𝟏𝐎 𝖉𝖊 𝖒𝖆𝖞𝖔

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Lleva dos horas sentado en el mismo lugar y en la misma posición. Podría incluso pasar desapercibido como un maniquí de no ser porque un suspiro escapa de sus labios cada cierto tiempo. Sus piernas y manos ya están entumecidas, con cada movimiento un cosquilleo doloroso le recorre el cuerpo.

Sus ojos analizan el entorno lentamente. La sala de espera se siente tranquila a pesar de que está pronto a salir un vuelo internacional. La gente se mantiene cómodamente en las sillas que adornan el raso y blanco suelo. Algunos se entretienen bebiendo café, mirando sus celulares o entablando conversaciones para matar el tiempo mientras su avión llega. La luz del sol entra por los grandes ventanales que cubren de cuatro o cinco metros por sobre su cabeza, como si estuviera en una gran caja de cristal. Ojalá pudiera quebrar cada uno de esos vidrios, quizás podrían detener todo.

PASAJEROS DEL VUELO 520 CON DESTINO A COREA, POR FAVOR ABORDAR POR LA PUERTA NUMERO 3

»Mierda..«

La molesta voz proveniente del parlante sobre su cabeza, interrumpe nuevamente sus extraños y preocupantes pensamientos. Lleva repitiendo ese discurso los últimos quince minutos, la maldita solicitud de abordar el vuelo 520. Su vuelo. Aquel que lo sacará y mantendrá lejos de China de ahora en adelante. Está de más decir que Yibo no está feliz con la idea, ni siquiera entiende como llegó a este punto.

De hecho, lleva dos horas preguntándoselo. ¿Qué hace ahí?.  Cuestionándose el porqué no vuelve a casa y repite su típico ritual de termino [comer helado, salir de fiesta y seguir con su vida]. Simplemente no entiende porque aceptó esta loca idea. Hace una hora sus dudas escaparon por su boca y Yixuan no tardó en darle catedra sobre el tema.

— Yibo, te aferraste a la idea de estar con Zhan, sin importar a que costo y ambos salieron perjudicados por ello. Ahora que se separaron tienes la crisis de la vida, como si hubiera muerto alguien o te hubiesen quitado una parte de tu alma — suspiró tan fuerte que Yibo se asustó — las relaciones sanas no son así, no se sienten así..

Tiene razón, lo sabe. Sabe que estuvo arruinado como nunca, entiende la importancia de su salud mental pero ¿no puede simplemente mejorar en casa? ¿es tan necesario ir a Corea? ¿tan lejos de Zhan?. Se atrapa a si mismo en ese pensamiento y, aunque replicó mil veces que no era dependiente, no puede evitar tener el presentimiento de que no debe alejarse de Zhan. Jura que no tiene ningún problema pero en cuanto se imagina abordando el avión se le forma una sensación desagradable, algo como si fuera tirado por una cadena de acero cada vez que da un paso más lejos de la ciudad. Esa es la razón por cual no se mueve incluso cuando su cuerpo molesta y su amigo insiste en que debe abordar pronto.

La asistente del vuelo vuelve a repetir el llamado señalando que aún faltan personas.

Deberías ir al baño — Yixuan lo mira un poco nostálgico pero él continua imperturbable en su lugar — es un viaje largo.. ¿llevas audífonos? — intenta conversar para romper el hielo que se formó durante la última media hora.

Mn.

¿Abrigo?

Mn.

¿Tu laptop?

Mn.

¿Un besito?

M- ¿Qué? sus ojos cruzan con los labios de Yixuan que se dirigen a su mejilla. Con ambas manos lo empuja lo suficientemente fuerte para que se vea obligado a sostenerse del respaldo — ¡Mierda! ¡no! ¡guácala! — ambos comienzan a reír y el ambiente se siente notoriamente más ligero.

𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒  [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora