Revoltijo de emociones

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Un plato entró en mi campo de visión. Un trozo de pollo cocido con unas patatas y un poco de lechuga, era lo más cercano a un plato normal que comería en un tiempo. Así que comencé a saborear cada bocado. Estaba delicioso.

Una vez terminado mi plato, me levanté de la barra y dije -Iré a ver a Violett- subí las escaleras y al abrir la puerta, la chica tenía la mesita en las piernas, se encontraba engullendo el emparedado.

-Buenas tardes, bella durmiente- dije
-Amo los sándwiches de mantequilla de maní y jalea de Luka- respondió
-Lo sabemos, supusimos que te gustaría uno- ella me miró, iba a pronunciar palabra pero al final solo dijo:
-Wow-
-¿Qué pasa? ¿Todo bien?- dije mirando a mi alrededor
-¿Te diste un baño?- preguntó al verme.
-Si, ¿Por?-
-¿Tuviste qué esperar a que fuera el apocalipsis de la humanidad para darte una ducha? vaya lógica la tuya...- esperó unos segundos... -Espera, ¿Eso quiere decir que lo que huele mal soy yo?-
-Así parece-
-Necesito darme un baño- comenzó a incorporarse de la cama, me acerqué a ayudarla pero me detuvo con la mano. Caminó hacia el baño, sus movimientos iban más fluidos (creo que no necesitaba ayuda después de todo) pensé

-Emm ¿Necesitas que lavemos tu ropa?- le dije un poco nervioso.
-Si, sería algo útil de tu parte, Beast- dijo abriendo un poco la puerta y sacando sus prendas por la pequeña rendija
-Está bien. Emm, le diré a Luka si puede escogerte una muda de ropa para cuando salgas-

Me dí la vuelta y comencé a bajar. Luka limpiaba la cocina y Spencer descansaba un poco. Todo como en los viejos tiempos, cuando me vieron, Spencer me preguntó.
-Vaya, hace mucho que no veíamos esa expresión. ¿Se metió a bañar, cierto?-
-¿De qué hablan? ¿A qué se refieren?-
-Vamos, B- dijo Luka -Siempre que Violett se bañaba te ponías tan rojo como un tomate. Ven, dame su ropa y puedes elegir lo que gustes del armario-

Al subir y buscar entre las pertenencias de Luka, encontré unos pants pequeños que creí le quedarían bien y una camiseta lo más pequeña posible. Estaba seguro que le quedaría inmensa, pero era con lo que contábamos.

Cuando Violett bajó las escaleras se veía radiante. Sus ojos brillaban más de lo normal, como siempre que salía de bañarse. Su vendaje se había empapado. Tenía que cambiarlo. Luka fue a chequear la ropa y Spence estaba dormido en el sofá
-Beast ¿Me ayudarías?- dijo mientras se subía la manga de la camiseta. Deje de lado el mapa de la ciudad y accedí. Tomé con precaución el vendaje y lo desmonté, una vez limpio, la herida no se veía grande

-Tuviste suerte- dije -Esto pudo ser mucho peor-
-Si, creo que la tuve. Al menos la perra no me mató- guardé silencio por unos segundos -¿Qué sucede?-
-Nada es solo que... Sigo creyendo que fue mi error. Casi pierdes la vida por mi causa-
-No seas tan duro contigo- respondió -No sabías lo loca que estaba esa mujer, lo bueno fue que te diste cuenta de ello-
-Eso creo-
-¿Cómo, cómo te sientes después del ataque?-
-Pues, bien. Digo, no lo recordaba... Creo que en este momento es lo que menos debería de ser extraño- dije encogiendome de hombros
-Y... ¿Qué hay de tus medicinas?-
-Tengo para 2 días más- dije -Por eso debemos llegar a con mis padres pronto...- agaché la cabeza. Ella tomó mi barbilla y levantó mi rostro
-Llegaremos a tiempo, nos reuniremos en la maldita terminal y saldremos de esta pesadilla juntos, es como siempre lo hacemos-

Sentí la necesidad de abrazarla, así que me acerqué lentamente a ella. Violett se quedó estática, solo que en vez de abrir mis brazos, acerqué mis labios a los suyos, ella solo cerró los ojos. En ese instante Luka entró a trompicones en la habitación de espaldas a nosotros abriéndose paso mientras cargaba la cesta de nuestra ropa. Entré en pánico y me incorporé de un sobresalto, Viott solo ladeó la cabeza y se quedó callada

-Viott, yo. Perdón, no pretendía-
-Si, tu jamás pretendes ¿Cierto?-
-No, o sea, si. Pero no me entiendes, yo-
-Mira, B. Déjalo así ¿Ok? Quedó más que claro- se levantó y subió las escaleras

-¿Me perdí de algo?- dijo Luka
-Agghh, no grandote, de nada- quería desaparecer...

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora