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Domingo, era el día, el día donde Hyunjin sabría si hubo un avance en Jeongin o no, el día donde le estaba rezando a todos sus ángeles. Habían pasado dos días desde que hablo con Jeongin y desde ese momento no se habían visto, no porque ellos quisieran verdad, simplemente era que Hyunjin necesitaba ocuparse del papeleo del menor, además de que el sábado había hablado con Bangchan. El australiano había encontrado algo de información, efectivamente, los padres de Jeongin se encontraban sanos y salvos, pero no en Corea, la pareja había viajado fuera del país. Muy sospechoso, pero era una noticia que no le diría al menor, no aún.

Ahí se encontraba, frente a Jinyoung en su oficina. Su superior estaba revisando los análisis de Jeongin, fijándose en cada detalle. Las piernas de Hyunjin temblaban y su piel estaba erizada, tenía muchos nervios, él en verdad quería sacar a Jeongin.

- Bien, de acuerdo a todo lo que dice aquí y los expedientes que tengo, todo indica que Jeongin mejoró, muchísimo. Felicidades Hwang.

- ¿Eso quiere decir que...?

- Así es, Hwang. Podrás salir con Jeongin.

Rezar sirve, lo logro, Hyunjin en verdad lo logro.

- Pero debo decirte que hay reglas, siempre y cuando me prometas cumplirlas, puedes salir.

— Le prometo que serán acatadas al pie de la letra.

— Excelente, entonces felicidades. Te entrego el reglamento.

— Gracias, hyung, en verdad.

Salió de la oficina de Jinyoung y no tardó ni dos segundos en saltar de felicidad para después correr hacía la habitación de Jeongin, debía de darle la noticia. Había esperado toda la semana para este momento, nada podía salir mal.

— ¡Jeongin! —El rubio entro con entusiasmo al cuarto del menor y este se asustó.

— Dios, si vuelves a entrar así te daré una golpiza.

— Epa, solo por hoy te pasaré que me hables sin formalidad. Te tengo que decir algo.

— ¿Por fin me dirá la sorpresa?

— Así es, no espero un no por respuesta.

— Dígame entonces.

— Vamos a salir, Innie. —El rostro de Jeongin enrojeció rápidamente y sus ojitos se engrandecieron.

— ¿S-salir? ¿En que s-sentido exactamente?
—Hyunjin cayó en cuenta del significado de sus palabras por tercera vez.

— Oh, no, no, no. No de esa forma. Saldremos de este lugar, Innie.

— Definitivamente necesito una explicación más coherente.

— Te sacaré de aquí, Jeongin. Me dieron permiso para que tú y yo salgamos por la ciudad.

El corazón de Jeongin se aceleró, sus pensamientos se nublaron, sintió todo su cuerpo temblar. ¿Era cierto lo que Hyunjin decía? ¿Él iba a salir del hospital? ¿En verdad lo haría? Que alguien lo pellizque.

— ¿Eso es en serio, hyung? No me gustan las bromas.

— No es una broma, Innie. Claramente tendremos que acatar reglas pero al menos podré sacarte unas horas de este lugar.

La felicidad no cabía en Jeongin, le hubiera encantado salir para siempre, pero aunque sea unas horas lo harían la persona más feliz del universo. Sin aguantar las ganas, se lanzó a los brazos del rubio, abrazando su cuello y colgando su peso tomando a Hyunjin de sorpresa. Pero sin objeción, acepto el abrazo, tomando la delicada cintura del menor para reforzar el abrazo.

— Gracias, gracias, gracias , gracias, gracias. No sé cómo agradecerle, esto es wow, lo mejor que me ah pasado desde hace años.

— Lo mereces, Jeongin-ah. Haz sido muy fuerte todo este tiempo, yo solo quiero ayudar.

— Usted es el mejor. —Jeongin se separó del abrazo y sonrió tiernamente, a Hyunjin le daría algo.

— Iremos mañana, te leeré las reglas de una vez y te traeré ropa para salir.

— Está bien, soy todo oídos.

Sí, Jinyoung había sido muy considerado al dejarlos salir, pero eso no quita su preocupación de soldado. Había máximo 75 reglas más otras 20 hechas por él, no lo culpen.

— Regla número noventa; el celular del médico debe estar encendido las veinticuatro horas, en caso de que no responda se le verá sancionado.

— Uh, tendrás que cargarlo antes de salir.

— Suerte para mí que siempre lo hago. Número noventa y uno; tanto el tutor como el paciente deben de llevar un rastreador o tener su ubicación en tiempo real.

— Como si fuéramos a hacer algo malo.

— Nunca está de más el cuidado, Innie. Número noventa y dos; se les permite vagar por toda la ciudad más sin embargo no deben salir más allá, sí el gps reporta que su estancia es más lejos, regresaran inmediatamente. —Termino de nombrar las últimas tres y suspiro al finalizar.— Y creo que eso es todo, ¿tienes alguna duda?

— Me perdí cuando llegaste a la regla 67, pero todo claro.

— Excelente, descansa mucho Jeongin. Tengo todo un día que planear.

— ¿Se va a ir? ¿Hoy tampoco estará conmigo?

Jeongin debía admitirlo, extrañaba la compañía del mayor, no tenerlo dos días era eterno. Se había acostumbrado a estar con el veinticuatro siete.

— Tranquilo, mañana estaremos juntos todo el día y no solo en este hospital. 

— Está bien, cuidese hyung.

— Adiós, Innie, te quiero.

Te quiero. Esas palabras sonaron en la cabeza de Jeongin todo el día.

— 🐺

EMOCIÓN, SE VIENE

Iba a escribir la salida en este capítulo y hacerlo más largo, peeeerooooo quiero que ese capítulo este bien redactado y no hacerlo a lo rápido jiji. Es muy importante en la historia, entonces pues denme chance.

Gracias por su apoyo, en verdad 💟

𝖤𝗌𝗊𝗎𝗂𝗓𝗈𝖿𝗋𝖾𝗇𝗂𝖺 - 𝖧𝗒𝗎𝗇𝗂𝗇 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora