𝐎𝟒 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝐎𝟓:𝐎𝐎 𝖕.𝖒.

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Las clases transcurrieron normalmente.

Mentira.

¿Cómo podrían ser normales si el rumor de la nueva (y polémica) pareja de la facultad se encontraba en boca de todos?

¿Cómo sentir que no pasaba nada si todas las miradas y risas se posaban sobre sus hombros indiscriminadamente?

El rumor incluso había llegado a los profesores quienes, sin una pizca de vergüenza, miraban y se reían de ambos jóvenes en sus respectivas clases.

Muy disimulados, por cierto.

Pero, incluso con todo ese sufrimiento, el día había pasado rápido y solo faltaban dos horas para volver a casa.

Dos horas.

Quizás no tendría que haber esperado tanto para retirarse pero, aunque los últimos bloques de clases eran sin exámenes, a Zhan no le gustaba marcar inasistencia y menos por un simple rumor.

En fin, durante el receso, el trio de chicos decidió salir del salón para distraerse.

Zhan tomaba su té verde de siempre mientras conversaba y reía con sus amigos.

A la hora de volver, ellos entraron primero a la sala mientras él terminaba de beber.

Sin embargo, había sido demasiado líquido para un tiempo tan corto...

Mientras caminaba a los sanitarios del primer piso, comenzó a pensar en sus amigos y en como su relación siempre había sido igual.

Entre risas, golpes y sexo...

Aunque, en realidad, su amistad había empezado mucho antes de saber lo que eso significaba...

Sus madres se conocieron en sus primeros años de universidad. La amistad que formaron fue tan buena que se mantuvo incluso después de que cada una decidiera casarse y realizar su vida independientemente.

Por cosas del destino, las tres decidieron vivir en Beijing justo en sus años de embarazo.

Gracias a ello, los tres chicos se conocían desde el vientre materno y crecieron juntos desde la escuela primaria hasta la fecha.

Se volvieron mejores amigos a muy temprana edad.

Estudiaron en la misma escuela, vacacionaron en los mismos lugares y, por su puesto, terminarían sus años académicos en la misma universidad.

Sin embargo, decidieron no hablar sobre la especialidad, principalmente, para no forzarse a tener el mismo futuro.

Los tres se sorprendieron cuando descubrieron que querían estudiar lo mismo: Psicología.

Grandes mentes piensan igual.

Como era evidente, la vida los llevó a aprender todo juntos.

Desde caminar hasta cocinar o independizarse...

Su amistad era cada vez más fuerte.

Tan así que, cuando la pubertad llegó de golpe, no dudaron en sobrepasar sus propios límites sexuales...

Juntos.

Al fin y al cabo, ya habían aprendido todo juntos ¿no?

Una cosa más, una cosa menos ¿importa?

Al menos, para tres jóvenes adolescentes bañados en hormonas, no importaba.

Así, terminaron por conocerse al revés y al derecho... o en cualquiera de todas las posiciones que se pudieran imaginar.

𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒  [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora