𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]

𝟏𝟔 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝐎𝟗:𝐎𝐎 𝖆.𝖒.

Habían pasado tres días desde que se vieron y, aunque Zhan intentaba cumplir su palabra y solo considerarlo algo superficial, su mente lo traicionaba cada vez que podía.

Las noches anteriores se le hizo imposible dormir ¿¡y quien podría!? si cada vez que cerraba los ojos se encontraba con un montón de flashback sobre el menor. No fuera tanto que su mente se mantenía constantemente pensándolo, en cierto punto incluso podría vivir con eso, pero su cuerpo no entendía que solo eran recuerdos y reaccionaba apenas comenzaba a aparecer el lechoso rostro del menor en su mente.

Recordar a Yibo era recordar cada parte de él siendo tocada y estimulada con dedicación, era recordarlo saltando y gimiendo sobre él, la intensidad de sus besos y embestidas al ritmo de la música. Prácticamente, era invocar toda situación placentera que hubiese tenido con el menor y recordar aquellas sensaciones que no se podía permitir pensar, al menos no cuando su objetivo era evitar todo sentimiento hacia él. 

En un acto desesperado por desviar sus deseos, intentó pensar en sus amigos y en las noches que habían compartido. Acaso ¿no era igual? solo tener sexo juntos para quitarse la calentura y listo.Sin embargo, cualquier imagen pronto era transformada en el tierno y lloroso rostro del menor que aparecía ante sus ojos cada vez que siquiera intentaba pestañear. 

Las manos de otros se convertían rápidamente en los gruesos dedos del menor que se amarraban a su cuello presionando con deseo. Los besos de otros eran reemplazados por las mordidas, pellizcos y succiones de Yibo sobre su cuerpo. Cada parte de su ser deseaba y reclamaba por el menor, pero no estaba dispuesto a ceder ante si mismo. Quizás el problema era el enfoque, pensó e intento alejar todo pensamiento que implicara sexo pero hasta el recuerdo de un abrazo pronto se convirtió en el recuerdo de los brazos de Yibo al rededor de su cintura mientras disfrutaban viendo películas. Hasta la situación más tierna y dulce lo volvía loco por el menor. Definitivamente ¡estaba perdido! 

Al final, desesperadamente buscó en google [su ultima esperanza] utilizó de todo; técnicas de respiración, estiramientos, ver una serie, contar ovejas, pensar en cosas absurdas pero nada funcionaba cuando se trataba de sacar a Wang Yibo de su cabeza. Sus besos. Sus caricias. Su risa.  Los vestigios del menor estaban quemándolo por dentro como un recuerdo vivido. 

¡Mierdaaaaaa! 

"Solo es sexo" se repetía constantemente pero no funcionaba. Sabía que Yibo le había gustado más que eso, pero ¿qué sentido tenía decírselo? el menor había sido claro con él, solo tenía dudas, curiosidad, nada más. 

¿Para que ilusionarse con un imposible? 

Además, a sus ojos era obvio qué su propio interés se debía a la intensidad y sensualidad del menor. Cualquier sentimiento que tuviera, evidentemente era porque Yibo lo había engatusado con su versatilidad y pasión en la cama.

Aunque más que gato era un león, en toda y cada una de sus facetas, sobre todo en aquellas que podía sacarle gemidos y hacerlo terminar tan fácilmente. Sobre todo cuando rasguñaba su cuerpo y lo mordía. ¡Mierda!. Debía alistarse para las clases, no masturbarse mentalmente con la imagen de su "ligue".

Se levantó de la cama con la esperanza de ocuparse en otras cosas, pero lo primero que vio fue como su ropa interior se había convertido en una carpa ambulante.

Debía tomar un descanso de Yibo y una larga ducha fría antes de salir. 

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Cheng fue demasiado insistente en saber que le había pasado cuando "desapareció" pero, aunque lo intento muchas veces, no pudo darle ninguna respuesta convincente. Por lo que, como era de esperarse, su amigo extremadamente intrusivo y posesivo seguía haciéndole preguntas sobre ese día.