𝐎𝟗 𝖉𝖊 𝖒𝖆𝖞𝖔

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Ocho días pasaron desde la última vez que vió a Yibo.

Zhan entendió rápidamente que lo había dañado hasta más no poder y que, aunque quisiera negárselo a si mismo, había traicionado toda la confianza que depositó en su persona. 

Sin embargo, contrario a los pensamientos del menor, él se consideraba bastante empático y, por lo mismo, decidió dejarlo estar cuando notó que Yibo lo estaba evitando. Al fin de cuentas, la mejor forma de ser respetuoso era darle todo el tiempo y espacio que fuera necesario, pero ¡una semana! ¿no era demasiado?.

Al principio pensó que lo correcto era no intervenir si el chico quería tomarse su tiempo y distancia después de todo lo que había pasado, así que no intentó insistir mucho pero, de acorde fueron pasando los días, cada vez se sentía más preocupado y alterado por su ausencia. 

No, no era que estuviera exagerando, de hecho en cualquier otra situación normal lo aceptaría sin problema pero, literalmente, había sido una semana sin saber ¡absolutamente nada de él! ¿¡cómo podría ser eso normal!?  no, no podía serlo y no entendía como sus "amigos" podían hacer de cuenta que no estaba pasando nada cuando él apenas se levantaba dejaba todas sus rutinas de lado para empezar a buscarlo ¿cómo no se preocupaban? ¡ni siquiera sabían si estaba vivo!. 

En su desesperación, preguntó miles de veces a sus amigos y compañeros, dio mil vueltas en el campus e incluso fue a su departamento cada día para esperar en recepción [solo si es que se había cambiado a otro piso o habitación] pero nada. 

Nada de nada. 

Empezó una nueva semana y no habían señales del menor.  Zhan estaba cada vez más preocupado, lo que en un principio parecía una rabieta post-término de relación, ahora resultaba ser una persona desaparecida con sospechas de presunta desgracia [o así lo sentía él].

Sus ansias tomaron una pausa cuando Yixuan afirmó que Yibo estaba bien, quizás por verlo tan preocupado y desaliñado se había compadecido, pero además de "bien" no hubieron más comentarios. Por mucho que insistió, no le dijo nada que pudiera darle indicios de dónde estaba el menor, solamente un "no puedo darte más información" que sonaba a una vacía frase de policía.

Pero fue eso, una pausa, y como no podía quedarse tranquilo con esas vagas palabras, decidió ir a buscarlo a su departamento [nuevamente] porque en algún momento debía volver ¿no?. Sin embargo, cuando llegó a la puerta, no se escuchaba ni siquiera un poco de vida. ¿Y si estuviera adentro pero le había pasado algo? después de ver tantas películas de terror y programas de asesinos, claramente era una gran posibilidad y,  sin dudar, intentó abrir la puerta. Su sorpresa fue grande cuando notó que habían cambiado la contraseña de acceso.

Zhan se molestó, insultó al aire y se quejó mientras pensaba que «si Yibo creía que con eso evitaría que lo siguiera buscando, estaba demasiado equivocado», habían muchas formas de encontrarlo y él estaba dispuesto a intentar cada una de ellas. 

Pero, primero que nada, intentaría descifrar la nueva contraseña porque al fin de cuentas solo habían dos posibles resultados: Descubría la clave por arte de magia o activaría la alarma de robo y Yibo estaría obligado a ir en persona para desactivarla con su huella digital [lujo de su gran cadena de departamentos]. Dejó el resultado a la suerte y comenzó a pensar en qué contraseña podría poner el menor. 

De manera extraña y errática, a su mente vino la fecha en la cual se habían cruzado por primera vez chocando en medio del campus: 04 de abril. ¿Cuántas posibilidades habían de que esa contraseña fuera la correcta? Ninguna, pero lo intentó incluso si el único objetivo era desilusionarse. Curiosamente, desilusión fue lo que menos sintió cuando la puerta se abrió lentamente ante sus ojos. 

𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒  [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora