𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]

𝟏𝟐 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝐎𝟗:𝐎𝐎 𝖆.𝖒.

El día anterior habían llegado muy cansados. 

A pesar de que Cheng insistió en hacerle preguntas, él solo respondía con monosílabos y ruidos de cansancio. Solamente quería descansar. Así que después de ignorarlo por casi media hora, se fueron a sus respectivas habitaciones a "dormir".Aunque, en realidad, ninguno pudo hacerlo.

Todos estaban pensando en la noche anterior. 

Sin embargo, esa mañana todo estaba normal. Mentira. Aunque normalmente ninguno disfrutaba usando su celular, hoy casi tenían los ojos cuadrados de tanto mirar la pantalla.

En el desayuno solo se podían escuchar sus dedos tecleando y los servicios de vez en cuando. 

– Creo que vamos tarde a clases – dijo mientras seguía mensajeándose con Yibo.

– See – respondió Cheng pegado a su celular.

– Deberíamos ir – Yubin estaba inmerso en su pantalla.

Pasaron 10 minutos y ninguno se movió. Entonces, el mayor reaccionó.

– ¡Ya basta! debemos ir a clases – dejó su celular en la mesa y los miró esperando que se movieran pero ninguno lo hizo. Zhan los tomó del cuello de sus camisas y los levantó a la fuerza. 

– A clases, ¡muévanse!.

Ambos rieron y respondieron al unisonó.

– Sí, mamá Zhan – los golpeó. Volvieron a su rutina normal dejando los mensajes y celulares de lado.

Zhan se estacionó rápidamente para alcanzar a llegar al salón. Fue entonces cuando por error golpeó suavemente una lujosa motocicleta que estaba estacionada, haciendo que cayera con un estrepitoso ruido. Se puso nervioso e intentó levantarla antes de que el dueño lo notara.

– ¡Mierda! ¡¡¿Qué hiciste? ¿sabes el costo de esos daños? ni trabajando toda tu vida podrías pagarlo, como no te fijas donde andas!! – un chico con casco se acercaba mientras discutía con él. 

Sus nervios aumentaron. 

– Y-yo lo-lo siento m-mucho – jugaba con sus dedos para relajarse y formular algo coherente pero el otro chico no paraba de gritarle. 

Él sabía que no podría pagar los daños y su mente solo podía pensar en huir. En un acto desesperado, dirigió un golpe hacia el estómago del motociclista e intentó correr, pero fue sujetado por la muñeca con tanta fuerza que no pudo escapar aunque quisiera.

Una risa salió del interior del casco y antes de que pudiera golpearlo de nuevo, Wenhan llegó por detrás tocando el hombro del motociclista.

– ¿¡Por qué eres tan imbécil!? – golpeó su casco y el chico se lo sacó – ¡casi le das un infarto!.

Al ver su rostro lo reconoció.

- ¡Yibooooooo! – le gritó antes de depositar un par de golpes en su hombro y estómago – ¿¡Por qué eres tan cruel!? – el menor solo reía e intentaba esquivar los golpes.

– Lo siento, lo siento jajaja – no podía detener su risa – es que.. pfft.. es que te veías tan preocupado jaja pero ¿qué mierda ese golpe? ¿te querías fugar? – el rostro del mayor se torno de un rojo intenso. 

– Y-Yo.. ¡ay, por su puesto que no! – lo golpeó nuevamente.

Sus amigos vieron todo el espectáculo desde el auto donde se habían escondido. Ninguno estaba dispuesto a pagar por los daño pero cuando vieron que ya conocían a los involucrados, decidieron bajar.