Duelo por la supremacía

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-Genial- dijo Jay -Un arma digna de un cobarde-
-¿Qué dices pedazo de idi…- comenzó a reclamar Chad pero lo detuve
-Un arma digna de un cobarde… continúa, campanita- respondí
-Preferirás regalar a los otros y no arriesgarte, eso es patético- recalcaba mofándose de mí
-No sabes lo que estás diciendo zoquete- dijo Spencer acercándose al igual que los demás
-Sé sincero, el Beast, al que ustedes consideran un maldito héroe, no es más que un charlatán…- me lanzó una toalla al rostro, el chico estaba auténticamente molesto conmigo y no lograba entender porque.

-¿Crees que solo tomaré un rifle mientras lanzo a mis amigos, por la borda? Como muñecos desechables… A diferencia tuya… Pequeño risitos de oro- dije acercándome lentamente a él -Yo no vendería a nadie de los míos por salvar mi flácido y susceptible culo de niño bonito- le regresé el pañuelo con fuerza y me mofé -Así que mide tus malditas palabras, que no sabes de lo que soy capáz- dándome la media vuelta y dejándolo desconcertado y el triple de molesto, comencé a quitarme las protecciones y las dejé en la mesa de materiales. Todo el mundo estaba enmudecido y expectante de la situación.

-Demuestramelo- dijo
-¿Perdiste la cabeza?- le dijo Asenath tomándolo por el brazo -Ya te dió una paliza, Jay. Querido, piensa-
-Podríamos hacerlo de otra forma- dije
-¿Hablas de un combate reglamentario?- interrumpió Chad
-Así es. Un combate, ahora mismo, el primero que pueda conectar 2 de 3 puntos es el líder a partir de ahora-
-Me parece algo razonable- dijo Roxanne siendo secundada por la mayoría

La vista de Jay se volvió altanera de un instante a otro, susurrando algo en el oído a Asenath y dando dos pasos en el centro del área común dijo: -¿Cuáles son las condiciones? "Líder"-
-Las reglas son sencillas: 1.- no hay contacto físico, en cuanto pueda entrar un golpe directo debes detenerte y cuenta el punto, esto puede ser armado o con mano limpia 2.- no hay reglas, todo movimiento o golpe es permitido sin ser directo y 3.- pero no menos importante, el que pierda debe largarse-
-¿Largarse? ¿A qué te refieres con eso?- preguntó Asenath, pude ver cómo poco a poco la sonrisa de Jay se esfumaba
-Claro, el perdedor deberá abandonar el grupo, de la manera más pacífica posible, si pierdo, me largo… Si el príncipe encantador pierde (dije señalandolo con un dedo) se larga. Las reglas son simples-
-Pero eso es injusto- dijo Asenath
-En cuestión de conocimientos de pelea están a la par, en ímpetu y en agilidad también, no te preocupes, este resultado no es predecible- recalcó Roxanne con obviedad mientras Violett se acercaba a la chica al borde del colapso nervioso

-¿Estás de acuerdo con esto, Viot?-
-Las verdad es que Beast no es muy bueno peleando, le he roto la cara unas cuantas veces- se regodeo
-Escuche eso… es cierto- respondí
-Tranquila Asenath, todo estará bien- le tranquilizó Violett con una sonrisa

Ambos caminamos al centro del área común, le extendí la mano mientras el solo se mofaba y la apartaba de un golpe, nos extendieron 2 varas de madera gruesa del mismo tamaño y peso, la blandí un poco y me puse en guardia, él hizo lo mismo.

-Duelo a 3 puntos, comienza ahora- en cuanto dieron la señal, atizé un golpe rápidamente a su cabeza, terminando a unos escasos milímetros de la misma, ni siquiera se movió.

-Beast, 1. Niño bonito 0.- Laren llevaba el conteo mientras los demás solo observaban
-Eso no es justo, literalmente me hubieras arrollado- se quejó el chico
Roxanne respondió -Regla #2.- no hay reglas, cualquier golpe es permitido o cualquier movimiento, siempre y cuando no haya golpes directos-
-Como sea, te arrepentirás de esto- dijo mirándome fijamente
-¡Comiencen!- Al escuchar estás palabras, Jay intentó saltar sobre de mí, atizando fuertemente con su vara en el suelo, di un ruedo hacía la derecha para evadir el golpe y respondí con uno en diagonal, el me barrió los pies como había hecho la primera vez tirándome de espalda y atizando un golpe directo en mi abdomen
-Golpe directo, punto anulado- dijo Laren
-Dejale el punto, no creo que haya querido hacerlo con intención- dije un poco sofocado
-Terminemos con esto- dijo mirándome desde arriba con una sonrisa

Comenzó el tercer punto, el chico comenzó a golpear con toda la energía que tenía, evadí y desvíe unos cuantos golpes que iban en todas direcciones, mientras retrocedía lentamente para no perder el equilibrio, al ver detenidamente sus pies una fracción de segundo, mi cuerpo encontró la ventana, sus pies se doblaban ligeramente hacia el lado izquierdo cuando este pretendía dar un ruedo para un golpe cargado, di un desplante largo hacia atrás y lo invité a que viniera, el giro los pies justo al momento que yo me daba un ruedo hacia el frente en el suelo barriendo sus pies con la vara, él cayó de rostro en el suelo, tratando de incorporarse enseguida, pero mi pie y mi vara lo detuvieron, posándose en su pecho y a centímetros de tu rostro respectivamente.

-¡Beast marca 2 puntos! El duelo termina-

Bajé mi pie de su pecho, alejé la vara y le extendí la mano -Ven, levántate-
El rechazó la ayuda para incorporarse rápidamente y decir -Espero ya estés contento, quédate con tu maldito lugar, quédate con todo… no me interesa- tomando su chaqueta de cuero y su casco para salir.
-Hey, principe encantador. Vamos a dar una vuelta- le dije simplemente quitándole el casco y dejando la puerta abierta indicando que me siguiera.

Unos minutos después, Jay apareció cruzado de brazos. Yo estaba recargando mi peso en su motocicleta, con el casco en las manos. El se acercó lentamente hacia mí con un rostro inamovible. El chico no se dejaba intimidar, ello me agradaba.

-Eres libre de largarte si es lo que realmente quieres- le dije finalmente
-¿Ahora de qué mierdas hablas?-
Le extendí el casco con cuidado mientras añadía: -No dejaría que solo te fueras así. No soy desalmado… mucho menos un imbécil que no sabe lo que hace. Un mocoso, si, tal vez un mocoso. Un…-
-¿Egocéntrico?- dijo arqueando una ceja
-Lo acepto- dije riendo un poco -Pero no soy alguien que abandone a los demás. La elección es tuya, perfectamente podrías quedarte. No tengo que agradarte, ni tienes que agradarme. Solamente piensa en ella, ¿La dejarás sola?- dije apartandome de la motocicleta -Estamos por cenar, no entres tarde-

Unos minutos después, solo escuché el motor de la motocicleta… Acto seguido, entró una rueda por la puerta, Jay estaba pidiendo consejo sobre dónde podía aparcar el vehículo, se veía un poco más tranquilo, yo lo observaba desde lejos, como los demás lo trataban como uno de ellos y él intentaba adaptarse.

-Vaya, creo que la parte de psicólogo si te sale un tanto bien- dijo Violett de detrás mío
-El chico solo necesitaba ver que tenemos más en común que en contra en este momento, es un idiota, pero todos merecemos una segunda oportunidad-
-A veces me sorprendes- me dijo mientras recargaba su cuerpo contra el mío y me daba un abrazo
-A veces me sorprendo yo también…- fue lo único que alcancé a responder.

Entre la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora