CINCUENTA Y CUATRO

1.9K 209 525
                                    



Yeonjun casi lloró cuando entró en Dark Heaven y los familiares olores y sonidos lo rodearon. "Había echado de menos aquel lugar."

—¿Yeonjun? —Daehwi se hallaba detrás de la recepción... "que estaba cubierta de papeles otra vez"—. ¡Yeonjun! —salió de detrás del mostrador y cayó de rodillas frente a él con las manos apretadas contra el pecho—. Dime que vuelves, por favor.

Los ojos del adorable sumiso habrían derretido hasta su decisión más firme. Además, era evidente que se alegraba de verlo y eso le levantó el ánimo lo suficiente para hacerlo sonreír.

—No estoy seguro aún. Ya veremos.

Después de levantarse, Daehwi enganchó los dedos en su top de cadenas y echó un ojo a la ropa de Yeonjun: un chaleco con transparencias, un pantalón de látex ceñido y unas botas negras que le llegaban a los tobillos, completaban el atuendo.

—Fantástico conjunto de Amo. ¿Preparado para la batalla?

—Completamente —era casi como lo que había llevado cuando conoció a Soobin, solamente que esta vez llevaba unas orejas de gato. La confrontación sería demasiado desigual si uno de los adversarios estaba medio desnudo.

—Entra, cariño. Pero vuelve pronto y cuéntame todo lo ocurrido. O... —mientras Yeonjun iba hacia la puerta, escuchó que Daehwi marcaba un número de teléfono—. Cielo, ¿puedes sustituirme en la recepción? Hay algo que tengo que ver.

En la estancia principal, dos Amos estaban preparándose en el escenario de la izquierda para una demostración de suspensión. Un grupo de personas bailaba en la pista. En las mesas, la gente socializaba y negociaba los términos antes de ir a jugar.

"No vio a Soobin por ninguna parte."

Las escaleras que conducían al calabozo ahora eran mucho más empinadas, o quizá lo parecían por la debilidad que sentía en las piernas. Pasó de largo el área donde una Dom estaba limpiando la cruz; su sumiso estaba acurrucado en el suelo con una manta.

Con el corazón latiéndole cada vez más deprisa, Yeonjun cruzó la habitación. Dejóatrás una escena de azotamiento y los potros del centro. Un hombre que tenía la polla aprisionada gemía sin parar y se escuchaban los gritos que provenían de una escena en

la que jugaban con agujas genitales al otro lado. "No había ni rastro de Soobin."

Ante su disgusto, descubrió a Rowoon en una esquina. "¿Qué estaba haciendo allí?" Su joven sumisa con cara de ardilla estaba arrodilla al lado de un columpio sexual mientras él verificaba las cadenas. Su bolsa de cuero reposaba sobre un banco cercano.

—Rowoon —dijo Yeonjun. Cuando pasó junto al banco, agarró una pequeña fusta de su bolsa de juguetes.

Rowoon se dio la vuelta sorprendido.

—No puedo creer que te dejaran entrar.

—Bueno, a mí me sorprende que no cancelaran tu admisión.

—Si hubiera estado en Dark Heaven cuando escapaste de la escena, habría sido expulsado —su cara mostraba una tensa furia—. Debido a ti, estoy en período de prueba.

Tuve que tomar las clases para principiantes.

"Oooh, apostaba a que eso le había dolido." No obstante, eso no lo exculpada del resto de sus pecados. Alzó la fusta y lo golpeó en el muslo derecho con un fuerte ruido sonoro.

SÍ, MI SEÑOR ❱ soojun/ʸᵉᵒⁿᵇⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora