Capítulo 28

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Las puertas del hospital se abrieron con fuerza permitiendo el paso a un grupo de paramédicos con dos chicos graves sobre la camilla, familiares de aquellos chicos intentaron seguirlos sin embargo los médicos los detuvieron antes de ingresar al quirófano.

- Joven Bakugou debe acompañarme – Pidió una de las enfermeras al rubio, pero el chico simplemente se dejó caer en una de las sillas en la sala de espera.

- ¡Lárgate! No me moveré hasta saber que Deku está bien –

- Joven Bakugou por favor, atienda sus heridas ya que estoy seguro de que a mi hijo no le gustaría verlo de esa forma-

- Pero... - El mayor solo puso una mano sobre su hombro.

- Hazlo por favor – Quería renegar, decir algo que impidiera alejarse, pero en el rostro de Yagi pudo ver lo mismo que el sentía: Miedo ante la posibilidad de perder a Izuku, se levantó para seguir a la enfermera sin decir ni una sola palabra.

El tiempo siguió su marcha mientras Enji y Yagi caminaban de vez en cuando por aquella sala, se sentaban y se asomaban por las ventanas, un tiempo después se les unieron sus esposas al igual que los otros dos hijos del Todoroki mayor, Natsuo llego reclamando siendo detenido solo por Fuyumi, le estaba echando en cara todo el daño que le había hecho a su hermano Touya culpándolo totalmente de sus acciones.

- ¡Natsuo, basta! – Grito Rei, madre del muchacho – No es el momento ni el lugar para hablar de eso – Enji noto como su esposa apretaba con fuerza sus brazos, quería acercarse y reconfortarla, pero no se sentía capaz de hacer algo así, una pequeña mano se acercó a ella notando a una mujer de cabellos verdes y cálida mirada, pero con la misma tristeza que ella portaba.

- Por favor tome asiento, alterarnos ahora solo podría perjudicar – La peliblanca asintió sentándose junto aquella mujer que tomaba sus manos con calidez- Ahora solo queda rezar y pedir que los médicos ayuden a nuestros hijos –

Mientras tanto Katsuki estaba demasiado distraído, algo que logro que las enfermeras pudieran atender sus heridas con rapidez, aunque por más preguntas que le hacían no contestaba más allá de monosílabos, llevo sus manos hasta su rostro en cuanto sintió que la enfermera se alejaba... De nuevo aquel sentimiento de culpa comenzaba a invadirlo, de nuevo habían lastimado a Deku por su culpa.

- ¿Katsuki? – Aquella voz hizo que quitara las manos notando como entraba su hermano.

- ¿Pulga? – El chico se acercó a paso tranquilo, a juzgar por su rostro estaba seguro de que si no estuviera donde estaba, probablemente lo golpearía, pero contrario a lo que esperaba simplemente sintió como lo abrazaba con gran fuerza.

- ¿Qué rayos se supone que ibas a hacer? –

- Lo lamento Kouta –

- Eres un idiota – Podía sentir los pequeños temblores en el cuerpo de su hermano - ¿Acaso planeabas abandonarme de nuevo? - Ambos eran orgullosos y de mal carácter, pero se preocupaban mucho por el otro.

- Por supuesto que no –

- ¡Entonces porque diablos siempre eres imprudente! – Sintió de repente el golpe en el brazo, agradecía que no fuera tan fuerte o en su estado sería algo muy doloroso – Piensa bien antes de hacer las cosas -

- Perdóname... - El menor se sentó a su lado apoyando su cabeza en el hombro del rubio.

- Solo no intentes hacer algo tan estúpido de nuevo-

-Supongo que no puedo me quedara de otra que hacerte caso – Una pequeña sonrisa en el rostro de ambos, Katsuki abrazo a su hermano siendo correspondido de la misma forma, unos momentos después la puerta se volvió a abrir, pero ninguno presto atención ya que imaginaban Odría ser la enfermera.

Perderte otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora