𝕱𝖗𝖔𝖒 𝖆𝖕𝖗𝖎𝖑 𝟒 [𝔳𝔢𝔯𝔰𝔞𝔱𝔦𝔩𝔢𝔰]

𝟏𝐎 𝖉𝖊 𝖆𝖇𝖗𝖎𝖑 - 𝟏𝐎:𝐎𝐎 𝖕.𝖒.

– Entonces... ¿se conocen? – Zhan rio suave.

– No realmente.

– ¿En serio?... se veían bastante cercanos... – su tono era sugerente y un tanto molesto. 

¿Yibo le estaba pidiendo explicaciones? Por su puesto que no, seguramente fue el único tema de conversación que encontró.

– Bueno, en realidad.. es un poco complicado  – iba a cambiar de tema pero los brillantes ojos de Yibo continuaban sobre él, esperando que continuara..

Terminó por contarle la historia completa;

Zhan vivió un año en Korea. Sus padres le insistieron para que estudiara alguna profesión de buen pago, así que para dejarlos tranquilos decidió tomar un semestre de administración en el extranjero, aunque nunca le gustó la idea de dedicarse a ello y tampoco planeaba hacerlo. 

En ese tiempo conoció a Meng Ziyi, quien también era proveniente de China y estaba estudiando expresión teatral en la misma facultad.

Por diferentes motivos, terminó viviendo con ella el semestre que duraron sus estudios.

– ¿Eran novios?.

– ¿Eh? – la pregunta lo dejó aturdido,

Yibo era demasiado directo.

– Nooo, no ¡no! por supuesto que no, es solo que.. dónde me hospedaba, tuvieron unos problemas de estructura y tuve que buscar otro lugar. Cuando Ziyi se enteró, como nos llevábamos bien y le sobraba una pieza, me ofreció quedarme unos meses con ella... – Yibo se sentía dudoso sobre su honestidad pero... ¿por qué le mentiría?  

Después de pensarlo un poco,  no quiso preguntar más y lo dejó continuar con su historia.

Fue unos días antes de volver a China que ambos se accidentaron gravemente en la motocicleta de la joven, mientras vacacionaban en una zona rural. Zhan solo tuvo unos rasguños, pero Ziyi resultó gravemente herida en una pierna. Él la atendió y cargó en su espalda hasta llegar a un lugar habitado dónde pudieran ayudarlos. De no ser por su rápida reacción, Ziyi habría terminado incapacitada para seguir actuando.

Cuando volvieron a la ciudad, el mejor amigo de ella (Yixuan) le ofreció que vivieran juntos mientras se recuperaba, de esta forma podría atenderla y movilizarla cuando fuera necesario. Ziyi aceptó encantada, Yixuan iría a buscarla ese mismo día. Cuando llegó tenía las esperanzas de poder agradecerle al chico que salvó a su amiga, pero lamentablemente este había vuelto a China.

– Zhan–gege, ¿entonces como lo reconociste si nunca se vieron? – se sonrojó al escuchar el tierno honorifico.

– Ah, eso... Ziyi tenía demasiadas, pero realmente muchas fotos con su mejor amigo, era muy fácil reconocerlo... – pensó un momento – aunque... posiblemente, él nunca me había visto en su vida, mis fotos con Ziyi se perdieron en el accidente junto con mi cámara. Solo tengo una en mi celular, que sacamos antes de volver a China.

– ¿Te gusta la fotografía? –

– ¿Eh?... Sí, me apasiona mucho ¿cómo lo supiste? – Yibo suspiró.

– Es obvio, hoy en día todos usan sus celulares para sacar fotos, si tienes una cámara es porque eres muy anticuado o realmente te gusta – el mayor soltó una carcajada que dejó al descubierto sus bellos dientes de conejo.

Yibo quedó perplejo y en silencio ante su hermosa sonrisa. 

Estuvieron en silencio por un tiempo y el menor, que había notado como Zhan odiaba el silencio, quiso recuperar la conversación.