Capítulo 86

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Los cuatro yacen sentados en la mesa, comiendo de las exquisiteces que ofrece la mano culinaria de Min, quien sonríe satisfecho de ver a su hermana comer con tanta hambre de todos los platos que hizo para esa tarde. Su hermana menor y su hijo parecían cerditos por cómo tenían sus caras de sucias, más su hijo que su hermana.

–Mira, pequeño Yoon –dice Suk, poniendo más tteokbokki en el plato de ella, tomando uno con los palillos para acercarlo a los labios de su sobrino– Esto es paraíso en un solo bocado.

El niño abre sus labios, tomando con sus manos lo que su tía ofrecía, chupando y mordiendo cuanto podía, casi con desespero. Jimin se divertía por la situación, su hijo ya tenía sus dos primeros dientecillos, por lo que le alegraba que su cuñada lo entretuviera y evitara que llorara por el dolor y comezón, aún si eso tenía que ver con llenarlo de comida.

–Rico, eh –ríe ella, viendo como el niño chupaba aquel trozo de comida con desespero, estirando su manito para tomar su vaso plástico con agua, dándole un buen sorbo antes de volver a comer, sacándole una risa a su tía.

Jungkook por otro lado, mantiene una charla amena con Yoon.

–Entonces, ¿No irás de despedida de soltero?

–Mh, no lo creo –encoge sus hombros– Nam quiere llevarme a un bar, pero no me gustan los bares –Jungkook alza una ceja, riendo de medio lado mientras ve de reojo a Jimin, quien mantiene su calma cortando carne antes de llevarla a la boca– Si, no me gustan.

–Ajá. –ríe, imitando a su amigo en cortar carne– ¿Qué hay de Hoseok hyung?

–Le gustaría ir a acampar.

–Pero no te gusta el campo.

–Bueno –bebe algo de vino antes de seguir, Jungkook imitándolo. El pequeño JiHoon viendo aquel líquido rojo con sus ojitos brillantes, se veía muy bonito– Me gusta –dice finalmente el alfa– Pero no sé si es como me gustaría pasar mi despedida de soltero.

–Entiendo, ¿No has pensado en solo pasarlo en casa?

–¿En casa?

Jimin cuestiona, frunciendo su ceño. Jamás había escuchado que un alfa se quedara en casa para su despedida de soltero, ni él se quedaría en casa esos días.

–Digo, podríamos traer algo de beber, pasar el día acá y simplemente disfrutar de una noche de hombres.

–O un viaje –menciona ahora MiSuk, quien seguía alimentando a JiHoon a sí misma con bolas de arroz– Podrían ir a alguna ciudad que quieran conocer, o algún país –encoge sus hombros– Es una semana de despedida por lo que tengo entendido.

–Lo es –afirma Yoon– Y no había pensado en eso, no está mal.

–Tienes buenas ideas, Suk –afirma Jimin, tomando el vasito plástico con chupetín de su hijo para volver a darle agua. JiHoon extendiendo sus manitos rápido para recibir aquello y darle un buen sorbo.

–¿A dónde te gustaría ir, Yoon? –pregunta ahora ella, en lo que el niño bebe agua, ella bebe de su copa de vino– De niños decías que te gustaba japón.

–Pero eso porque había anime en donde sea que mirase –rueda los ojos Yoongi, riendo– Aunque no es una mala opción.

–Japón, China, Chile, Argentina, México –comienza a enumerar ella, cortando con sus palillos más pequeñas las bolitas de arroz, dándole a JiHoon– Son algunos de los países del mundo, puedes averiguar y darte una semana fuera de corea.

–De luna de miel, ¿Dónde piensan ir? –cuestiona Jungkook, sirviéndole más vino a su novia– Para que no vayamos al mismo lugar al que irán de luna de miel, perdería la magia.

Perdóname | Jeon Jungkook | Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora