Capítulo 47

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Bajaron después de terminar de curar la mano herida del cachorro alfa, yendo con él ya aconsejado al primer piso. El ceño del menor se frunce, y Yoongi sabe perfectamente porqué es, por lo que toma su brazo para tratar de calmarlo.

–Contrólate –dice casi como un susurro.

Jungkook bufa, gruñendo cuando escucha su voz. Conoce ese aroma, conoce esa voz y conoce bien quien es el dueño de todo aquello. No evita gruñir cuando nuevamente la brisa lleva a que el aroma de la manzana y la canela inunde sus fosas nasales.

–Jungkook –advierte Yoongi– Jimin aún está sensible y tenemos a un cachorro durmiendo, no te descontroles –dice, y Jungkook se ve obligado a suspirar para tratar de tranquilizar su parte animal, misma que quiere saltar sobre el cuerpo de la chica para cortar su cabeza.

Bajan, y Jungkook siente aún más ganas de lanzarse sobre el cuerpo de la mujer, porque para él no es una niña, cuando el aroma a vainilla y miel de MiSuk se mezcla con el manzana y canela de Yadira.

No soporta, haciendo acto de presencia en la sala donde los tres amigos hablan con amplias sonrisas en sus rostros.

El cuerpo de MiSuk es inmediatamente dejado sobre el sofá con cuidado, pudiendo así levantarse. ¿Qué mierda se supone que hacía ese infeliz en casa de su mayor? ¡Y con una jodida sonrisa! Presentía que estaba en la casa después de haber entrado y olfateado, encontrando de inmediato el aroma del café en toda la casa. No le tomó importancia, sabiendo que Yoongi era un completo amante del café y pudo haberlo confundido, ¿Pero de verdad estaba acá? No, no y mil veces no.

–¡Tu! –grita de inmediato.

Y no hace falta mucho más, ambos se miran y saben que no es el mejor lugar. Yoongi solo rueda sus ojos, saliendo detrás de ellos, quienes pareces disparar humo y fuego por cada poro de su cuerpo. sabe qué viene, por lo que le pide a su novio que se quede en la casa.

–No, no me quedaré sabiendo que estarás allá –niega, y aunque Yoongi de verdad lo intenta Jimin pasa de él para acompañarlos.

Bien, JiHoon deberá quedarse durmiendo un poco más.

Acompaña a su novio, encontrándose de cara con ambos chicos, listos frente a frente. El agrio aroma de la manzana, el café y la canela inunda las fosas nasales de ambos chicos, y Yoongi deja que una que otra ola de feromonas inunde a su novio, quien se acerca inconscientemente para esconderse en su cuello, donde las feromonas estaban más fuertes.

–No vayan a hacer una estupidez –dice, abrazando el cuerpo de su omega– Saben bien que no estamos en un espacio libre, que estamos en la cuidad. Y si son grandes como su edad dice y maduros como ustedes mismos dicen, entren a la casa y arreglen sus dramas como adultos responsables.

–Claro, porque Jeon, abandona omegas con hijos y se mete con una jodida psicópata, Jungkook es muy responsable –y eso basta para escuchar el gruñido más fuerte que ha escuchado en toda su vida de parte del alfa menor.

El cuerpo de Jungkook salta, transformándose en un gigante lobo gris, mostrando de inmediato sus dientes. Yadira sonríe de medio lado, apartando el cuerpo de MiSuk de su lado, entregándola al cuerpo de KyungSoo, quien estaba igual o más sorprendido que la menor. Es el turno de Yadira de saltar, su cuerpo cambiando a un hermoso lobo timber que parece sonreír con autoridad.

Comienzan a girar en círculos, teniendo cada uno la cola del otro frente a su cara, Jungkook quiere imponer miedo, y la mayor solo quiere provocarlo. No hace falta que la muchacha haga mayor acción, Jungkook es el primero en lanzarse sobre Yadira, mordiendo de inmediato su cuello. El pelaje impide que sus dientes corten la piel.

Ya chica devuelve, impulsándose con sus pies para golpear el estómago de Jungkook, apartándolo y haciendo que el menor se golpee la espalda con el tronco del árbol. En in intento de volver a lanzarse sobre ella, Yadira lo vuelve a empujar, rompiendo la cerca dando directo con el bosque. Ambos lobos comienzan a correr y Yoongi sabe que esto se está saliendo de control.

Corre detrás de ellos, pronto dejando atrás a los demás. Escucha claramente los quejidos, los chillidos y los gruñidos de los lobos, en especial los quejidos y chillidos de dolor en más de una ocasión.

Logra llegar con ambos lobos, en el momento exacto donde Yadira está sobre el cuerpo de Jungkook, este no dejando de intentar morderla. Se ven sus colmillos y la baba espumosa corriendo por su hocico, estirando más su cuello para intentar dañar el cuerpo de la mujer que está sobre él.

Yadira alza su pata, y los ojos de Yoongi se abren de par en par cuando Yadira golpea con su pata la cara de Jungkook. Escucha el horrible aullido de Jungkook y cómo este intenta separarse, pero Yadira no lo deja salir de su agarre. Es momento de intervenir.

Su cuerpo reacciona, transformándose en un lobo siberiano el doble de grande de lo que son los demás lobos, con su pelaje tan negro como el mismo cielo nocturno y sus ojos tan rojos como la sangre.

Gruñe y ladra, llamando la atención de ambos lobos. Yadira se separa del cuerpo de Jungkook, quien de inmediato corre a esconderse detrás de Yoongi. Su parte derecha de la cara está empapada en sangre, asustando a Jimin y a Yoongi, quien impone su poder a la muchacha, esta de inmediato volviendo a su forma humana, con su cabeza gacha y un par de cortes en sus brazos y abdomen. Pero eso no es tanto como lo está el cuerpo de Jungkook, quien tiene su cara manchada de sangre y más espacios abiertos, su pelaje negro cubriendo las heridas.

–¡Ya fue suficiente! –grita, gruñendo alto– Son dos adultos, joder. No había necesidad de esta estúpida pelea, son humanos, pueden hablar como gente normal y no ponerse a pelear como si fueran dos jodidos animales sin poder dialogar. –bufa– Maldición.

Yadira iba a decir algo, pero el gruñido de Yoongi la detiene. El alfa más fuerte y de más alto rango se dirige a Jungkook, quien ladea asustado, moviendo su ojo libre como si buscara algo desesperadamente. Yoongi vuelve a su forma humana, apartando a su novio, a su hermana y al amigo de su hermana. Es un lobo asustado, en cualquier momento puede enterrar los colmillos por mera defensa.

–Hey, Jungkook –llama su atención, poniendo su mano en su pata– Ven, mírame –pide, tomando en su mano la cara del lobo asustado– Vuelve a tu forma humana para poder ayudarte, ¿Bien? –pide, pero Jungkook no deja de lloriquear, con sus ojos perdidos en un profundo miedo y con su pecho apretándolo más fuerte.

–Jungkook, por favor –escucha la voz de Yoongi a lo lejos, y sabe que es necesario volver a su forma humana cuando el ardor en su lado derecho se hace más intenso.

El cuerpo débil de Jungkook se muestra, con heridas en sus piernas, brazos, cuello y su lado derecho. Hay sangre por cada parte de su cuerpo, y eso hace que todos entren en pánico, sobretodo la alfa que mira con miedo al pequeño que es arropado con los brazos de Yoongi.

–Lo llevaré al hospital, tú vuelve a casa con los demás –le dice al omega, quien solo se permite asentir con miedo y preocupación en sus ojos– Estará bien, ¿Lo sabes?

Jimin asiente, tomando la mejilla de su novio para dejar un suave beso– Me llamas si pasa algo, ¿Si? –Yoongi sonríe, asintiendo también y dejando un beso en su frente.

Todos ven a Yoongi subir el cuerpo de Jungkook a su espalda, transformándose después en el lobo de antes. Lo ven correr por el bosque con un Jungkook que no deja de quejarse de dolor, lloriqueando por el dolor que inunda cada parte de su ser.

–Vas a estar bien, cachorro –Yoongi dice, escuchando a Jungkook gemir de dolor– Solo no te duermas.

Perdóname | Jeon Jungkook | Libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora