Bellota suplente

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-Muy bien. Creo que terminamos- dijo Laren mientras dejaba a la infectada en medio del taller, en cuanto la soltó está se desplomó en el suelo y soltó un gruñido leve
-Mierda- dijo mientras intentaba levantarla
-Bueno, creo que debemos llevarla cerca de la farmacia… ¿No crees?- cuando miré hacia los 2, Laren tenía el cuerpo de la chica sobre su lomo, toda su camiseta se había manchado de sangre y la suplente pataleaba ligeramente como si intentara subir a la par que Laren intentaba elevarla. Un flash proveniente de la cámara fue lo siguiente que se escuchó en el taller abandonado
-Espera, ¿Qué demonios?- Laren se incorporó con la suplente a cuestas completamente mientras se giraba hacia mi posición -Ja… Ja… Una fotografía, muy gracioso-
-Tienes que aceptar que esto es algo sumamente bizarro que no creo que suceda otra vez-
-En eso tal vez tengas razón, está bien. Ahora viene la parte difícil-
-Así es, colocar a la suplente sin que nos vean…- no lo dijimos pero ambos pensamos (y esperar a que se traguen el cuento)

Sin mayor distracción llevamos a “bellota suplente” (el nombre lo puso Laren ¿Ok?) hasta la farmacia con el búnker subterráneo, intentamos llevarla dando un rodeo a la base para no levantar sospechas de ninguna índole, lo cual nos dejó sumamente exhaustos, nuestros rostros iban perlados de sudor. Algunos tramos Laren llevaba a la suplente a cuestas, mientras que en otros la llevaba yo, el último kilómetro quisimos optar porque ella caminara pero era jodidamente lenta, parecía que si eras perezoso antes de infectarte, te quedabas perezoso de por vida. Agradecía al cielo que la chica fuera delgada como Violett aunque era más pesada que la real… Mi espalda lo tenía claro.

Esta vez, llegamos por la parte trasera de la farmacia, nos quedamos a unos 200 metros del sitio y nos resguardamos detrás de un pointer de color gris.

-¿Estás listo?- dijo Laren mientras se asomaba un poco por la ventana del auto
-Hagamos esto de una buena vez- saqué un revólver de mi mochila, el clip estaba lleno, lo cual me daba 6 tiros. Al igual que Laren, ambos nos miramos un segundo y asentimos.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora