Capitulo 11

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Las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos al tiempo en que su cuerpo dolía horrores, se abrazaba con fuerza... Jamás debió de ir solo a ver a aquellos sujetos, que tonto e ingenuo había resultado al pensar que podría hablar tranquilamente con ellos, se dejó caer al suelo cerrando los ojos intentando olvidar lo que había pasado, sus toques, como habían violado cada parte de su cuerpo solo para satisfacerse y al final botarlo fuera del lugar casi desnudo junto con su ropa sucia de semen como si fuera una bolsa de basura, se vistió lo más rápido que pudo para alejarse del lugar, llevo su mano a los ojos para quitar sus lágrimas pero noto aquellas marcas en sus muñecas debido al fuerte agarre que habían ejercido en su persona... Tendría que usar mangas largas y algo para cubrir su cuello, por lo menos no tenía marcas en el rostro más que un labio roto.

- ¡Izuku! - Al girar noto como se acercaba su amigo rubio, sin poder evitarlo comenzó a llorar de nuevo preocupando a su amigo- ¡Dios mío Izuku! ¿Qué paso? ¿Dónde estabas! - El peliverde fue capaz de darse cuenta de que todo estaba oscuro, ¿Cuánto tiempo habían jugado aquellos sujetos con su cuerpo?

- Ayúdame...- Susurro el peliverde bajando la cabeza.

- Debo llevarte con tus padres-

- ¡No! ¡No lo hagas! - El grito sorprendió al rubio, ¿Por qué le pedía algo como eso? Se notaba a simple vista que algo le había pasado- Por favor Denki, no quiero estar en mi casa-

- ¿Qué paso? – Se dejo caer de rodillas para tomar a Izuku entre sus brazos logrando que el llanto del pequeño se intensificara.

- Solo vámonos, por favor –

- Pero Izu... - Odiaba ver a su amigo tan mal, como si estuviera roto, lo tomo con más fuerza entre sus brazos acariciando su cabello – Por favor, dime que te paso... Confía en mí -

- Denki... Yo... Ellos... Me violaron Denki- Se separo de su pequeño amigo mirándolo a los ojos.

- ¡¿Qué?! Debemos ir a la policía-

- ¡No! -

- Pero Izuku...-

- Por favor, no quiero que mis padres o Kacchan me vean... Por favor...-

- Vamos a mi casa, ahora no hay nadie- Lo ayudo a colocarse de pie caminando un poco, Denki no estaba seguro de que estaba haciendo lo correcto, pero por lo menos en ese momento ayudaría a Izuku.

Como Denki había dicho no había nadie en su casa, lo ayudo a quitarse su ropa para que pudiera tomarse un baño notando de inmediato las marcas rojas que seguramente se convertirían en horribles moretones, además de un pequeño rastro de sangre seca que salía por su trasero, ¿Quiénes serían los hijos de puta que se meterían con alguien como su pequeño amigo? Intento no prestar atención para así ayudarlo a limpiar su cuerpo, ¡Malditos! No podía evitar sentirse enfurecido cada que tallaba suavemente a su amigo y veía marcas de manos o rasguños, Izuku no dejaba de llorar así que lo dejo en la bañera con agua caliente mientras iba a hablar con la madre de su amigo, debía de decirle que ya estaba con él, aunque sería todo ya que aquella mala experiencia no sabía qué hacer o decir.

-Hola tía Inko-

-Denki ¿Sabes algo de Izuku? -

- No te preocupes, está en mi casa, pero se quedará a dormir-

- ¿Por qué? ¿Le sucedió algo a mi niño? -

- No lo sé tía, pero se quedó dormido ya el día de mañana podrás verlo-

- Debería ir en este momento-

- Tranquila, aquí está seguro-

- Está bien Denki, confió en ti y muchas gracias- Cuando colgó se tomó unos minutos para tratar de tranquilizarse, después fue a donde estaba su amigo y este seguía con la vista perdida dentro del agua que a esa altura estaba más fría que caliente. Lo arropo con ternura en una toalla mientras caminaban a la habitación, le presto parte de sus ropas y lo ayudo a recostarse en su cama, se sentía impotente al ver como habían lastimado a su amigo haciendo que actuara como una muñeca de trapo la cual solo se movía a donde el se dirigiera.

Perderte otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora