𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]

𝟏𝐎 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝐎𝟕:𝐎𝐎 𝖕.𝖒.

Dedicaron todo el fin de semana a la mudanza. 

Aunque eran los típicos "adultos-adolescentes" que no tenían más cosas que su cama, ropa y un par de cajas; el vehículo de Zhan no era lo suficientemente grande para llevarlos todos, así que terminaron realizando miles de viajes antes de transportar todo hacia el departamento.

Finalmente, estaban agotados... demasiado agotados.

Y malhumorados. 

El ambiente de mudanza no había sido el mejor de todos porque no tuvieron mucho tiempo para disfrutar juntos. 

Aunque a Zhan y Yubin no podía importarles menos, las cosas no habían resultado como Cheng había imaginado que serían... sexo en la pieza vieja, manoseos y sexo en la casa nueva.

Su frustración era grande y lo hacía notar a creces...  el pequeño pikachu (como lo habían apodado desde su infancia) no dejaba de explotar en discusiones, amurriarse o intentar acercarse coquetamente a ellos. 

Demasiado ambivalente. 

Por su parte, los chicos no estaban de humor para responder a sus provocaciones.

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Después de terminar de acomodar las cosas, pidieron comida rápida y se dispusieron a cenar. Sin embargo, fueron interrumpidos por los constantes mensajes en el celular de Yubin. 

No le dio atención. 

Al menos hasta que recibió una llamada. 

Sus amigos lo miraron extrañado, incluso si fuera su propia madre quien lo llamara, Yubin nunca contestaría y preferiría enviar un mensaje segundos después de que cortara. 

Sin embargo, esta vez había tomado su celular rápidamente y se había dispuesto a responder. 

Sus miradas se intensificaron más al notar su sonrojo y nerviosismo al contestar. 

Demasiado obvio.

 Después de unos minutos dando vueltas en círculos y mirar con desesperación a sus amigos, colgó y se acercó a ellos.

– Era Wenhan – no me digas. 

Ambos pusieron los ojos en blancos.

– Lo sé – hizo un gesto con la mano para que continuara. 

– Nos comprometimos a ir a la fiesta... de hoy – susurró las últimas palabras.

– Tú te comprometiste – resopló el menor.

– Yo también lo hice – respondió Zhan rápidamente – pero pensándolo bien, si quieres puedes quedarte a descansar... – sin darle atención al berrinche de su amigo, comenzó a devorar su hamburguesa despreocupadamente.

– ¿Me abandonarán aquí? – Zhan negó. 

– Oh no, ahora vives aquí – lo señaló con su índice – es tu hogar, digamos que "tú decidiste quedarte en casa" – le dio una sonrisa ladina y continúo alimentándose. 

Yubin empezó a reír suavemente, pero se detuvo ante la afilada mirada de su amigo; carraspeó y continuó.

– Wenhan iba a pasar por nosotros, pero le expliqué sobre la mudanza y le dije que prefería que nos llevaras tú y... – reviso su celular – ya me envió la dirección... –