Las paredes eran las únicas que escuchaban los lascivos sonidos que generaban ambos cuerpos junto a los gemidos que eran prueba de que disfrutaban la acción, el aroma del sudor y sexo eran los que más dominaban. La persona que se encontraba arriba se acercó hasta el oído de su amante mordiendo levemente.
- Ahora ponte en cuatro – Susurro ocasionando que saliera del interior del chico y este acatara la petición – Buen chico – Lo tomo de las caderas volviendo a penetrarlo, un pequeño quejido salió de sus labios ante la brusca intromisión, pero no por ello fue menos placentera, sabía que a su amante le gustaba ser de esa forma de vez en cuando.
- Más rápido – Pidió el muchacho mientras dejaba caer su pecho sobre la cama, sus manos aprisionaban con fuerza las sabanas cada que sentía una estocada, ambos sentían que el orgasmo estaba próximo así que sus movimientos se intensificaron – Con más fuerza... Izuku- El peliverde se levantó tomando del brazo al chico y abrirlo de piernas colocándolas sobre sus hombros.
- Dime que más quieres –
- Córrete... Córrete dentro...- Unos movimientos después sintió como llenaba a su amante en turno.
- Eres realmente bueno... Te llamare si quiero intentar estar arriba de nuevo- Susurro colocándose de pie y tomando sus ropas para comenzar a vestirse, debía de irse antes de que sus padres o el entrenador se preguntaran dónde estaba.
- ¿En verdad debes de irte? – Sin importar la desnudez de su cuerpo se acercó hasta el chico de cabellos verdes abrazándolo con cuidado por la espalda, debía de admitir que la había pasado bastante bien con ese cliente – Puedes quedarte un poco más y la siguiente ronda va por mi cuenta – El chico colocaba pequeños besos en su espalda en un intento por detener sus movimientos pero nada funcionaba – Vamos, sé que nadie te espera - Sintió como lo tomo de la mano apretando con más fuerza de la que esperaba de alguien quien solo momentos antes se había portado amablemente.
- No estés molestando, me divertí contigo además de que ya te pagué... ¡Deja de joder! – Lo arrojo con más fuerza de la que esperaba a la cama, el peliverde se colocó su camisa y salió de aquella habitación de hotel, aquel pelinegro resignado solamente tomo sus cosas para de igual forma vestirse y salir también del lugar.
En su automóvil Izuku manejaba con cautela pero un rostro que mostraba estoicismo, su vida desde aquel maldito día había dado un giro total... Abandono sus sueños de ser patinador profesional y aunque no odiaba el hockey fue lo único en lo que pudo refugiarse, actualmente era parte de uno de los mejores equipos de la liga, nadie más que Denki supo del incidente sin embargo todos se preguntaban a que se debía su cambio de personalidad pero jamás lo diría, de aquel chico alegre y dulce solo quedaba una persona que rara vez mostraba una sonrisa... Lo único bueno que trajo toda la situación fue que por lo menos ahora nadie lo doblegaba, en ningún sentido, no permitiría que nadie lo volviera a dañar.
Una luz en rojo lo hizo detenerse, con ambas manos sujeto el volante mientras recargaba su cabeza sobre las mismas, a veces era tan pesado llevar aquella mascara que se había puesto ante la gente (Excepto sus padres y tal vez Kouta en algunas ocasiones) ya que nadie lo había visto llorar y sus risas eran sarcásticas o sínicas, nada que ver con las que mostraba cuando era más pequeño; además gracias a... Aquel imbécil rubio pariente del pequeño pelinegro, sabía que era gay y agradecía que sus padres se lo tomaran tan bien, pero el hecho de que su primera experiencia sexual fuera de una forma tan violenta y dolorosa lo tenía demasiado herido y molesto con todo, golpeo el volante con puño cerrado tratando de sacar algo de su frustración... Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se había percatado de que los autos detrás de él sonaron su claxon, despertó después de escuchar un grito así que arranco su auto para llegar hasta el lugar donde entrenaba con el equipo. Al entrar pudo ver que los jugadores principales ya estaban en la pista, mientras que los reservas terminaban de acomodar algunas partes del equipo de protección.
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Perderte otra vez
RomanceUn error que le costo muy caro... ¿Podrán solucionar todo antes de que sea demasiado tarde?... Sabe que jamás debió de abandonarlo como lo hizo, en especial después de aquella horrible experiencia pero ahora que estaba de regreso debía de soluciona...