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Donde Frank Castle suele pagarle a un streamer para adultos sin saber quién está debajo de la máscara.
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Frank limpiaba el semen esparcido frente a su computador, sentía aquél vacío existencial que cualquier hombre llegaba a sentir tras masturbarse. No siempre era divertido el autoplacer, menos cuando la culpa de haber llevado a alguien a ser tu objeto de deseo era grande; sin embargo, cuando lo hacía con él podía sentirse como él mismo.
—¿Sigues allí, chico grande? —cuestionó el chico en su computador tras no escucharle hacer ningún ruido.
—Dame un segundo.
El pelinegro, cuando logró limpiar todo con toallas, se sentó en su silla. Aún semidesnudo, admiró lo que su laptop le mostraba: al usuario devilish_lust en medio de su cama, una máscara sobre su rostro y lo único que cubría a su cuerpo era el reflejo de luces LED en colores que oscilaban entre el rojo y el morado.
—Creo que nos quedó bastante tiempo de sobra —sonrió el streamer desnudo.
—Si lo dices así parece que me dices precoz —se quejó el otro.
El enmascarado rio—: Es lo que pasa cuando alguien paga más de dos horas de compañía.
Frank asintió, algo de razón tenía, pero el pelinegro sentía aquella necesidad de tener todo su tiempo. No dejar que nadie más conociera lo que él, ahorrarle varios idiotas que apenas y eran dignos de ese desconocido con una sonrisa que incitaba al pecado.
El dinero que invertía valía cada maldito segundo.
—Y dime, notthepunisher, ¿tienes planes para el resto de la noche?
Al trabajador no le importaba demasiado, poco sabía de aquél usuario a excepción de que cada cierto tiempo compraba esas "audiencias privadas". La diferencia es que aquella noche el pelinegro había pagado una suma gigante para tener dos horas y media a solas digitalmente con él. Y, si quería ahorrarse pleitos, debía de mantener contento al cliente. Después de todo, la noche estaba vendida a ese hombre.
—No mucho, hoy es mi noche de descanso —aclaró Castle.
—¿Sueles salir mucho por la noche? —preguntó el pelirrojo.
—No tienes idea —sonrió Frank—. Más que nada trabajo.
—Trabajo... —balbuceó el otro, tapándose con las sábanas y pensando en cómo la ciudad de Nueva York le había arrastrado a buscar dinero en sitios desesperados—. ¿De qué trabajas?
Si las cosas no fuesen tan mal en su oficina junto a Nelson, no habría necesitado abrirse una cuenta en aquella página que se había vuelto su principal fuente de ingresos. Había aprendido que el ejercicio que hacía al salir a las calles como vigilante traían aquél beneficio que atraía a la mayoría de su clientela: su cuerpo.
—Uh... —dudó el pelinegro sobre su respuesta—. Preferiría no hablar de trabajo, ni de esto. Algo más, algo distinto.
devilish_lust levantó sus cejas con intriga, no era lo usual pero lo aceptó con gusto—: ¿Qué tienes en mente?
Frank quería preguntar algo en específico, una duda que le había estado carcomiendo por meses. Pero, al mismo tiempo, quería tantear el terreno y asegurarse de que no asustaba al streamer.
—¿Cuál es tu película favorita? Digo, si acaso te gustan —fue lo que sus neuronas atinaron a preguntar tras notar que la sábana no lo cubría del todo.
—Mala suerte, no soy de ver películas —sonrió el otro—. Aunque muchos me dicen que me pierdo de mucho.
—No —le secundó devuelta—, solo una que otra maravilla cinematográfica.
La conversación se sentía como un déjà vu para ambos. El pelirrojo ocultó su intriga que, de todos modos, no podía mostrarse debajo de aquél pasamontañas con cuernos y lentes oscuros.
—Entonces, ¿qué te gusta hacer? —preguntó Frank.
El trabajador se tomó tiempo para responder, no había mucho que disfrutara porque su tiempo se iba entre la abogacía, las cámaras sexuales y el vigilantismo.
—Hay una cosa —elevó su dedo índice—. Aunque no lo creas, amo leer.
Castle sonrió—: ¿Por qué no lo creería? Es decir, todos tenemos una vida fuera de "esto" y se ve que eres una buena persona. No es que alguien sea malo por hacer esto, quiero decir.
Ahora quien sonreía era el otro, era divertido que su cliente pretendiera caminar sobre hielo, también le resultaba reconfortante poder entablar una plática normal. Más normal que el estrés del trabajo y la constante presión de su vida en las calles.
—Me agradas, grandulón —afirmó con una sonrisa entristecida—. Normalmente el tiempo sobrante lo suelen usar para hablar de mis partes y decir guarradas. Tú no eres así, eso es bueno, algo de respeto viene bien de vez en cuando.
—No me halagues por tener algo de decencia humana —dijo el pelinegro antes de escuchar una sirena cerca del pelirrojo.
Eso no habría significado gran cosa si no se tratara de una ambulancia con sonido de estilo europeo. El streamer no era europeo, no tenía acento extraño. Eso le indicaba a Castle que era un residente de Nueva York, porque ese estilo de altos y bajos había sido implementado apenas en aquella ciudad americana.
—¿Vives en Nueva York? —preguntó Castle.
El tipo en su pantalla se quedó en silencio unos segundos antes de levantarse diciendo—: Debería guardar los vibradores, no creo usarlos después.
El chico tomó sus juguetes y salió de la imagen, dejando al pelinegro con muchas preguntas, ¿qué tanto podía importar si descubría en qué ciudad vivía devilish_lust? Es decir, él sabía que notthepunisher era una buena persona.
Al pelirrojo no le convencía si debía confiar en aquél usuario, pero ya le había demostrado que conocía los límites. Tal vez debía confiar, si la cosa se ponía fea y ese hombre se convertía en acosador siempre podría espantarlo con su "amigo", Daredevil.
Frank fijó su mirada en la pantalla y, al notar el patrón en las luces de la habitación que se reflejaban en la botella de lubricante sobre el colchón. No eran luces de LED, era la iluminación de un anuncio que entraba por la ventana. En la encimera notó un bastón auxiliar que utilizan aquellos con ceguera.
Mierda, pensó el pelinegro.
—Sí, vivo en Nueva York —dijo el streamer volviendo al frente de la cámara esta vez con ropa interior puesta—. Solo no le digas a na-...
Castle lo vio una vez más y pudo encontrar en sus labios la imagen que lo hacía volver cada semana a su sitio web. Labios que no había notado cuanto deseaba hasta reconocer a quién le pertenecían.
—¿Rojo? —preguntó Frank.
En cuestión de segundos, la videollamada cesó porque el pelirrojo había cerrado su portátil. Empezó a hiperventilar porque finalmente había encontrado la razón detrás del déjà vu en su voz.
Todo ese tiempo Murdock había estado complaciendo a un hombre, a alguien que conocía como El Castigador. Repitió el nombre de usuario varias veces hasta darse cuenta de lo estúpido que había sido.
—Mierda —exclamó sin saber qué demonios iba a hacer.
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Fecha: 9 de Febrero.
si les soy honesto, NO ME DISCULPO POR ESTE SHOT.
¿ES CRINGE? SÍ, Y ESPARCIR CRINGE ES MI MARCA.
Btw, sé que este no es tan NSFW pero es porque esos los estoy guardando para el siguiente Acto uwu.
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ᑭᒪᗩY: One Shots Fratt
Fanfic🍄 | One shots Matt Murdock x Frank Castle Advertencia: algunos shots tienen contenido no apto para menores de edad. Advertencia: algunos otros están cursed.