— Y cuéntame, ¿qué te motivó a venir?.
La luz del sol impacta la pulcra mesa de vidrio que los separa. Para Jing-tong solo es el típico reflejo que entra por las mañanas y se va con su segundo paciente. Para Yibo representa una muralla de hielo seco que no le permite moverse.
— Adelante, cuéntame.
Insiste. Jing-tong es una psicóloga confrontacional, hace las preguntas correctas en el momento preciso pero siempre de manera directa. Quizás demasiado. Es consciente de como su actitud limita la cantidad de usuarios que recibe pero quienes van con ella suelen ser personas con dificultades para enfrentar sus conflicto por eso, cuando les da un pequeño empujón, ellos suelen lograr hablar y mantenerse fieles a sus sesiones. Al menos la gran mayoría de las veces.
— Bueno.. es que yo.. no lo sé.. he arruinado muchas cosas últimamente..
— ¿Quieres contarme a qué te refieres?.
— No, quiero decir, no sé cómo empezar..
— Por dónde quieras, si me quedan dudas te preguntaré.
— Claro, bueno.. — llena sus pulmones de valor suficiente para hablar — conocí un chico y no supe confiar, ni él en mi y.. se acabó. No sé si realmente decir que se acabó porque no estábamos juntos juntos, ¿me entiende? pero algo había y eso ya no está, y si está no es como quisiera, mierda no sé explicarme..
— Tranquilo, está bien, quizás tienes mucho que decir, tomate tu tiempo. Quizás puedas empezar contándome ¿cómo se conocieron?.
— Deberíamos pasar a la siguiente pregunta.. — evade para evitar el dolor y rasca su nuca incómodo pero Jing-tong no se inmuta.
— Entonces, ¿qué le dijiste la primera vez que hablaron?.
— Quizás otra pregunta..
— Entiendo, ¿si intentamos algo más?, háblame de tus amigos.
— Bueno.. tema complicado.. — la imagen de Seung aparece en su mente y una mueca extraña se dibuja en su rostro.
Yibo encoje los hombros intentando zafarse de algo más que las interrogantes, quizás de la terapia o el intento de ella. Se pregunta cómo Jing-tong puede tener tanta paciencia, ¿cómo es que aún no suspira agotada o simplemente lo echa del lugar?. La observa pero ella solo rebusca en sus papeles. Sus pulmones se vacían, ella lo dijo, es su segunda sesión de psicoterapia pero aún no ha logrado contarle absolutamente nada sobre su vida. Sabe que necesita decir más, abrirse, pero algo le dice que no está listo. Quizás teme que Zhan deje de ser parte de él cuando le cuente a alguien la totalidad de su historia, le aterra que al contar sus secretos se destruya la intimidad única que habían formado o quizás siente miedo de que la terapia lo lleve a alejarse de él. Sea lo que sea, es claro que no le permite avanzar.
El auricular suena tres veces antes de que una voz áspera y adormilada conteste.
— ¿Yibo?
— Yixuan.
— Aún no despertaba.
— Mierda, cierto, olvidé la diferencia horaria.
— Está bien, tranquilo — el crujir de la cama, las cortinas de correderas, las hojas y el sonido de las aves amaneciendo le hacen sentir deseos de volver.
— ¿Aún duermes en mi habitación?.
— No es tuya y.. ¿cómo mierda sabes eso?.
Yibo ha dormido miles de veces en esa habitación, su mejor recuerdo con Zhan es ahí, sería más difícil que no la recordara.
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𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]
FanficXiao Zhan es considerado el chico más guapos de su facultad. Aunque parece un estudiante ejemplar, guarda varios secretos que podrían arruinar su reputación y su "vida" en general. Su bisexualidad y la relación especial con sus mejores amigos son te...