú sí que estás desquiciada- completó Rachel

-Claro, no tengo problema- se encogió de hombros -¿Segura que no las quieres usar? Las personas de tercera edad tienen prioridad-

-A ver, mocosa hija de...-

-¡Basta!- dije mirando a Rachel -me parece una buena idea que Violett usé el otro juego, Luka siempre protege a Spence y yo a ti. Ambos estamos protegidos, solo falta Violett- la miré y le extendí el juego -adelante úsalas- ella solo las tomó y comenzó a ponerlas

-Yo además encontré ésto- dijo Luka mostrando una masa larga y brillante, de color negro. Los ojos de Violett brillaron al verla

-¡Yo la quiero!- dijo -te devuelvo tu machete horrendo- lo lanzó hacia mí, enseguida me lo colgué en la espalda junto con el otro y ajusté la correa.

En cuanto la masa estuvo en manos de Viot, ella comenzó a moverla, a sentirla. Lo admito, la ausencia de luz en la estancia y sus ojos inspiraban un poco de miedo. Mi reloj vibró, eran las 2000 horas, nos restaban 81 horas para atravesar la ciudad. Debíamos descansar

-Muy bien, todos hemos comido y tomado agua- dije incorporándome. Estuvimos un tanto expectantes hasta las 2300 horas. Armando las casas de campaña, pensando en estrategias. No hubo mucho intercambio de palabras en esas horas hasta que dije:

-Es hora de dormir, mañana tenemos que movernos temprano, descuiden. Yo seré el primero en hacer guardia-

Mientras estaba sentado viendo hacia la avenida, viendo cómo poco a poco se llenaba de esas cosas. Solo podía pensar en que aquella situación era real, podíamos morir en serio. Esto no era un juego o una simulación como las de los videojuegos que solíamos jugar Chad y yo a altas horas de la noche. Tenía que reunirme con los chicos y poner en marcha el plan.

Una mano en mi hombro me sacó de mi trance, era Violett, quien me dijo:

-Debes dormir, B. Yo tomaré tu lugar-

-Claro, gracias Violett- mientras me alejaba me preguntó, sin siquiera mirarme

-¿Serías capaz de vendernos? ¿De utilizarnos?-

-¿De qué hablas? ¿Alguna vez te he dado motivos para que desconfíes de mi?-

-No, la verdad no. Pero la gente puede cambiar ¿No es lo que siempre dices?-

-Viot, no se que te haya sucedido. Pero yo jamás sería capaz de traicionart... traicionarlos- dije con un nudo en la garganta -por algo los traje conmigo, ustedes son mis amigos-

-Confiamos en ti, Beast. No me hagas arrepentirme-

-Descuida Viott, no será así-

Me di la media vuelta y entré a la casa de campaña, Rachel dormía con su chamarra a manera de cobija, Spencer y Luka estaban abrazados, Luka roncaba. Me quité las armas de la espalda, aproveché que nadie me miraba para sacar mis píldoras de mi mochila y tomé una, bebí un poco de agua y me recosté del otro lado de los chicos.

-He tomado la primera- dije a un hilo de voz -me quedan 3-

Suspiré, hasta ese momento caí en cuenta de lo cansado que me encontraba, cerré los ojos y todo se oscureció.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora