𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]

𝟐𝟓 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝐎𝟗:𝐎𝐎 𝖕.𝖒.

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Seung abrió la puerta con mucha dificultad.

El departamento estaba a oscuras y el reflejo del ventanal dejaba entrar una tenue luz que apenas permitía divisar la silueta de Yibo en medio de la alfombra. En sus manos se movía lentamente una copa de vino mientras sus ojos estaban fijos en el libro que se encontraba a mitad de la mesa central aunque Seung apenas podía entender lo que miraba.

- ¿Estás b-bien? - preguntó con real preocupación, aunque el alcohol consumido unas horas antes no ayudaba a su modulación.

- Perfectamente - rio sardónico - no puedo dejar de pensar en lo patético que soy, ser rechazado por una persona tan idiota y no notar como me estaba engañando frente a mis propios ojos ¿existe alguien más imbécil? - el mayor lo escuchaba desde su lugar, pero cuando este terminó se acerco para encender las luces por si mismo.

Los ojos del menor brillaron con el reflejo de las lámparas, dejando ver como las lagrimas se acumulaban en su interior. Al verse expuesto, Yibo intentó limpiarlas con su manga pero el gesto solo lo hizo sentir más patético y deprimente.

No obstante, muy por el contrario a sus pensamientos, Seung no encontró una pizca de humillación en la imagen si no más bien se sintió enternecido por su desilusión. Se acercó lentamente y comenzó a acomodar su cabello mientras que Yibo, que tenía un revoltijo de sentimientos, se aferró a sus brazos buscando algo de consuelo.

- No eres patético BoBo ¡mierda! nunca pienses eso, solo eres de corazón honesto y.. y quizás esa persona no supo valorarte, no estaba hecha para ti.. - apoyó la cabeza del menor en su pecho para afianzar su abrazo con fuerza.

Yibo se sentía como un niño acogido en el regazo de su madre y ese pensamiento le hizo soltar una pequeña risa que no pasó desapercibida para el mayor. Pronto sintió como este movía su cabeza para mirarlo hacia abajo y él levantó la cabeza para corresponderle, encontrándose con los grandes y obscuros ojos de su amigo [tan similares a los de Zhan]. Un sentimiento de calidez lo llenó por dentro y sus miradas se sostuvieron por un tiempo hasta que los pensamientos del menor fluyeron a través de su garganta.

- ¿Y quién lo es?.

- ¿Quien es qué? - susurró el mayor intentando recuperar sus pensamientos.

- ¿Quién es la persona hecha para mi?.

Un silencio se apoderó del lugar y ambos empezaron a moverse lentamente a puntos de hacer algo que probablemente nunca hubiesen estado dispuesto a hacer, porque si hubiese sido otro momento, quizás Seung habría dicho que pronto llegaría alguien para él, o quizás ni siquiera se atrevería a acercarse, si no estuviera tan ebrio y no hubieran consumido esas pastilla que el menor aún guardaba en su motocicleta, probablemente ni siquiera hubiese respondido esa pregunta. Y, quizás si Yibo no hubiese bebido de más antes de consumir las drogas tampoco hubiese pensando en si quiera decir algo, quizás ni siquiera hubiese respondido a los acercamientos del mayor y jamás se hubiese atrevido a comer sus labios con tanto deseo como estaba a punto de hacerlo. Quizás [quizás] si hoy no fuera hoy todo sería totalmente distinto pero..