Ducha apocalíptica

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Una vez bajamos las escaleras, comenzamos a movernos con discreción sobre las calles. Los automóviles abandonados eran un buen método de contención para "ellos" siempre y cuando estuvieran de un lado de la avenida y nosotros del otro, cautelosamente llegamos a una casa pequeña de 2 plantas, jamás en mi vida la había visto. La fachada era azul, desgastada, con una reja negra y una ventana grande en el segundo piso.

Pensé que Spence tendría que forzar la cerradura. Pero al detenerse, Luka bajó a Violett y buscó en su bolsillo un pequeño llavero, con un casco de americano y una llave, la introdujo en el mecanismo y está se abrió. Tomé a Viot y entramos lo más rápido y sigiloso posible, al dar la vuelta nos encontramos en un pasillo color blanco, con azulejo en el suelo y luces amarillas en el techo, al seguir caminando entramos a una sala con muebles algo antiguos, una televisión, mesa de centro, un comedor, una cocina y una barra.

Luka subió las escaleras sin reparar en nuestro total desconocimiento del sitio diciendo:
-Por aquí- Spence y yo nos miramos y decidimos seguirlo. Al alcanzarlo, nos encontramos con 3 puertas. 2 cuartos y un baño completo, la primer habitación estaba cerrada, la segunda parecía la habitación de un niño pequeño al cual le encantaban los deportes, lámparas de balones, figuras de acción, equipamientos. Luka lo miraba incrédulamente.

-Emm, Grandote... ¿Estás bien?- dije
-... Si, claro. Claro, no pasa nada, puedes descansar aquí, Violett, ven. Toma asiento, pueden dejar sus cosas abajo. Dónde gusten, iré por un poco de agua para tí, Viott- al salir de la habitación. Sus ojos se clavaron en el cuarto de enfrente unos segundos. Acto seguido sus pasos torpes resonaron por las escaleras.

-¿Soy el único al que le parece extraño que Luka tenga llaves de una casa que no conocemos?- dijo Spencer, pero yo no lo escuchaba. Recostaba a Violett, la ayudaba en medida de lo posible
-Ya te dije que estoy bien, no es necesario que me cuides, B-
-Estás herida. No puedo dejarte así como así-
-No soy una bebé, entiende. Puedo cuidarme sola- acto seguido se giró un poco hacia el lado derecho de la cama, para evitar el contacto visual. Enserio que no entendía a esa chica. Siempre que sentía que me acercaba, ella daba un paso hacia atrás.

-Iré a, a ver. Con qué provisiones contamos estando aquí- dije, acto seguido me di la media vuelta y bajé por la escalera
-¿Por qué eres tan dura con él? Hace meses que actúas extraña cuando está cerca, ¿Te hizo algo?- le preguntó Spencer
Ella solo bufó con frustración y dijo: -No lo entenderías aunque te lo contara a detalle-
-Está bien, tus razones tendrás. Solo, dale una oportunidad, es un idiota, pero no es malo-
-Lo sé. Y eso es lo peor de todo- respondió

Al bajar a la sala de nuevo. Me encontré con Luka, buscaba mermelada en la alacena. Tenía una rebanada de pan con mantequilla de maní y una vacía del otro lado del plato, un zumo de manzana y una naranja.

-El desayuno favorito de Violett. Sándwich de mantequilla de maní y jalea con zumo de manzana- le dije
-Exacto. Ama mis sandwiches, así que creí que ello le levantaría el ánimo un poco-
-Eres increíble, grandote- dije -casi tan increíble como esta casa. ¿Quién vive aquí? ¿Algún familiar tuyo?-
-Emm... Yo, pues...-
-¿Vivías aquí o no? ¿Grandulón?- dijo Spencer bajando las escaleras con un tono amable

Luka dejó caer el cuchillo en el plato y agachó la cabeza. Sentándose en la barra... Comprendía qué pasaba, hacía 3 años que la madre de Luka había fallecido, ahora él vivía con sus abuelos en las afueras de la ciudad, actualmente sus abuelos tomaban un viaje por una isla en el Caribe.

-Vivía en esta casa antes de que la enfermedad de mi mamá... - comenzó a decir con lágrimas en los ojos -empeorara, después me la pasaba en el hospital. Mi mamá me dejó la casa como herencia-
-¿Y por qué no nos habías contado?- dijo Spencer
-Cuando mi padre se fue, me prometí que la cuidaría de todo... ¡Me fallé! ¡Le fallé a mi madre! (Golpeó el puño sobre la barra) No pude hacer nada por ella, no me atrevía a pisar esta casa, venía solo a hacer limpieza o reordenar la alacena. pero ahora tengo familia que está en apuros, puedo hacer algo por ustedes-
-¿Por nosotros?- dije
-Ustedes son mi familia, ayudándolos a ustedes, siento que ayudo un poco a mamá- las lágrimas no paraban de emanar de sus ojos.

Levanté el cuchillo y lo lavé, lo seque con un trapo y se lo extendí
-Tu madre está orgullosa del hombre en el que te has convertido- él lo tomó y añadió la jalea al sandwich. Spencer tomó la mesa para desayunos en la cama y preparamos todo -Vamos, grandote-

Al subir las escaleras y entrar en la habitación, nos dimos cuenta de que Violett dormía, estaba tan tranquila, los analgésicos para el dolor funcionaban bien. Luka me extendió la mesita con el desayuno
-¿Puedes buscarle un sitio? Iré a preparar algo de comer ¿Me acompañas, Spence?-
-Perderme la oportunidad de verte cocinando, jamás. Adelante- y ambos bajaron

Por mi parte, dejé la mesita en el buró al lado de la cama en dónde se encontraba la chica, me senté en la silla del escritorio contiguo y no pude evitar recordar las noches en las que nos juntabamos los 4 a ver películas, jugar videojuegos y comer chuches por montones. En los días en que fingía quedarme dormido después de que Spencer y Luka cayeran solo para sentir como Violett se acurrucaba a dormir a mi lado. Inevitablemente una sonrisa se asomó por mi boca y me contagie de esa paz que provocaba verla dormida. Me acerqué lo más posible poniéndome de rodillas y acomodé su cabello. Le susurré:
-Luka tiene razón. Somos una familia, prometo cuidarlos y llevarlos sanos y salvos a un sitio seguro. Así lo haré- me incorporé de manera silenciosa y salí de la habitación cerrando la puerta detrás mío. Eché mi espalda hacia atrás hasta toparme con la puerta y exhale fuertemente, pasé al baño a refrescarme la cara, no había caído en cuenta de lo sucio que me encontraba hasta ese momento. Ladee un poco la cabeza y le pregunté a Luka:
-¡Grandote! ¿Está bien si me doy un baño?-
-Claro, ¿Quieres que metamos la ropa a la lavadora?- respondió, subió y me dijo. Necesitas una muda extra de ropa
-Sería grandioso. ¿Tienes algo de sobra?-
-Por suerte para ustedes, la mayor parte de mi ropa está aquí- me dió a escoger una muda nueva de ropa, me extendió una toalla y entré al baño.

Mi primera ducha en el apocalipsis de la humanidad... era interesante, no podía dejar de pensar en que todo ello podía parecer un sueño. Una alucinación. Las manchas de sangre y mugre en mi cuerpo no decían lo mismo... Una vez bañado y cambiado (Luka me hizo escoger de su guardarropa lo que más me gustara. Tomé una camiseta de tirantes azul y unos pants grises) le cedí el turno a Spencer. Seguido de Luka. Una vez los 3 bañados, pensamos en estrategias para avanzar y recuperar el tiempo perdido. Sentados en la barra, con el mapa desplegado
-La comida está lista- dijo Luka, olía delicioso. Pues, además de ser un jugador de americano, siempre ayudaba a su abuela a cocinar.
-Se ve delicioso- dije
-Muero de hambre- replicó Spencer, noté un gruñido proveniente de mi estómago y miré mi reloj. Eran las 14:00 horas y Violett seguía dormida. Tendríamos que pasar la noche ahí.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora