Del "odio" al amor...

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-Violett... Violett...- toqué, al no obtener respuesta abrí la puerta y entré -No entiendo, ¿Cuál es tu problema?- le dije, estaba molesto
-Te dije que me dejaras en paz, Beast- ni siquiera me miraba
-No, no lo haré. Ya estoy cansado de que me evites, de que parezca que ves a un infectado cuando me miras ¿Qué carajos te hice? ¿Dónde está mi amiga?-
-Siempre ha estado aquí, idiota, siempre ha estado aquí... Ese es el puto problema- me dijo mientras se sentaba en la cama, fue cuando caí en cuenta de dónde estábamos, los muebles, el espejo frente a ella. Nos encontrábamos en la misma habitación que hacía 8 meses estábamos después de la fiesta.

-¿Es la habitación donde...?-
-Que gran observación, aún puedes ver- contestó dejando caer las manos en sus piernas

En ese momento el recuerdo vino a mi mente, yo entrando tambaleante a la habitación mientras Violett me repetía la misma oración:
-Eres un imbécil por haber bebido-
-Aun así quieres a este imbécil- le respondí -Aunque no sabía que tenías una gemela, se ve muy bonita en ese vestido negro-
-¿Ah sí?- respondió con suspicacia -¿Más bonita que yo?-
-¿Pfff bromeas? Desde que soy un crio te lo echo en cara... solo que nunca te lo digo- respondí mientras me dejaba en la orilla de la cama
-¿Ahora me echas cosas en cara?- respondió indignada -Quién debería de estar molesta soy yo, pactamos que nunca ibas a beber en tu vida, idiota y mira... 3 tragos y te tambaleas- me desabrochó el botón del cuello de la camisa
-Por tu culpa no me sorprende la belleza de otras niñas tanto como me sorprendió la tuya cuando te conocí- dije de tajo
-¿M... mi belleza?- se ruborizó levemente -Estas ebrio... duerme ya, torpe-
-¿Me das un abrazo?- respondí
-Claro-
-Y ¿Podrías quedarte conmigo?-
-¿Como en un día de pelis?-
-Si... tengo miedo a morir por una congestión alcohólica- di una risa leve
-Venga, tonto. Que con los 3 tragos que tomaste, no se emborracha ni una mosca- dijo mientras entraba a la cama conmigo y nos tapabamos. Nuestros rostros quedaron cerca, a lo que sentí un tirón en las tripas y sin pensarlo 2 veces la besé... al cabo de un segundo en el cual ella se quedó estática, dije:
-Buenas noches- dándome la vuelta casi al mismo tiempo que ella con un vuelco en el corazón y el cerebro

Violett se levantó y comenzó a avanzar hacia mí de una manera abrupta y con la masa firmemente en su mano izquierda (Debía admitirlo... El contraste de Violett en mi recuerdo y en la actualidad era bastante... De un vestido de noche negro, con su maquillaje espectacular y sus zapatillas Vans negras, a ahora la ropa maltratada, llena de tierra, con cortes en el rostro y cuerpo, un vendaje en el brazo y la masa casi chocando con mi cabeza. Eran situaciones sumamente distintas, pero para mí, irradiaba la misma aura de siempre) retrocedí torpemente hasta la puerta.

-Apártate...- dijo con un hilo de voz extrañamente sonoro -No, vamos a hablar de esto- contesté apartando la masa
-¿¡Qué carajo importa eso ahora!?-
-Me importa a mí- contesté tomándola de los brazos y girándola hacia la puerta, colocando mis brazos a los costados de su rostro y las palmas sobre los muros, su rostro se suavizó y sus ojos comenzaron a cristalizarse
-No tienes idea todo lo que ha pasado en mi cabeza, lo que ese beso... El cómo me sentí.- comenzó a susurrar mirando hacia el piso para después clavar sus ojos en los míos
-¿El cómo te sentiste?- recalqué
-¡A ti qué más te importaría!- volvió a endurecer su expresión, se deslizó por debajo de mi brazo derecho y caminó al centro de la habitación -No lo entenderías, tu estúpido ego enorme no te deja ver nunca más allá de tu torpe nariz- lanzó la masa, cruzó los brazos sobre el pecho y miró hacia la ventana
-Bueno, pues a ti tampoco te vendría mal dejar tanta bravuconería y decir lo que piensas por una sola vez en tu vida-
-Disculpame pero quién se lleva el premio a la idiotez aquí eres tú, cariño- dejó caer sus brazos y se apoyó contra la ventana
-Si, concuerdo plenamente contigo- respondí con un nudo en la garganta -Debí haberte dicho todo esa noche-
-¿A qué carajos te refieres con todo?- respondió
-Yo me sentí completo- dije de tajo, ella entrecerró los ojos -desde hacía un tiempo atrás a la fiesta, me gustas. Mucho... Joder, Violett, me gustas ¿Ok? Te quiero y creo que lo he demostrado en todo este viaje ¿De verdad es tan difícil notarlo?-
-¡¿Y crees que yo tenía conocimiento?! ¡¿Crees que solamente adivino?! ¿Por qué mierdas no dijiste nada?-
-¡Porque no estaba seguro de que tú me quisieras a mi también! ¡Mierda! Tenía tanto miedo de perderte... prefería no tenerte... -
-Y tu solución fue decirme que tenías novia de la nada, cómo si ello fuera a arreglar toda la situación por arte de magia- recalcó
-Trate de salvar la amistad aunque en el proceso me perdí... y te perdí también...- me senté sobre la cama con las manos sobre el rostro (La estoy cagando, joder) pensé
Casi no note cuando Violett se acercó a mí, se colocó entre mis piernas, me tomó el rostro y me miró, ya no con odio, ni con tristeza, con algo mucho más peligroso que eso...
Abrió los labios con intención de hablar, pero en este momento ya no había palabras, me besó profundamente y con calma, como si el mundo de pronto no estuviera al borde del colapso, como si sólo fuéramos dos jóvenes aprendiendo a amar, joder, si nos amamos.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora