Y bien que había llegado, agotada y jadeante, al restaurante que sus amigos habían entrado hace una hora. Suspiró derrotada, tomándose un pequeño lapso para poder regular su respiración, tosiendo leve y arreglando su cabello y vestido, entrando después.
Buscó con la mirada a su banda, encontrándolos al otro lado de la zona vip del restaurante, acercándose y explicándole a la muchacha que ella estaba con ellos, costándole al tener a una chica joven que solo entendía francés, estando en china. Mordió su labio, después de mucho insistir, para poder decir lo mínimo que conocía de francés.
–Uh, ¿Habla en inglés?
–Oh, claro que sí –e internamente se golpeó la frente.
Explicó que estaba con sus amigos, que eran los de dentro, y que necesitaba entrar, la muchacha entendió a final, dejándola pasar. La muchacha suspiró y se permitió festejar internamente; al menos Mark no la iba a matar del todo, ¿Verdad?
Entró a la zona vip, saludando tímidamente a los chicos, quienes estaban de espalda a ella. Ambos dándole la cara y notando de inmediato que ninguno era coreano, japonés, tailandés o de aspectos americanos.
–Hola, –haciendo una venia, se presentó– Soy MiSuk, Min MiSuk.
–Soy DeshiChao, Liu DeshiChao. –presentó quien parecía ser mayor, tomando la mano de la muchacha para besarla, sonriéndole. Un alfa al otro lado de la mesa alzando una ceja.
–Un placer, joven Liu. –sonrió, sus mejillas algo rosadas.
–Y yo soy Yang KuoQiang, el menor. –y la menor quedó embelesada con los ojos amarillos del chico, quien la miraba con un brillo completamente divino, misterioso.
–Un placer, Kuo.
–El placer es nuestro, joven Min. –el mayor volviendo a tomar asiento, frunciendo su nariz con el aroma amargo de la tierra húmeda en el aire.
–Lamento mucho haberlos hecho esperar, tuve una llamada importante y tenía que contestar –dijo mientras se sentaba junto a su amigo, sintiendo de inmediato como la mano se posaba alrededor de su cintura y caía en su muslo, juntando ambos cuerpos.
–Lo entendemos, no se preocupe. La familia siempre es primero –el menor sonrió, deleitando su vista.
–Muchas gracias por esperar –bajando su cabeza en una venia corta, suspiró– No volverá a pasar.
–Está bien, tranquila –Mark dijo, sonrojándola por el aire caliente en su oreja– Podemos pedir ahora.
¿No habían pedido nada para comer? Joder, ella juraba que ya lo habían pedido, que habían comido y que estaban esperando la cuenta, se había hecho la idea que iba a comer algo de comida callejera de camino a casa, pero ¿De verdad la estaban esperándola a ella?
–El joven Mark pidió que la esperáramos, es muy amable –Deshi sonrió en su dirección– Disculpe mi atrevimiento, pero ¿Son pareja? –y ambos subieron de colores.
–Uh... No. –dijo Mark, y la menor, muy dentro, deseó que hubiera sido un "Si".
–Oh, qué lástima. Se ven bonitos juntos.
–Gracias, niño –y la menor quiso reír por la cara de Mark, esta decía algo como "Ya lo sabía, gracias" y le daba cierta gracia.
–Bueno, podemos pedir ya, ¿Verdad? –la beta habló, viendo con una cara insistente al chico que sostenía su muslo.
–Claro que sí.
–Perfecto. –la beta no tardó un segundo más en alzar su mano, viendo a un chico trajeado llegar con ella, sonriéndole tímido. Oh, un omega. Lindo. Ahogó un quejido cuando en fuerte apretón fue dejado en su muslo, la mano delgada y fina del omega a su lado.
–Buenas tardes, bienvenidos a "Cousine pairfate" –presentó, los demás no entendiendo lo que decía– ¿En qué puedo servirles?
–Uh, joven ¿Podría hablar en inglés?
–Claro que sí, perdón –se disculpó, sonriéndoles y haciendo la presentación de nuevo– ¿Qué desean ordenar? –preguntó al final.
–Quisiéramos pedir una Quiche Lorraine completa para la entrada, por favor –el mesero asintió, anotando– Y una botella de Coca-Cola.
–Perfecto, ¿Plato principal?
–Quisiéramos dos platos de Ratatouille. –dijo la beta, el omega anotando en su libreta.
–Para nosotros dos porciones de merluza al beurre blanc –el omega asintió a la petición del alfa, viendo a los dos restantes.
–Nosotros queremos un plato de vichissoise y un plato de confit de pato. –los dos chicos pidieron, el mesero asintiendo.
–Sus pedidos no tardarán en llegar, muchas gracias –haciendo una venia, se retiró.
Los chicos asintieron, viéndolo irse. El primero en comer de la porción de queso que fue dejada sobre la mesa fue Yungho, Ale dándole de comer en la boca cual bebé. Las mejillas del omega aumentando de color cuando la omega le alzó repetidas veces las cejas, joder.
–Abre... –y como siempre, lo imitó.
Mark alzó una ceja divertido, accediendo después. Dejó que un trozo de queso fuera dejado sobre su lengua, la menor cerrando después su mandíbula y viéndole masticar. Sonrió. Pronto también siguieron el juego los dos chicos, todos riendo por lo vergonzoso que se sentía darle de comer en la boca a los demás.
–Abre tú, ahora –el tono grueso de Mark la estremeció. Hizo caso, y cerró sus ojos cuando la palma de Mark se puso sobre sus ojos, oscureciendo todo.
Abrió su boca, jadeando bajo cuando sintió la lengua y el trozo de queso, un beso. Chupó el labio inferior de su amigo y sonrió al separarse, comiendo el queso. Besó después su mejilla, sacándole una risilla.
–Eres un tonto, pudieron vernos –regañó sin una pizca de enojo.
–Yah, pero no pasó.
Rió y dejó su cabeza recaer en su pecho, dejando que le dieran mimos suaves en su cabeza.
La comida llegó después de haber recibido una segunda porción de queso. Comieron en amenas pláticas, compartiendo parte de sus vidas en palabras simples; historias cortas, cómo llegaron hasta donde están ahora y demás.
Acabaron comiendo helado, de la misma forma que habían comido queso. Y Mark no desaprovechó la oportunidad de dejar en claro al chico que había estado mirando a MiSuk durante toda la cena, que esa omega ya tenía una marca con él. O la iba a tener.
Besos suaves sobre los labios de la chica, caricias en su mejilla e incluso besos más intensos; Cleo y Yungho estaban tan centrados en ellos que no notaron nada de lo que hacían, aunque ambos aseguraban que la "pareja" ya sabía, vieron a Ale verlos besarse esa tarde en el departamento. Y como dos niños pequeños terminando su travesura, corrieron a la habitación para reírse de la cara de Cleo.
Mientras que ellos disfrutaban el helado, entre besos, los amigos tenían dos reacciones diferentes; uno completamente embobado con la tierna pareja y otro queriendo, por primera vez, ser otra persona.
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Perdóname | Jeon Jungkook | Libro #2
Hayran KurguHan pasado dos años desde el incidente en el aeropuerto y la pérdida del fruto en su vientre, y parece ser que el cielo comienza a abrirse espacio entre las grises nubes para devolverle lo que creyó perdido. El amor de una manada, el amor de pareja...