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Era el día, por fin llegó el día donde sabrían que estaba pasando. Desayunaron lo más rápido que pudieron y fueron hacía el antiguo hogar de Jeongin. No iba a negarlo, el menor tenía el llanto atorado, estaba nervioso por ir a aquella casa donde era feliz, siempre soñó con regresar y vivir su niñez/adolescencia como se debía, lastima que no sucedió. Hyunjin siempre tenía entrelazadas sus manos, le transmitía tranquilidad y ese pensamiento de; todo va estar bien.

Estacionaron el carro y fueron con la recepcionista. Al parecer seguía siendo la misma de hace años porque Jeongin la reconoció al instante.

— ¿Seulgi? —La castaña se dió vuelta, sus ojos se abrieron en demasía al ver a Jeongin.

— ¿Jeongin? Dios mío, ¿eres tú, en verdad?

— Soy yo, en verdad lo soy. —No perdió tiempo y abrazo al menor fuertemente.

— No puedo creer que seas tú, han pasado años. —Dijo mientras se separaba del abrazo.

— Las vueltas de la vida. ¿Cómo estás? Sigues igual de preciosa y joven.

— Ay, que cosas dices. Más bien mírate a tí, te fuiste de aquí siendo un niño y ahora eres todo un hombre. Creo que lloraré.

— Me pone felíz volver a verte.

— A mi también, pequeño. ¿Quién es tu acompañante? —Dijo Seulgi mirando a Hyunjin.

— Un gusto, soy Hyu—

— Se llama Hyunjin, es mi pareja. —Adelanto a decir el menor.

Seulgi sonrió ante la tierna situación, mientras que Hyunjin sonrió más enamorado que nunca.

— Es un placer entonces Hyunjin pareja de Jeongin. Díganme, ¿que los trae por aquí?

— Me gustaría visitar mi casa, no sé si eso sea posible.

— Claro que es posible, tesoro. Tu casa quedo prácticamente abandonada desde que se fueron.

— Ahh, sí, por supuesto. Exactamente, ¿a dónde nos fuimos?

— Oh, eso no lo sé. Ustedes simplemente se fueron sin decir a dónde o cuando. —Jeongin solo asintió.

— ¿Tendrás copia de nuestra llave? Es que perdí la mía.

— Claro que tengo, la guarde en espera de que alguno de ustedes regresará. Dame un minuto. —Seulgi fue a su cabina por las llaves.

— ¿Así que tú pareja eh? —Hyunjin tomo a Jeongin por la cintura.

— Eres mi pareja. A menos que los amigos se besen durante toda la noche. —Soltó sarcástico.

— Eres muy listo, no puedo contra tí.

— Las encontré. —La castaña volvió con el par de llaves.

— Muchas gracias, Seulgi. Prometo recompensarte.

— Con que no vuelvas a desaparecer me basta. ¿Recuerdas el camino, cierto?

— Así es, yo me encargo. Gracias nuevamente.

Los chicos caminaron unas dos cuadras hasta la casa de Jeongin, se veía grande desde afuera, con dos pisos y bastante ancha. Jeongin dió un suspiro antes de meter la llave y abrir la puerta. Todo estaba como él lo recordaba, con mucho polvo, pero todo en su lugar. Cerro la puerta tras él y empezó a caminar por toda la casa. Los muebles, algunos cuadros, decoraciones, todo seguía igual.

— ¿Estás bien? —Preguntó Hyunjin al ver la carita del menor.

— Lo estoy. Todo sigue igual, Hyun, es extraño.

𝖤𝗌𝗊𝗎𝗂𝗓𝗈𝖿𝗋𝖾𝗇𝗂𝖺 - 𝖧𝗒𝗎𝗇𝗂𝗇 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora