Pasión, amor y... ¿Zombies?

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Mi corazón daba un vuelco a cada segundo. Estábamos allí, 8 malditos meses después, en pleno apocalipsis del mundo, todo podía acabar de un segundo a otro. Pero por mi estaba bien, no me importaba nada siempre y cuando estuviera ella... Los besos comenzaron a incrementar su intensidad y las prendas caían poco a poco, la calidez que sentía en ese momento era difícilmente comparable con cualquier otro sentimiento en mi vida, nos perdimos tan fácil uno en el otro y de pronto parecía tan normal, tan cotidiano, como si estuviéramos destinados a esto.

Fue más perfecto que aquella noche, dónde no teníamos el valor... Ni de aceptarlo, mucho menos de entregarnos, negandonos a sentir lo que hubo siempre dentro de nosotros, negandonos a ser jóvenes cuando podíamos, haciendo caso a una "razón" por demás insensata y ahora, robando unos minutos del mundo que nos había arrebatado la juventud.

El deseo acumulado en esos meses daba sus frutos a la intensidad que le daba la gana. Nos volvimos esclavos del tacto, de las sensaciones, su piel con la mía, cada roce. Cada movimiento, por más abrupto o delicado que fuera, producía la misma electricidad y éxtasis en nuestros cuerpos.

Cuerpos mayugados y débiles, sabían exactamente qué hacer ante los estímulos del otro, cómo si no fuera la primera vez. Cómo si de alguna manera nos recordaramos de mucho antes. Incluso antes de nacer...

Dejamos de ser los dos seres independientes para fusionarnos en un único acto de amor y necesidad.

Una vez fue culminado el deseo y la adrenalina ella se recostó en mi pecho con mi camiseta puesta, yo no veía su rostro. Pero sabía que una sonrisa se esbozaba en esos labios.

Ninguno hablaba, simplemente la abrazaba con fuerza acercandola aún más a mi pecho. Sintiendo nuestro respirar

-¿Alguna vez imaginaste que esto pasaría?- me preguntó sin moverse
-Jamás en esta situación- dije -Creí que el día que te dijera todo. Sería en un baile, en medio de una canción lenta-
-Eso es absurdo... Sabes que odio los bailes escolares, bobo- dijo sentándose en la cama
-Bueno es claro que...- un grito proveniente de fuera cesó mis palabras.

-¡Te dije que en el suelo!- era Chad quien gritaba
-No te atrevas a mover un músculo, enana- agregó Roxanne -Claro si quieres una bala en la cabeza, intenta algo estúpido-

-¿Eso es fuera?- dijo Violett
-Así es- agregué. Subiendo mi pantalón y saliendo de la habitación directamente hacia la confrontación. Violett me siguió detrás usando su ropa interior y mi camiseta. La cuál llegaba hasta la región media de sus muslos.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora